Bilic sin pompa
Reci¨¦n destituido como t¨¦cnico del West Ham, admiraba la tranquilidad de Del Bosque
Estadio Ernest Hapel de Viena. Cuartos de final de la Eurocopa de 2008. Minuto 119. Rustu sale a una pelota a la que no va a llegar. Modric s¨ª lo consigue, la pone al punto de penalti y Klasnic hace el Croacia, 1 - Turqu¨ªa, 0. Slaven Bilic, el seleccionador balc¨¢nico, enloquece, corre hacia la pi?a de jugadores, celebra. Se ve en semifinales. La siguiente jugada ser¨ªa la ¨²ltima. Con Croacia de parranda, Senturk la clava en la escuadra. Penaltis. Turqu¨ªa elimina a Croacia. Bilic confesar¨ªa a Vicente del Bosque, a?os despu¨¦s, su admiraci¨®n por el hombre tranquilo que ten¨ªa delante. El tipo que cuando Iniesta puso el Mundial en la mano, sin cambiar el rictus, apret¨® los pu?os como si fuera un gol m¨¢s, para pensar en c¨®mo cerrar el partido. La euforia perdi¨® a Bilic.
Hijo de un opositor a Tito, jam¨¢s jugar¨ªa en la absoluta de Yugoslavia. Le gusta contar que fue vetado por el l¨ªder en venganza por las revueltas originadas por su padre. Brill¨® en el Hadjuk Split de Jarni y Alen Bocsik, donde cerrar¨ªa su carrera despu¨¦s de jugar en la Bundesliga y la Premier. Gan¨® los ¨²ltimos t¨ªtulos del extinto pa¨ªs y los primeros de la naciente Croacia. En 1998, alcanz¨® las semifinales del Mundial, aquel once con talentos como Boban, Suker o Robert Prosinecki. Solo la anfitriona Francia, liderada por Zidane, le apartar¨ªa de la gran final.
Bilic fue un buen central. Su figura siempre result¨® desconcertante. Licenciado en Derecho, primer embajador croata de Unicef, intrigado por la psicolog¨ªa y cantante y guitarrista en una banda de rock. Compuso el tema que su pa¨ªs llevo a aquella Eurocopa de 2008. Sin embargo, no la eligi¨® para celebrar la primera victoria ante Austria en el vestuario; opt¨® por una de Marko Perkovic, cantante ultranacionalista croata de letra dura. Aquello le gener¨® fuertes cr¨ªticas. Tambi¨¦n su estrecha relaci¨®n con Zlatko Sudac, un extravagante sacerdote estigmatizado con miles de seguidores.
El tiempo ha ido aplacando a Bilic. Quiz¨¢ ha sido el banquillo o simplemente la edad. Sus experiencias en el Besiktas y el Lokomotiv no fueron buenas. Hace dos a?os lleg¨® al West Ham, equipo del que fue jugador. Su primera temporada fue excelente para alcanzar la Europa League. La segunda, discreta; el comienzo de la tercera, malo. Despu¨¦s del 1-4 ante el Liverpool fue destituido. Los hammers cantan ¡°I¡¯m forever blowing bubbles¡± (hago siempre pompas de jab¨®n). Ya no para Slaven; ahora le toca soplar a David Moyes.
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