Julio Velasco: el ¡®outsider¡¯ del f¨²tbol al que acuden Guardiola y Sampaoli

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En lo que debe ser el trabajo m¨¢s volc¨¢nico de Argentina, el de entrenador de la selecci¨®n de f¨²tbol, Jorge Sampaoli tom¨® una decisi¨®n integradora desde que asumi¨® el cargo: reunirse con sus pares nacionales de otros deportes, por ejemplo con el t¨¦cnico de la selecci¨®n de voleibol, Julio Velasco, un outsider del f¨²tbol al que tambi¨¦n se acerc¨® Pep Guardiola varios a?os atr¨¢s, cuando el espa?ol jugaba en Italia y aprestaba su carrera como entrenador.

La palabra de Velasco, que tiene 65 a?os y a finales de la d¨¦cada del 70 estuvo a ocho materias de recibirse de licenciado en Filosof¨ªa cuando debi¨® esconderse de la dictadura que hac¨ªa sangrar a la Argentina (y que hab¨ªa secuestrado a su hermano y a su mejor amigo de la Universidad, que contin¨²a desaparecido), es escuchada como si fuera el anciano de una tribu deportiva: su pensamiento trasciende las fronteras del voleibol, un juego infinitamente menor en popularidad y econom¨ªa, pero que no le impide llamar la atenci¨®n de los gur¨²es del f¨²tbol.

Velasco ya hab¨ªa ganado dos Mundiales y una medalla de plata ol¨ªmpica como entrenador de la selecci¨®n de Italia, adem¨¢s de haber sido elegido por la Federaci¨®n Internacional como el mejor entrenador del siglo XX, pero en su pa¨ªs reci¨¦n comenz¨® a ser reconocido fuera del voleibol en 2013, cuando Pep Guardiola coment¨® durante una visita a Buenos Aires que uno de los inspiradores para su carrera de t¨¦cnico hab¨ªa sido aquel argentino externo al f¨²tbol.

A mitad de camino entre Buenos Aires y Bologna cuando se lo permite el calendario internacional de voleibol, Velasco recuerda aquel contacto original con el actual entrenador del Manchester City, en 2002: ¡°Guardiola lo cont¨® cuando vino al (teatro) Gran Rex, hace unos a?os. ¡®Yo estaba con [Gabriel] Batistuta en el banco de suplentes de la Roma, nos aburr¨ªamos y habl¨¢bamos de muchas cosas, y entre ellas conocer a ese entrenador de voleibol que hab¨ªa escuchado en televisi¨®n¡¯, dijo. Y ah¨ª me llam¨®, fuimos a comer, hablamos un mont¨®n de horas de entrenamiento y a ¨¦l le quedaron algunas ideas. Despu¨¦s de varios a?os, cuando yo dirig¨ªa a la selecci¨®n espa?ola, nos volvimos a reunir y ah¨ª le dije ¡®ahora yo te voy a preguntar a vos¡¯. Y charlamos de entrenamientos¡±.

Esa reuni¨®n fue en 2009, cuando el Barcelona estaba en lo m¨¢s alto de Europa, y Guardiola masticaba la posibilidad de cambiar a Samuel Eto¡¯o por Zlatan Ibrahimovic. Era una decisi¨®n arriesgada: implicaba cambiar lo que funcionaba bien. En ese contexto, el entrenador de f¨²tbol le dijo al argentino: ¡°Vi que cambiaste luego de ganar con Italia en voleibol".

As¨ª como Velasco despert¨® el inter¨¦s de Guardiola, tambi¨¦n hab¨ªa seducido a parte de la sociedad italiana. El t¨¦cnico de voleibol traspas¨® la frontera de su deporte a partir de una charla organizada por universidades y transmitida por la RAI en la que sorprendi¨® con un discurso contracultural a una platea de j¨®venes estudiantes. All¨ª dijo que la vida no se divid¨ªa entre ganadores y perdedores, sino entre buenas y malas personas. ¡°Me invitaron a hablar y yo ten¨ªa que elegir un tema ¨Crecuerda-. Hay un mensaje del uso que se hace del deporte como que la vida es un campeonato y hay quien sale campe¨®n y quien se va al descenso y el tema es siempre ganar, y yo no creo que la vida sea eso. La vida es m¨¢s compleja y dif¨ªcil. Y me pareci¨® que era un mensaje interesante para los m¨¢s j¨®venes. Y en efecto lo fue. Tuvo una gran repercusi¨®n. Esperaban de m¨ª otra cosa: hab¨ªa ganado mucho y esperaban que dijera que lo importante era ganar. Por supuesto que es importante, aun en la vida, pero es un mensaje demasiado simple y unilateral¡±.

A su condici¨®n de entrenador desde hace m¨¢s de 40 a?os, Velasco le suma su paso como estudiante de Filosof¨ªa, una combinaci¨®n que le permite entender d¨®nde est¨¢n ubicados ¨¦l y sus colegas: ¡°Es una exageraci¨®n decir que hay corrientes filos¨®ficas en el deporte. Es m¨¢s, creo que hay un fen¨®meno de ideologizaci¨®n de los m¨¦todos de entrenamientos y de la forma de jugar, quiz¨¢s porque han muerto ciertos paradigmas de algunas ideolog¨ªas, y es como si se necesitara ideologizar otras cosas. El ser humano necesita que la religi¨®n o la ideolog¨ªa lo haga sentir seguro, y decimos ¡®nosotros, los que pensamos lo mismo¡¯ porque te ayuda a combatir la soledad o la volatilidad de estar en el mundo. Entonces en el deporte surge este fen¨®meno de ideologizaci¨®n, ¡®los que vemos el f¨²tbol as¨ª, los que vemos el voleibol as¨ª¡¯, y sin embargo el deporte es una cosa muy pr¨¢ctica. Es como ideologizar la m¨²sica o el arte. Los entrenadores debemos ser personas pragm¨¢ticas. Los jugadores quieren que le indiquemos el mejor modo para jugar bien¡±.

El f¨²tbol italiano intent¨® seducir a Velasco en 1991, cuando Silvio Berlusconi, el entonces presidente del Milan que comenzaba su candidatura pol¨ªtica, dio a entender que el argentino ser¨ªa el reemplazante ideal de Arrigo Sacchi, el entrenador bicampe¨®n de la Champions Legue que daba el salto a la selecci¨®n italiana. Velasco se neg¨® a ser entrenador de f¨²tbol aunque s¨ª aceptar¨ªa dos experiencias en el calcio, una en Lazio y otra en Inter, como dirigente.

¡°En Lazio ten¨ªa contrato por cuatro a?os pero despu¨¦s de un a?o no quise seguir ¨Crecuerda sobre su paso en 1998 por el club presidido por Sergio Cragnotti, el empresario que a los pocos a?os caer¨ªa preso por la bancarrota de la empresa alimentaria Cirio-. Yo estaba como director general deportivo del Lazio y el presidente me dejaba hacer mucho, pero hab¨ªa algo, no en el ambiente del f¨²tbol sino en una situaci¨®n particular, que hizo que yo dejara. Despu¨¦s los hechos me dieron la raz¨®n. En cambio en el Inter ten¨ªa un cargo m¨¢s organizativo, lo relacionado con el primer equipo, con Marcello Lippi como entrenador, pero cuando lo echaron vino otro t¨¦cnico con su nuevo equipo de trabajo. Termin¨® el contrato y decid¨ª volver al voleibol porque lo que a m¨ª me encend¨ªa la llama era entrenar. Tengo una gran admiraci¨®n por los entrenadores de f¨²tbol porque sus condiciones de trabajo son infinitamente m¨¢s dif¨ªciles que las nuestras¡±.

El regreso

Despu¨¦s de haber dirigido a Rep¨²blica Checa, Espa?a e Ir¨¢n, Velasco volvi¨® en 2014 a Buenos Aires para dirigir a la selecci¨®n de su pa¨ªs. En 1982 hab¨ªa sido el segundo entrenador del equipo nacional que termin¨® tercero en el Mundial organizado en una Argentina todav¨ªa en dictadura. Como a veces el ¨¦xito genera invitaciones inc¨®modas, Velasco y el resto del equipo fueron convocados a la Casa Rosada. ¡°Con algunos jugadores nos informamos y me dijeron que a alguien que no hab¨ªa ido a una manifestaci¨®n de este tipo le hab¨ªan ca¨ªdo con la patota a la casa. Por lo cual decidimos ir. S¨¦ que hay jugadores que tienen la foto con Bignone [Reynaldo, el ¨²ltimo presidente de facto antes del regreso de la democracia, en 1983] en un cuadro, yo en cambio las quem¨¦. Fue una sensaci¨®n muy fea pero uno se ten¨ªa que transformar para no correr riesgos¡±.

A 35 a?os de aquella experiencia, la selecci¨®n albiceleste de Velasco consigui¨® hace pocas semanas la clasificaci¨®n al Mundial que se jugar¨¢ el a?o que viene en Italia y Bulgaria, pero en todo caso 2017 ser¨¢ recordado en Argentina como el a?o del angustioso paso por las Eliminatorias a Rusia 2018 del equipo que Sampaoli dirigi¨® en las ¨²ltimas cuatro fechas.

¡°A un entrenador de selecci¨®n solo se lo puede juzgar cuando viene el Mundial, que es cuando tiene a los jugadores ¨Cdice Velasco-. Pero esta experiencia tan dif¨ªcil de las Eliminatorias es por en¨¦sima vez la experiencia del deporte argentino. Cuando nos las creemos f¨¢cil y decimos que tenemos a los mejores, se crean situaciones muy dif¨ªciles para el equipo. Hay que tener perfil m¨¢s bajo. Respetar m¨¢s a los adversarios, aunque tengan menos nombre. Hace poco cant¨¢bamos ¡®Brasil decime qu¨¦ se siente¡¯, los gozamos a los brasile?os en Brasil. Ese es nuestro punto d¨¦bil. Es como el chiste del escorpi¨®n. Apenas se puede, creemos que ganamos de taquito, y sin embargo nos ha ido bien cuando tuvimos perfil bajo y trabajamos mucho sin creernos, pero con confianza. Por eso digo ¡®con humildad y con confianza¡¯¡±.

De las reuniones que Sampaoli mantuvo con los entrenadores de las selecciones argentinas de otros deportes, surgi¨® un grupo de WhatsApp. El mensaje de Velasco siempre dice algo.