Dinamarca completa el cupo de selecciones europeas en el Mundial tras castigar a Irlanda (1-5)
Los daneses remontan un tanto inicial en Dubl¨ªn con una exhibici¨®n de Eriksen, que firm¨® un triplete
Irlanda forra sus partidos con el envoltorio de la emoci¨®n. Todo lo que sucede en ellos, y m¨¢s si son en campo propio, remite a una puesta en escena vibrante en la que en bastantes ocasiones ni se a?ora el talento o el virtuosismo. La banda sonora del grader¨ªo, los proleg¨®menos con el himno del pa¨ªs, la canci¨®n del soldado coreada bajo el manto de una baila de gaitas fomentaron la excitaci¨®n propia de las grandes noches. Les falt¨® el f¨²tbol, el que tuvo, tampoco en sobradas dosis, Dinamarca para llegar a su quinto Mundial. Tras faltar en Brasil y perderse tambi¨¦n la ¨²ltima Eurocopa, los daneses regresan tras un contundente triunfo en Dubl¨ªn (1-5) y completan el cupo de 14 selecciones europeas en la gran cita de Rusia.
No enga?a Irlanda. Cualquier observador lo hubiera imaginado con tan solo visionar su alineaci¨®n, conformada por representantes de Middlesbrough, Brighton, Newcastle, West Bromwich, Nottingham, Hull y Burnley. F¨²tbol proletario y experto para asaltar el cuarto Mundial en la historia de una naci¨®n en la que los balones no suelen ser redondos. No enga?¨® cuando a los cinco minutos una falta sobre la l¨ªnea divisoria de ambos campos la convirti¨® en un bal¨®n al ¨¢rea. Ejecutar esa suerte tambi¨¦n requiere un talento, tocar la pelota para que no vaya excesivamente bombeada sino m¨¢s bien plana para que cualquier toque, propio o ajeno, genere un incendio en la zaga rival. Eso fue exactamente lo que ocurri¨®. Jorgensen, un delantero, baj¨® a echar un cable en la faena defensiva, pero le falt¨® la contundencia de quienes trabajan en ese oficio, meti¨® la puntera y en la segunda jugada el central Duffy se adelant¨® a todos, sobre todo a las dudas de Schmeichel y Kjaer, para cabecear a la red.
El gol abri¨® el escenario deseado por los irlandeses, que en el partido de ida en Copenhague se encontraron c¨®modos encerrados en su ¨¢rea. Oblig¨® a Dinamarca, que palideci¨® durante unos breves minutos, pero a la que no qued¨® m¨¢s remedio que poner su maquinita en marcha sin ahorrar combustible. Fuera del Mundial, los daneses buscaron sus opciones y las encontraron en aquello que les diferenciaba de sus rivales, la habilidad, el talento, en definitiva. Pero el que sirve para convertir la destreza de manejar un esf¨¦rico con los pies en un delicioso ejercicio. Dinamarca tiene dos piezas que le diferencian de Irlanda, dos futbolistas diferentes de la mayor¨ªa de los que se dieron cita en Dubl¨ªn. Fueron decisivos en su triunfo. A Pione Sisto, un encarador, le bast¨® un bal¨®n al pie tras un saque de esquina en corto para tirar un ca?o al lateral y generar el empate. Hab¨ªa dicho su compa?ero Delaney tras el partido de ida en el Parken dan¨¦s que jugar contra Irlanda era como tratar de abrir una lata de comida con las manos. Sisto las abre con los pies. Marc¨® en propia meta Cristie tras remate de Christensen. El resto fue cosa de Eriksen, un futbolista delicioso, con un punto intermitente, pero una clase descomunal. La muestra con el Tottenham y lo hace con Dinamarca, para la que ha marcado once goles en los doce partidos disputados en el proceso clasificatorio para un Mundial al que llega tras un hat-trick.
Eriksen golpe¨® cuando m¨¢s le pod¨ªa doler a Irlanda. Lo hizo al poco del gol de Sisto, a la media hora de partido, para culminar un contragolpe tras una torpe p¨¦rdida de bal¨®n del lateral Ward. Y repiti¨® ya en la segunda parte por dos veces cuando Dinamarca trataba de gestionar el todo o nada de su oponente. Porque Martin O¡¯Neill no dud¨® y retir¨® en el descanso a McClean y Arter, dos de los tres mediocentros con los que hab¨ªa tratado de blindarse. Llam¨® a Hoolahan y McGeady, sendos llegadores y aviv¨® a su equipo, no del todo a una grada que no termin¨® de engancharse a su equipo. Irlanda siempre fue Irlanda, pero cuando encontr¨® sus mejores d¨ªas fue cuando sus se?as de identidad las defendieron futbolistas que eran algo m¨¢s que pateadores. El gran Liam Brady lleg¨® tarde, pero Houghton, Sheedy o Aldridge pusieron el pellizco distintivo para presentarse al mundo en 1990 y llegar a cuartos de final en Italia. Cuatro a?os despu¨¦s, en Estados Unidos, ya hab¨ªan llegado Roy Keane o McAteer. Y en 2002 segu¨ªan al frente de un equipo al que se hab¨ªan agregado Damien Duff o Robbie Keane. ¡°Ojal¨¢ tuvi¨¦semos ahora la mejor versi¨®n de Robbie¡±, hab¨ªa suspirado O¡¯Neill antes del partido.
No le dio a los irlandeses para imponerse a Dinamarca, activada por el marcador inicial en contra, porque esta vez s¨ª aparecieron sus mejores futbolistas. Tampoco es la mejor Dinamarca de la historia, pero llega al Mundial tras remontar dos veces. Lo hizo en su grupo, en el que hab¨ªa con dos derrotas en las tres primeras jornadas, toc¨® fondo con una derrota en casa ante Montenegro y reaccion¨® para cerrar con cinco victorias y dos empates. La repesca tambi¨¦n le oblig¨® a ir contracorriente en la repesca porque en el primer partido siempre sinti¨® que el empate a cero le perjudicaba y en el segundo comenz¨® en desventaja. Pero se super¨® para castigar a Irlanda con un severo correctivo y poder mostrarse en Rusia.
Faltan por definir dos clasificados en las repescas intercontinentales
El Mundial de Rusia ya conoce a 30 de sus 32 participantes. Restan por definir las repescas intercontinentales que enfentan a Australia contra Honduras (10,00 hora espa?ola) y a Per¨² frente a Nueva Zelanda (3,15 h. de la madrugada del jueves). Las selecciones ya clasificadas son las siguientes:
Europa: Rusia, B¨¦lgica, Inglaterra, Francia, Alemania, Islandia, Polonia, Portugal, Serbia, Espa?a, Suiza, Suecia, Croacia, Dinamarca
Asia: Ir¨¢n, Jap¨®n, Corea del Sur, Arabia Saud¨ª
Sudam¨¦rica: Brasil, Uruguay, Argentina, Colombia
Norte y Centroam¨¦rica: M¨¦xico, Costa Rica, Panam¨¢
?frica: Nigeria, Egipto, Marruecos, T¨²nez, Senegal
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