¡°Antes del Apoel viv¨ª a?os ag¨®nicos; aqu¨ª puedo saber qu¨¦ es ganar la liga¡±
Roberto Lago, uno de los tres espa?oles del equipo chipriota rival del Madrid en la Champions, explica sus razones para emigrar

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En la autopista desde el aeropuerto de Larnaca hacia Nicosia (unos 50 kil¨®metros de distancia) se ven los rel¨¢mpagos que anticipan la tormenta del d¨ªa siguiente. Es noche cerrada y a ratos aparece la enorme bandera turca estampada en la cordillera de Pentad¨¢ctilos que rodea la ciudad. Se va encendiendo y apagando como las luces del ¨¢rbol de Navidad. Nicosia, la capital de Chipre, es la ¨²nica capital del mundo dividida. Lo est¨¢ desde 1974, cuando Turqu¨ªa la ocup¨® tras un intento de golpe de Estado de Grecia para anexionarse la isla.
La separaci¨®n la marca la llamada l¨ªnea verde: a un lado est¨¢ la parte grecochipriota del pa¨ªs; al otro, la turcochipriota (un tercio del total). La Rep¨²blica Turca del Norte de Chipre s¨®lo es reconocida por Turqu¨ªa que se ha encargado de que esa enorme bandera se vea desde varios puntos de la isla. La l¨ªnea verde antes no se pod¨ªa atravesar; se empez¨® a abrir en 2004, cuando Chipre entr¨® en la UE. Tres garitas destartaladas funcionan como control de pasaporte. Es imposible colarse.
En la parte grecochipriota de Chipre imperan las tiendas de moda y las terracitas europeas; en la parte turcochipriota los bazares en los que se venden toallas, cortinas, bufandas o cestas de mimbre y las tiendas de marcas falsificadas. Huele a especias y hay bullicio. All¨ª la gente hace vida en la calle. ¡°Por el dem¨¢s, en Nicosia se lleva una vida muy familiar. Yo he notado mucho el cambio porque ven¨ªa de Israel y all¨ª la gente viv¨ªa en la calle¡±, cuenta Jes¨²s Rueda, central pacense de 30 a?os que fich¨® por el Apoel este verano.
En el equipo hay tres espa?oles (Rueda, Lago y Nauzet) y futbolistas de hasta 15 nacionalidades. Son las m¨¢ximas permitidas en la Liga de Chipre, cuyo desplazamiento m¨¢s largo es de hora y cuarenta en autocar. El campeonato empieza en agosto y termina a finales de febrero y se lo disputan 14 equipos. Los que a final de temporada no se juegan las eliminatorias para Europa y para evitar el descenso, montan partidos entre ellos para alargar la temporada.
¡°En el sorteo, la sensaci¨®n era que el Apoel era la cenicienta y que a ver si consegu¨ªa al menos un punto¡ Ahora podemos meternos en Europa [League]. En casa somos un equipo muy complicado, el Dortmund lo pas¨® muy mal aqu¨ª¡ y queremos darle un susto al Madrid. Somos un equipo peque?o, pero nuestra arma en Champions es nuestra casa, nuestra gente y un estadio que aprieta. Aqu¨ª somos otros, no salimos tan a la defensiva¡±, explica Rueda que cuenta sorprendido c¨®mo Chipre vive del f¨²tbol y c¨®mo la afici¨®n se hace notar pese a ser una isla de apenas 1.200.000 habitantes.
El Apoel es el equipo grande de Chipre. ¡°Est¨¢ tan bien estructurado que es el Real Madrid de aqu¨ª, es el club de moda. Para los chipriotas jugar en el Apoel es el reconocimiento mayor. Se est¨¢ construyendo una ciudad deportiva espectacular. En este club hay una persona para cada cosa, hay personal encargado solo de las entradas, para los partidos de fuera y en casa¡±, explica Roberto Lago, en su segunda temporada en el Apoel. Asegura que el f¨²tbol chipriota est¨¢ creciendo y que se sufre en las canchas de los equipos peque?os. ¡°Europa y la Champions son el escaparate. Te dan dinero y reconocimiento y en el club han invertido en cosas importantes¡±.
?C¨®mo acab¨® aqu¨ª? ¡°Mi primera opci¨®n era seguir en Espa?a. Pero no quer¨ªa seguir viviendo con el coraz¨®n en la mano, con el estr¨¦s de pelear por no descender. Antes del Apoel viv¨ª a?os ag¨®nicos y complicados en ese sentido [jug¨® en el Celta y el Getafe]. As¨ª que con 31 a?os me plante¨¦ otra cosa. No contemplaba Chipre pero sali¨® y me ha dado la posibilidad de poner en mi curr¨ªculo que he jugado la Champions y de saber lo que es ganar una liga y no estar siempre sufriendo. Te sientes diferente aqu¨ª, te sientes ganador y sientes que peleas por algo importante. Este es un estr¨¦s distinto: ganar no para no verte abajo sino porque la afici¨®n aprieta y el club te lo exige¡±, resume.
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