El Real Madrid cortocircuita ante el Panathinaikos

El Real Madrid cortocircuit¨® ante el Panathinaikos y concedi¨® su cuarta derrota en nueve jornadas de la Euroliga (82-80). El conjunto de Laso ech¨® por tierra 16 puntos de ventaja (40-56, m. 21) y sucumbi¨® en Atenas tras una p¨¦sima segunda mitad (42-26), en la que emergi¨® con bravura Gist para secundar al exmadridista KC Rivers (20 puntos) en una remontada de car¨¢cter. Las 15 p¨¦rdidas de bal¨®n y el descontrol reboteador (25-15 en los 20 minutos tras el 8-20 inicial) convirtieron en inservible la notable puesta en escena de los blancos.

Con tanta asimetr¨ªa como determinaci¨®n, el Madrid contuvo la efervescencia de Lojeski (ocho puntos en los primeros cinco minutos y despu¨¦s frenazo en seco) y se plant¨® firme en el Oaka. Doncic ejerci¨® de cuatro en defensa para sujetar a Singleton y de todocampista en ataque para liderar a su equipo. El engranaje de Laso comenz¨® a funcionar instant¨¢neamente aunque no fragu¨® el hormig¨®n. Los rebotes de Tavares, la intendencia de Yusta y los puntos de Causeur completaron la presentaci¨®n madridista mientras Calathes intentaba entrar en calor (23-33, m. 11). Llegaba iluminado a la cita el base de Panathinaikos tras fundir al Efes con 29 puntos, 9 rebotes, 10 asistencias y 42 de valoraci¨®n, pero fall¨® en la velocidad de reacci¨®n y los blancos cogieron carrerilla.

A pesar de su quinteto de bajas (Llull, Taylor, Randolph, Ay¨®n y Kuzmic), el Madrid se hizo fuerte bajo los aros y su inopinado dominio reboteador (5-14 en el primer cuarto de hora) le otorg¨® tambi¨¦n el gobierno del tempo de juego. Rechistaron Rivers y Pappas, pero Felipe Reyes elev¨® a¨²n m¨¢s el list¨®n. El capit¨¢n madridista mezcl¨® a la perfecci¨®n con Thompkins y consolid¨® la apuesta blanca y la diferencia (38-51, m. 18). Xavi Pascual no daba con la tecla y la rotaci¨®n de Laso segu¨ªa incorporando productividad.

Acertados y vigorosos, con la perspectiva reconstituyente de un solo partido en 13 d¨ªas, los blancos llegaron al descanso con el optimismo desatado. Con cuatro jugadores con dobles d¨ªgitos de valoraci¨®n (36-74 en el general), mejorando de calle los porcentajes de tiro del rival y con un contundente 8-20 en la estad¨ªstica de rebotes (5-16 en defensa). Para entonces, Tavares, Felipe y Thompkins, por orden de aparici¨®n, eran un muro sin rendijas para un Panathinaikos atribulado (40-54, m. 20). Tan solo las p¨¦rdidas de bal¨®n (siete en la primera mitad, cinco de Doncic) evitaban que el estir¨®n madridista fuera a¨²n mayor. ¡°Sin defensa, el Madrid te castiga¡±, resumi¨® Pascual en el entreacto. Y, a base de intensidad, los locales voltearon la inercia del partido.

Despu¨¦s de que el Madrid alcanzara su m¨¢xima renta lleg¨® la reacci¨®n del conjunto griego. Despertaron los verdes en el rebote ofensivo y subieron el voltaje defensivo. En un santiam¨¦n se pas¨® del 40-56 del minuto 21 al 51-56 del 25. Calathes cogi¨® el yo-y¨® y el Panathinaikos comenz¨® a dinamizar su ataque. Campazzo y Rivers rivalizaron a bingos desde el triple y el ambiente del Oaka comenz¨® a entrar en juego. Doncic se ofusc¨® desde el 6,75 y fall¨® un pu?ado de triples mientras Singleton ajustaba las cuentas (62-62, m. 27).

Un canast¨®n de Campazzo ante Singleton (1,78m frente a 2,06m) sobre el bocinazo del tercer cuarto alivi¨® el parcial para el Madrid tras su horripilante desconexi¨®n, pero el partido qued¨® definitivamente instalado en el alambre. Thompkins volvi¨® a crecerse, pero los de Laso siguieron acumulando p¨¦rdidas de bal¨®n y Gist ya campaba a sus anchas. Un triple de Rivers dio la primera ventaja al Panathinaikos desde el 11-9 del minuto seis y el Madrid entr¨® en la boca del lobo (75-73, m. 36). En el territorio de los valientes reapareci¨® Doncic con un triple estratosf¨¦rico que empat¨® la contienda, pero una p¨¦rdida del esloveno y un triple de Pappas dej¨® el marcador en 80-78 a falta de 22s. Doncic empat¨® desde el tiro libre, Gist devolvi¨® la ventaja a los verdes, y la ¨²ltima posesi¨®n madridista se la jug¨® Thompkins de tres y la estrell¨® en el aro (82-80). Entre Atenas y Podgorica ayer hab¨ªa los 625 kil¨®metros que marca desde siempre la cartograf¨ªa y una distancia sideral, la que separa en estos tiempos a FIBA y Euroliga. Se consum¨® el en¨¦simo episodio autodestructivo de los gestores del baloncesto europeo con la simultaneidad de partidos y el desbarajuste de jugadores y aficionados. Ganaron la selecci¨®n espa?ola y el Panathinaikos. Perdi¨® el baloncesto.