El Girona funde al Espanyol
Un gol de Timor decide un duelo presidido por el acertado despliegue t¨¢ctico gerundense, el desacierto blanquiazul y las protestas de la grada contra su entrenador
El Girona agudiz¨® la angustia del Espanyol. Ya no quedan dudas en Cornell¨¤, ni para Quique S¨¢nchez Flores ni para sus muchachos, mucho menos para la afici¨®n. El conjunto blanquiazul se asoma al pasado, cerca del descenso, lejos de Europa. Todo lo contrario le pasa al Girona. Ni mira al fondo de la tabla, a un punto ya de los puestos que abren la puerta a las competiciones europeas. En los libros de historia quedar¨¢ como una an¨¦cdota que el primer duelo en la ¨¦lite entre el Espanyol y el Girona se jug¨® un lunes, entre la resaca de la jornada del fin de semana y un estadio medio vac¨ªo, cansado del olvido de LaLiga y asqueado del fr¨ªo. Se recordar¨¢, en cambio, que el Girona volvi¨® a Montilivi con los tres puntos en el bolsillo, gracias al gol de Timor.
La palabra proyecto se cuela cada vez que S¨¢nchez Flores abre la boca, una palabra que la temporada pasada generaba ilusi¨®n; esta campa?a, sin embargo, incertidumbre. Una incertidumbre que comienza en el banquillo y se contagia a las gradas. El presidente Chen Yansheng, presente en el palco de Cornell¨¤, asegur¨® en la previa que confiaba en su equipo. Discurso calcado al del t¨¦cnico madrile?o. El problema es que S¨¢nchez Flores solo se encomienda a once futbolistas. No busca variantes, al menos desde una alineaci¨®n que se repite y se repite. El matiz estuvo en las alas, enroque entre los extremos: Piatti (zurdo), a la derecha; Jurado (diestro) a la izquierda. Pero fue eso, solo un matiz, impalpable en el juego blanquiazul. Sin profundidad en las bandas, ni toque en el ecuador, para Baptistao y Moreno era lo mismo estar en el campo que en la grada.
No cambi¨® S¨¢nchez Flores, s¨ª Mach¨ªn. No por placer. No le qued¨® m¨¢s remedio al t¨¦cnico rojiblanco que ten¨ªa a sus tres zagueros titulares en la enfermer¨ªa (Alcal¨¢, Bernardo y Muniesa). Nadie, sin embargo, percibi¨® que el tr¨ªo Ramalho, Juanpe y Timor andaba de estreno en Cornell¨¤. Los mediocampistas rojiblancos disimularon la falta de rodaje de la improvisada defensa de Mach¨ªn. La f¨®rmula, tan simple como eficaz, era desactivar a Darder, acorralar a Jurado. Sin trabajo para custodiar a Bono, los centrales del Girona se animaron a desafiar a Pau. El cuadro rojiblanco estaba encomendado a los remates de media distancia, sobre todo a la estrategia. Avis¨® por duplicado Ramalho, hasta que sobre el pitido del primer tiempo el central vasco volvi¨® a dominar en el ¨¢rea, para que Timor dejaraen evidencia a una dormida defensa blanquiazul.
El gol desactiv¨® al Girona. Los volantes perdieron fuego; Portu y Stuani, movilidad. Pero el Espanyol anda perdido. Pelotazos al cielo, s¨ªmbolo de que andan con la confianza en el infierno. S¨¢nchez Flores mir¨® al banquillo: adentro Hern¨¢n P¨¦rez y Granero. M¨¢s de lo mismo. Pas¨® lo inevitable: la hinchada se cans¨®. Y se escuch¨® desde ¡°Quique vete ya¡± hasta ¡°directiva dimisi¨®n¡±. Seguramente, Chen Yansheng ni se enter¨® de la furia de la afici¨®n; en cambio, ya es imposible disimular el deambular del grupo de S¨¢nchez Flores. El Espanyol que se ide¨® con Europa como objetivo, queda a cuatro puntos de la zona de descenso. El Girona le rob¨® su quimera. El equipo de Mach¨ªn ya le toca los talones al Villarreal, sexto en la tabla. El sue?o del Girona se transform¨® en la pesadilla del Espanyol.
Quique: ¡°Vamos a aguantar la tormenta y a cambiar esto¡±
Pau L¨®pez acab¨® hundido, como todos sus compa?eros, como la afici¨®n blanquiazul, que profiri¨® gritos en contra del entrenador de su equipo Quique S¨¢nchez Flores. ¡°Es una noche mala, muy mala¡±, enfatiz¨® el portero del Espanyol. ¡°Al final, el gol en el minuto 45 nos ha hecho mucho da?o. Las cosas no nos salen bien. El equipo no est¨¢ jugando bien. Apretamos los dientes, pero estamos pasando un mal momento¡±.
Quique S¨¢nchez Flores considera que su equipo vuelve a vivir el estado de ¨¢nimo que tan malos resultados provocaron en el inicio de la campa?a anterior. ¡°Vamos a aguantar la tormenta y a trabajar duro para cambiar esta situaci¨®n. Pasamos por un momento dif¨ªcil que tenemos que superar¡±. Pau L¨®pez incidi¨®: ¡°Al final los que juegan somos los jugadores. El equipo no puede pelear por lo que est¨¢ peleando despu¨¦s del a?o pasado y de lo que se invirti¨® en este equipo. Es un palo duro para todo el mundo y debemos pedir perd¨®n a la afici¨®n¡±.
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