La rev¨¢lida de Messi
El Barcelona se mide con el Chelsea, rival al que La Pulga no ha podido marcar en los ocho encuentros previos
Los futbolistas del Chelsea se congratulaban y abrazaban sobre el c¨¦sped del Camp Nou despu¨¦s de festejar sobre la bocina el tanto de Fernando Torres, ese que les daba el empate y la clasificaci¨®n para la final de M¨²nich de 2012. A escasos metros, Messi se llev¨® las manos a las rodillas, perdi¨® la mirada en cualquier brizna y contuvo como pudo unas l¨¢grimas que borbotaron en el vestuario minutos despu¨¦s y en su casa unos cuantos d¨ªas m¨¢s tarde. Resulta que el larguero escupi¨® su penalti ¡ªdesde entonces vari¨® su modus operandi porque obvi¨® las paradinhas para coger m¨¢s carrerilla¡ª y, despu¨¦s de perder un bal¨®n en la ida que acab¨® en la red de Vald¨¦s, se sinti¨® ¨²nico responsable de la derrota. ¡°Lo pas¨® verdaderamente mal¡±, recuerdan desde el camerino azulgrana. El tiempo y los laureles le devolvieron la sonrisa, pero Leo siempre ha tenido al Chelsea en la cabeza porque, entre otras cosas, no ha logrado marcarle en los ocho partidos ¡ªun triunfo, cinco tablas y dos derrotas¡ª que ha jugado contra los Blues. Ahora, sin embargo, tiene la rev¨¢lida porque el bombo ha deparado que el Barcelona y el Chelsea se midan (la ida en Londres el 20 de febrero; la vuelta el 14 de marzo en el Camp Nou) en los octavos de final de la Champions League. El balance hasta ahora asegura que los dos equipo igualan a victorias (5 y 5) y a empates (5) en 15 patidos.
Aunque de rivalidad moderna porque el Chelsea abandon¨® hace una d¨¦cada y media el apelativo de club peque?o de pijos ¡ªlo que no quita que conquistaran una liga, tres FA Cup y dos Copas de la Liga¡ª para pasar a ser el club millonario de Roman Abramovich, los encuentros contra el Barcelona han deparado momentos irrepetibles, instant¨¢neas para contar batallitas cuando las arrugas se apoderen de la piel. Como la de Messi y su penalti fallido. O como el swing-patapalo de Ronaldinho en est¨¢tico; como el Iniestazo en Stamford Bridge; como el arrebato de Deco tras encajar tres goles en 20 minutos, que tir¨® la bola al suelo y advirti¨® (y cumpli¨®) que regresar¨ªan para ganar; como el ¡°teatro del bueno¡± que enton¨® Mourinho al referirse a La Pulga, por entonces con los tacos de Del Horno clavados sobre la rodilla¡ Roces y goles contados a fasc¨ªculos que este a?o tendr¨¢ su ep¨ªlogo hasta que la fortuna vuelva a emparejarlos.
Conte y su dibujo
Juega este Chelsea de Conte a una velocidad hipers¨®nica, definido a la contra y siempre con el poder¨ªo f¨ªsico por bandera, desplegado en un 3-4-2-1 enga?oso porque por los costados aparecen los carrileros Azpilicueta y Marcos Alonso, tan profundos en ataque como replegados en defensa. R¨¹diger, Christensen y Cahill copan el eje de la defensa con permiso de David Luiz; en el medio Kant¨¦ y Bakayoko imponen sus piernas y m¨²sculos como nadie al tiempo que, unos metros m¨¢s adelante, el exazulgrana Cesc ¡ªa quien el Camp Nou le cogi¨® tirria a pesar de que jug¨® medio a?o infiltrado y de que sus n¨²meros no fueron nada malos¡ª act¨²a de crupier y Hazard se mueve por donde quiere porque le sobra f¨²tbol, estrella con may¨²sculas que convierte un metro o un segundo de ventaja en un castigo dif¨ªcil de digerir porque suma ocho dianas y siete asistencias en este curso. Aunque el gol llega en las botas de Morata, que contabiliza 10 tantos, uno cada 154 minutos. Adem¨¢s, tiene profundidad de banquillo con Pedro (otro exazulgrana en The Bridge), Moses, Willian, Zappacosta...
Muchas armas que fueron insuficientes, en cualquier caso, para superar al Roma en la fase de grupos, incomodado adem¨¢s por el Atl¨¦tico. Pero es un equipo con mucho colmillo como ya demostr¨® en la temporada anterior, campe¨®n de la Premier. Aunque en esta no anda tan fino, ensombrecido por el Manchester City de Guardiola ¡ªdistanciado a 14 puntos¡ª hasta el punto de que el t¨¦cnico advirti¨® que no aspiraba a reverdecer el cetro sino a competir para acabar en plazas de Champions. As¨ª, la desdicha liguera se convierte en necesidad europea, tambi¨¦n en exigencia de Abramovich.
¡°Es un sorteo duro porque es uno de los rivales m¨¢s dif¨ªciles que nos pod¨ªa tocar¡±, reflexion¨® Valverde; ¡°es un equipo muy complicado, con un f¨ªsico muy fuerte y trabajado en lo t¨¢ctico¡±. Se sum¨® Sergi Roberto: ¡°Son muy duros pero estamos animados y contentos, tenemos ganas de empezar a jugar¡±. Conte tambi¨¦n habl¨® desde la ciudad deportiva de Cobham: ¡°A estas alturas de la competici¨®n, tienes que estar preparado para medirte con cualquiera y frente al Bar?a lo importante es jugar al 120%¡±. A buen seguro que Messi tambi¨¦n lo estar¨¢, aunque ahora anda un poco preocupado porque su amigo Pepe Costa est¨¢ hospitalizado por una lesi¨®n. Pero hasta febrero falta mucho y Leo espera, de una vez para siempre, romper su gafe ante el Chelsea.
El ¡®Spanish Chelsea¡¯ de Conte
Cuando Ben¨ªtez lleg¨® a Merseyside a su equipo se le bautiz¨® desde los medios de comunicaci¨®n Spanish Liverpool porque fich¨®, entre otros, a Luis Garc¨ªa, Antonio N¨²?ez, Josemi y Morientes, despu¨¦s acompa?ados por Xabi Alonso, Arbeloa, Reina, Albert Riera y Fernando Torres. Ahora, aunque no tan exagerado, se podr¨ªa llamar al conjunto de Cobham Spanish Chelsea, dado que tiene en sus filas a Azpilicueta, Marcos Alonso, Cesc, Pedro y Morata, cinco jugadores que cuentan para Conte.
¡°Hay compa?eros de la selecci¨®n y estamos contentos de volver a verlos, pero esperemos que nos dejen ganar¡±, resolvi¨® con humor Sergi Roberto. Aunque para Cesc y Pedro a¨²n ser¨¢ m¨¢s emocionante, toda vez que volver¨¢n al Camp Nou por primera vez desde que dejaron el Barcelona, el primero en 2016 tras 323 encuentros de azulgrana y 99 goles; el segundo en 2014 despu¨¦s de 151 encuentros, 42 tantos y 46 asistencias de gol.
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