Un Bar?a casi perfecto
El equipo de Valverde, capaz de plantarle cara a todos los reveses, completa una primera vuelta sin derrotas y mantiene el ritmo en Europa y en la Copa del Rey
El Bar?a ha completado una vuelta liguera sin error: 51 puntos; acaso las tablas concedidas frente al Atl¨¦tico, Valencia y Celta. Lo mismo sucede en Europa y en la Copa. Una ronda casi perfecta que equipara al equipo de Valverde con el de Vilanova en 2012-2013, que logr¨® 55 puntos de 57 posibles con unos jugadores que reivindicaban su protagonismo por encima del de Guardiola, valedor por su parte de una serie de 52 puntos (2010-11). Todo un ¨¦xito para el Bar?a si se tiene en cuenta la agitaci¨®n que asolaba al club tras la marcha de Neymar al PSG. ¡°Despu¨¦s de la Supercopa, pensamos que todo nos ir¨ªa al rev¨¦s¡±, concede Busquets. Alba no lo ve igual: ¡°Hubo muchos cambios, faltaba conocernos con los nuevos y que el m¨ªster cuadrara al equipo. Ya dije que no tuvi¨¦ramos dudas¡±. Valverde encontr¨® soluciones a los problemas tras positivar las cosas en lugar de practicar el victimismo o la grandilocuencia.
Inmune a los reveses. El adi¨®s de Neymar sumi¨® al Bar?a en una gran convulsi¨®n e incertidumbre. El ¨¢rea deportiva se sinti¨® exigida a fichar con inmediatez y a cualquier precio para negar que el equipo hab¨ªa tocado fondo antes de empezar el curso. Al brasile?o le reemplaz¨® Demb¨¦l¨¦ (105 millones m¨¢s 42 en variables) y ahora Coutinho (120 m¨¢s 40), jugadores todav¨ªa por descubrir porque las lesiones han condicionado al franc¨¦s, y el brasile?o est¨¢ en fase de recuperaci¨®n. ¡°El club ha hecho un gran desembolso porque ha entrado mucho dinero ¡ª222 de la venta de Neymar¡ª, pero en ning¨²n caso hemos comprometido nuestra estabilidad econ¨®mica", se?alan desde el Camp Nou. No fue el ¨²nico entuerto porque tambi¨¦n se disput¨® un duelo a puerta cerrada contra Las Palmas por los incidentes del refer¨¦ndum del 1 de octubre ante la amenaza de la Liga de restarles seis puntos como sanci¨®n. La plantilla, reacia a entrar en una dimensi¨®n que no pod¨ªa controlar, vot¨® por jugar y demostr¨® un compromiso con el triunfo, por m¨¢s que a Piqu¨¦ se le escaparan las l¨¢grimas de tristeza. La voluntad de vencer tambi¨¦n se aprecia en los resultados: el equipo no perdi¨® ninguno de los cinco partidos que empez¨® perdiendo ¡ªgan¨® dos y empat¨® tres.
¡°No pensar m¨¢s all¨¢¡±. Un d¨ªa despu¨¦s de caer con estr¨¦pito ante el Madrid en la Supercopa, Valverde entr¨® al vestuario y habl¨® de f¨²tbol y sobre todo del siguiente encuentro, lejos de mencionar t¨ªtulos y objetivos de grandeza. ¡°La clave ha sido no pensar m¨¢s all¨¢¡±, subray¨® el t¨¦cnico en Anoeta. Jugaba a contracorriente y le ha salido de maravilla porque el equipo ha sido capaz de arreglar los desaguisados de otros a?os, como superar a la Juve, descifrar al Celta y rebatir a la Real. ¡°Se habl¨® de ir partido a partido, sabiendo que lo estamos haciendo bien, con una idea clara como hasta ahora¡±, desvela Alba. Aunque esa idea fuera rompedora. Cada encuentro es un reto; cada situaci¨®n adversa un desaf¨ªo. La fe y la ambici¨®n son innegociables.
Messi al cuadrado. Desde que Rijkaard reverdeciera la piedra filosofal de Cruyff con el 4-3-3, en el Bar?a se hizo una exigencia desplegarse con este sistema, tal y como defendieron Guardiola, Vilanova, Martino y Luis Enrique. Pero Valverde, condicionado por el adi¨®s de Neymar y avalado por los resultados, ha variado la hoja de ruta para instalar a veces el 4-4-2, para articular el f¨²tbol alrededor de Messi, primer hombre en la presi¨®n que queda liberado cuando la pelota entra en campo propio, tambi¨¦n enganche en el ataque, inicio y punto final. Leo, m¨¢s l¨ªder que nunca ¡ªse vio en el entreacto de Anoeta c¨®mo interven¨ªa ante el grupo tras la arenga de Piqu¨¦¡ª, asume que el f¨²tbol pasa por sus botas del mismo modo que entiende que no es un problema descansar en la Champions en Tur¨ªn o reposar cuando los encuentros est¨¢n decididos, s¨ªntoma de madurez cuando con Luis Enrique no llegaron a las manos por poco tras sentarle en Anoeta.
Poder en las ¨¢reas. ¡°Aunque no lo parezca por los riesgos que asumimos con las l¨ªneas adelantadas, tenemos la sensaci¨®n de que defensivamente hay pocos como nosotros; somos dif¨ªciles de batir, como dice el m¨ªster¡±, argumentan desde el club. Valverde decidi¨® trabajar desde el inicio la presi¨®n avanzada para negar el f¨²tbol a los rivales, para desplegarse a trav¨¦s de la pelota. Tambi¨¦n compact¨® las l¨ªneas y Ter Stegen, inmenso, ha hecho el resto. El equipo ha recibido nueve tantos en la Liga, el segundo tras el Atl¨¦tico (8), y alejado del tercero, el Legan¨¦s (14). Se da la misma gloria en el ¨¢rea contraria, donde el Bar?a suma 52 goles, 12 m¨¢s que el Valencia y 20 m¨¢s que el Madrid. No es de extra?ar que Messi sea el Pichichi con 17 dianas, seguido por Luis Su¨¢rez (13), que empez¨® el curso re?ido con el gol pero que ha recuperado su voracidad a la que han remitido su lesi¨®n. A su punter¨ªa se suma Paulinho (8), que juega a otra cosa porque no tiene el toque ni la precisi¨®n exigida, pero cuenta con una llegada imponente y efectiva.
Rotaciones y brillanteces. Valverde ha hecho part¨ªcipes del equipo a todos a excepci¨®n de Arda Turan, que baj¨® los brazos y ya est¨¢ en Turqu¨ªa La idea del t¨¦cnico era sumar ingredientes y ha dado en el clavo con la figura del tercer delantero, siempre una sorpresa para el rival porque en ocasiones es un medio con m¨²sculo como Paulinho, a veces es otro con pausa como Andr¨¦ Gomes, o un tercero con profundidad y repr¨ªs como Deulofeu, incluso un ¨²ltimo como Denis, que aporta estilo y juego entre l¨ªneas. El t¨¦cnico, adem¨¢s, ha recuperado a adeptos para la causa como Iniesta, que con Luis Enrique quedaba reservado para las grandes citas sin continuidad alguna, o Alba, explosivo y vertical como el primer a?o, ahora socio de Leo. ¡°El m¨ªster gestiona perfectamente a la plantilla. Y el equipo responde jugando a un gran nivel¡±, se?ala el lateral. Las peque?as sociedades ¡ªAlba-Messi, o Sergi Roberto-Su¨¢rez o Paulinho-Messi¡ª alimentan al grupo mientras Valverde interviene en los momentos decisivos de los partidos, ya sea con un cambio o una orden, aun cuando se desnaturalice el equipo; prevalece la solidez y el ser compactos. Y de momento le sale casi perfecto.
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