Primero Hans y luego Joan, la historia de un emprendedor amante del f¨²tbol

Joan Gamper (Winterthur, Suiza; 1877 ¨C Barcelona, 1930) fue esencialmente un apasionado del deporte en general ¨Cpractic¨® el ciclismo y el rugby, entre otros¨C y un amante, en particular, del f¨²tbol, al que jug¨®, y muy bien, y del que termin¨® erigi¨¦ndose una sus grandes figuras mundiales. Fundador del Zurich, primero, y del Barcelona, despu¨¦s, ciudad adem¨¢s a la que quedar¨ªa ligado para siempre. Gamper, l¡¯inventor del Bar?a (Lavinia Producciones, 2018) es una aproximaci¨®n a su figura y a su legado a trav¨¦s de los ojos de sus tres nietos, Manel, Xavi y Emma Gamper.

El documental, dirigido por Jordi Ferrerons, fue presentado este lunes en el Teatro Romea, muy cerca del lugar en que en su d¨ªa se situaba el Gimnasio Sol¨¦, donde un joven de apenas 22 a?os entonces llamado Hans fund¨® junto a un grupo de amigos y conocidos el FC Barcelona en 1899. Desplazado a la costa mediterr¨¢nea para hacer negocios, su ¨²nica inquietud era jugar a f¨²tbol, como lo hab¨ªa estado haciendo desde hac¨ªa a?os, as¨ª que como no hab¨ªa equipo en el que hacerlo, cre¨® uno de la nada.

Con un relato en el que se entremezclan im¨¢genes actuales y otras de la Barcelona de los a?os 20, la pel¨ªcula (podr¨¢ verse el pr¨®ximo martes 23 por TV3 y Bar?aTV a las 22.00) se adentra en los aspectos menos conocidos de la vida de este emprendedor, que con 18 a?os ya hab¨ªa dado origen al nacimiento del club de f¨²tbol en su ciudad, Zurich, pues en Suiza la fiebre por el f¨²tbol se extendi¨® casi tan r¨¢pido como en Inglaterra y en los a?os 70 ya era un deporte bastante popular. Nada que ver con la Espa?a de finales del siglo XIX.

Gamper, de quien solo se conserva una foto en los ¨¢lbumes familiares ¨Cque ¨¦l mismo confeccion¨®¨C jugando a f¨²tbol hizo mucho m¨¢s que marcar goles y crear el FC Barcelona. Sus nietos, que supieron con bastante tardanza qu¨¦ hab¨ªa hecho el abuelo, qui¨¦n hab¨ªa sido y c¨®mo hab¨ªa fallecido, lamentan el tab¨² que se impuso en casa tras su suicidio y la escasa relevancia que se dio a su figura durante a?os despu¨¦s de que Barcelona asistiera a unos funerales multitudinarios en su adi¨®s.

Gamper, que fue presidente de la entidad hasta en cinco ocasiones, siempre que las cosas ven¨ªan mal dadas, dedic¨® 30 a?os de su vida al club, aun estando en la sombra. Estuvo detr¨¢s de la construcci¨®n del primer estadio azulgrana, en la calle Industria: un campo para 20.000 espectadores ¨C¡°Le llamaron loco¡±, recuerda Manel y eso que termin¨® llen¨¢ndose a cada ocasi¨®n¨C; tambi¨¦n detr¨¢s de la decisi¨®n de cambiar a Les Corts, estadio que ¨¦l mismo pag¨® en parte; acept¨® a rega?adientes que sus jugadores se convirtieran en profesionales y abraz¨® el catalanismo hasta el punto de cambiarse el nombre de Hans por el de Joan. Un partido en 1925 para el que hizo una invitaci¨®n inocente ¨Cconvid¨® al estadio a unos comerciantes ingleses atracados en el puerto de Barcelona y estos se trajeron su banda de m¨²sica¨C acab¨® marcando su declive. La banda, por iniciativa propia, hizo sonar antes del inicio del partido los himnos espa?ol y brit¨¢nico. Y el himno nacional fue silbado por la afici¨®n en las gradas. En plena dictadura de Primo de Rivera. Se orden¨® el cierre del estadio durante seis meses. Y Gamper tuvo que salir del pa¨ªs, tachado como catalanista separatista.

Pudo regresar al cabo de unos a?os, con condiciones, claro. Ya no volver¨ªa a tener ninguna vinculaci¨®n con el club, cuyo trofeo estival hoy lleva su nombre, como lo lleva la ciudad deportiva construida en Sant Joan Desp¨ª y una calle de la ciudad desde 1934. El crack del 29 lo termin¨® de hundir. Ten¨ªa acciones en la Bolsa de Nueva York y, como estrategia empresarial, decidi¨® comprar m¨¢s en lugar de vender. Se arruin¨®. ¡°En casa se impuso la ley del silencio¡±, cuentan sus nietos, de tan preocupado como andaba con los negocios. Poco despu¨¦s se mat¨® de un disparo en su casa de Barcelona. Cuando en 1958 se empez¨® a construir en nuevo estadio se especul¨® con ponerle el nombre del fundador del club. Pero Gamper hab¨ªa sido una figura inc¨®moda para el franquismo. Y la sola intenci¨®n de hacerle un homenaje a su figura fue vetada por el R¨¦gimen. Sus nietos todav¨ªa esperan que aquel estadio que se qued¨® ¡°sin nombre¡± recuerde alg¨²n d¨ªa al hombre que empez¨® un proyecto hoy convertido en uno de los clubes de f¨²tbol m¨¢s grandes, ambiciosos, exitosos y populares del mundo. ¡°Creo que si viera en qu¨¦ se ha convertido esto ahora, se asustar¨ªa¡±, dice Xavi Gamper con una sonrisa.