El Espanyol acaba con la imbatibilidad del Barcelona

Un suplente con buenos apuntes de futbolista, blanquiazul desde prebenjam¨ªn y de nombre Melendo, acab¨® con la condici¨®n de invicto del Barcelona. La derrota azulgrana fue insospechada y sorprendente por el momento, por el estadio y por el partido, soso y comprimido, resuelto en dos jugadas opuestas: Diego L¨®pez le par¨® un penalti a Messi y Melendo meti¨® su primer gol como profesional cuando el partido expiraba en la mejor ocasi¨®n del Espanyol. El error del 10 anim¨® a los blanquiazules y desmoraliz¨® a los azulgrana, que se fueron del encuentro de mala manera, conformes con el 0-0. No ca¨ªa el Bar?a desde la Supercopa, invicto durante 29 partidos, abatido en una cancha de la que nunca hab¨ªa salido vencido desde que se inaugur¨® el RCDE Stadium. Nadie hubiera dicho que se disputaba un derbi hasta que err¨® Messi a no ser por la bronca de la hinchada y los desplantes de los futbolistas con un ¨¢rbitro calamitoso: De Burgos Bengoetxea. La pasi¨®n solo se advirti¨® en la fiebre de la grada y en las faltas: 18 del Espanyol por 7 del Bar?a.

Ambos entrenadores hab¨ªan coincidido en alinear a un solo delantero, los dos s¨ªmbolos de sus respectivos clubes: Messi y Gerard Moreno. La diferencia estaba en el despliegue de los equipos, m¨¢s ambicioso el azulgrana (4-3-3) que el blanquiazul (4-5-1), especialmente resguardado, muy protegido por dentro, pendiente de las aceleraciones del 10 o falso 9 del Bar?a. El Espanyol pensaba sobre todo en el Barcelona, y en el 5-0 que tom¨® en el Camp Nou en la Liga, y el Bar?a en cambio ten¨ªa muy presente el partido de vuelta y la visita el domingo al Villamar¨ªn. Las precauciones eran muchas y las rotaciones trascendentes porque no formaban Alba, ni Rakitic, ni Luis Su¨¢rez. Los planes del entrenador auguraban un partido muy apretado, propicio para las fricciones, expectante la afici¨®n con la capacidad de desequilibrio de Gerard Moreno y de Messi.

El 10 del Barcelona recib¨ªa con facilidad mientras que la pelota no llegaba hasta el 7 del Espanyol. A los muchachos de Quique les costaba salir con el bal¨®n desde su cancha, empotrado por los azulgrana, reiterativos con las llegadas de Messi. Al rosarino, sin embargo, le faltaba la punter¨ªa para rematar el control de partido y caudal de juego de su equipo, como si le fallara la referencia de la porter¨ªa o extra?ara a Luis Su¨¢rez. No respond¨ªan tampoco los futbolistas de Quique S¨¢nchez Flores a la arenga de su hinchada, brava y al tiempo grosera con los insultos hacia el Bar?a y Piqu¨¦.

La resistencia local

El Espanyol solo se anim¨® un poco cuando quiso apreciar que no era el d¨ªa de Messi. No es que tomara la cancha azulgrana sino que se estir¨® un poco, y propici¨® una cierta retirada del Barcelona. Ya no presionaban tanto los azulgrana ni sufr¨ªan los espa?olistas alrededor del marco de Diego L¨®pez. Ambos parec¨ªan conformes con lo que pasaba a la espera del descanso y de que los t¨¦cnicos pintaran un nuevo encuentro con los cambios, expectantes como estaban jugadores como Su¨¢rez o Leo Baptistao.

El brasile?o sali¨® nada m¨¢s reanudarse el partido en sustituci¨®n de Darder, un cambio que invitaba a los blanquiazules a estirarse y a activar a Gerard Moreno. Las mejores ocasiones, sin embargo, continuaban siendo del Bar?a, aireado desde el flanco derecho por Sergi Roberto. El lateral cay¨® derribado por Aaron Mart¨ªn cuando enfilaba el ¨¢rea y el ¨¢rbitro le perdon¨® la expulsi¨®n y fue punteado despu¨¦s por Granero. El colegiado pit¨® penalti y entonces apareci¨® la figura de Diego L¨®pez. El meta aguant¨® y adivin¨® el tiro de Messi, abajo y a la izquierda del portero, el costado habitual del 10. El mejor jugador del mundo no es un especialista desde el punto de penalti: tres aciertos y tres errores en la temporada 2017-2018. El acierto de su guardameta, que ya le par¨® una penal m¨¢xima al argentino en el Villarreal, levant¨® el ¨¢nimo del alica¨ªdo Espanyol.

Messi se qued¨® parado, solo y fuera del partido, incluso ya con Luis Su¨¢rez. Los azulgrana se encogieron despu¨¦s de la retirada de los inocuos Ale?¨¢ y Denis Su¨¢rez, y los blanquiazules levantaron la cabeza, fortalecidos por su ejercicio de resistencia, revitalizados por Diego L¨®pez. Al ejercicio de supervivencia solo le faltaba el gol de la victoria para cuadrar el partido perfecto, el derbi so?ado, una situaci¨®n ideal para la aparici¨®n de un perico como Melendo. El joven volante remat¨® una excelente jugada de V¨ªctor S¨¢nchez y Marc Navarro. Un tanto que sabe a gloria para el Espanyol porque acab¨® con la condici¨®n de invicto del Bar?a y le concede esperanzas de eliminar al campe¨®n de Copa en el Camp Nou.