No, Froome no piensa aceptar una sanci¨®n de seis meses (o eso dice)
El caso de dopaje del ganador de cuatro Tours se alarga durante meses alimentado m¨¢s por los falsos rumores que por las certezas
Como si fuera lo m¨¢s normal del mundo, todos los d¨ªas Chris Froome informa con detalle de sus actividades, de sus entrenamientos terribles en Sud¨¢frica, de c¨®mo le gustan los pl¨¢tanos a su hijo, de lo bien que se lo pasa preparando la temporada ciclista que deber¨ªa ser la de su quinto Tour y que deber¨ªa comenzar para ¨¦l el 14 de febrero en la Vuelta a Andaluc¨ªa, y de las ganas que tiene de correr el Giro, la carrera que, ignorante de su positivo, le ofreci¨® dos millones de euros por participar.
El uso del condicional en la agenda del mejor ciclista del mundo denota, sin embargo, que no todo es tan normal como ¨¦l quiere hacer creer con sus v¨ªdeos en Instagram, sus mensajes en Twitter y sus descargas en Strava de jornadas ag¨®nicas de entrenamiento que suman m¨¢s de 3.500 kil¨®metros en bicicleta. Mientras ¨¦l permanece aparentemente aislado en su ?frica, el ruido crece en la vieja Europa, donde todo el mundo del ciclismo habla y opina sobre su caso de dopaje. Habla todo el mundo, salvo las fuentes oficiales de los sectores implicados (UCI, equipo Sky y su abogado, ciclista), que prefieren expresarse en globos sonda lanzados por, siempre, ¡°personas del entorno¡±.
¡°El Sky deber¨ªa haber suspendido a Froome y no dejarle correr hasta que no haya una decisi¨®n sobre su caso¡±, ha declarado el franc¨¦s David Lappartient, presidente de la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI), quien incluso ha llegado a aventurar que apoyar¨ªa a cualquier organizador de carreras que decidiera vetar a Froome para evitar casos como el de Alberto Contador, despose¨ªdo a posteriori de un Giro que corri¨® y gan¨® estando a¨²n en los tribunales el caso de su clembuterol. Directores y corredores de equipos rivales repiten en privado que a Froome las autoridades deben tratarle como a los dem¨¢s y que al ciclista italiano Diego Ulissi se le sancion¨® nueve meses por un caso similar. En p¨²blico ha hablado Romain Bardet, el ciclista franc¨¦s que termin¨® tercero el pasado Tour (tras Froome y Ur¨¢n) y que ha se?alado que le extra?ar¨ªa que no sancionaran a Froome.
Un ruido no muy agradable para sus o¨ªdos, generado por el reglamento antidopaje, que no prev¨¦ una suspensi¨®n provisional para algunos productos de la lista, por los tiempos lentos con que se mueven las resoluciones federativas en casos de dopaje y por las complejas particularidades del control positivo por exceso de salbutamol (2.000 nanogramos, el doble del l¨ªmite permitido del antiasm¨¢tico) de Froome el 7 de septiembre pasado, tras la disputa de la 18? etapa de la Vuelta.
La ¨²nica declaraci¨®n oficial del Sky y de Froome tuvo lugar en el 13 de diciembre, cuando se hizo p¨²blico el positivo. Froome dijo que solo hab¨ªa hecho lo que le dijo el m¨¦dico y el equipo ratific¨® su declaraci¨®n. El resto son mensajes contradictorios enviados por personas cercanas a los protagonistas seg¨²n los periodistas que las escriben. Uno cont¨® que Froome se pas¨® inhalando Ventol¨ªn no durante la etapa, sino al terminar, para no toser mucho en la rueda de prensa y evitar que todos se enteraran de su catarro. Otro se?al¨® que la causa del positivo era la deshidrataci¨®n. Despu¨¦s cambi¨® el argumento: una enfermedad renal ten¨ªa la culpa de que de un d¨ªa para otro Froome pasara de 100 a 2.000 nanogramos en su orina. En ambos casos, la disculpa era peor que el positivo: el 7 de septiembre no fue un d¨ªa de calor, por un lado, por otro, una enfermedad renal le habr¨ªa impedido rendir y le habr¨ªa obligado a retirarse. La ¨²ltima sonda ha sido la de que Froome, acuciado por su esposa y m¨¢nager, Michelle Cound, estar¨ªa negociando aceptar una sanci¨®n de seis meses por ¡°negligencia¡±, que le permitir¨ªa reaparecer el 21 de marzo. Tard¨® un par de horas solo Froome en desmentir por Twitter una informaci¨®n que se contradir¨ªa con los intentos del Sky y su car¨ªsimo abogado, Mike Morgan, para conseguir una absoluci¨®n absoluta, la ¨²nica salida aceptable por un equipo cuyo reglamento interno le obliga a despedir a cualquier ciclista sancionado por dopaje.
Han pasado cuatro meses y 10 d¨ªas desde el 20 de septiembre de 2017, el ¨²ltimo d¨ªa que Froome disput¨® una carrera (tercero en el Mundial contrarreloj), justo el d¨ªa que el servicio legal antidopaje de la UCI (LADS), notific¨® a Froome su positivo.
El expediente sigue a¨²n en manos del LADS, que espera la respuesta cient¨ªfica del ciclista y que despu¨¦s consultar¨¢ con el abogado externo Antonio Rigozzi si se le sanciona. Si Froome acepta la decisi¨®n del LADS, se cierra el caso. Si no, decidir¨ªa el Tribunal Antidopaje de la UCI, cuya decisi¨®n ser¨ªa recurrible ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS). Y todo ello llevar¨ªa meses.
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