El Manchester City abusa del Basilea

En menos de media hora el Manchester City solvent¨® la eliminatoria de octavos ante el Basilea como dicen las pel¨ªculas de vaqueros que se ganaban los duelos en el lejano oeste: acertando con el disparo, no ganando el desenfunde. Y entre suizos e ingleses hay un mundo de distancia en cuanto a armas, p¨®lvora y punter¨ªa. Justo todo lo que determina cualquier contienda. Eso s¨ª, aunque el combate termin¨® resuelto por KO, el Basilea le marc¨® algo la cara a un City desastroso en defensa, que si bien ayer se libr¨® de besar la lona, no encontrar¨¢ m¨¢s pu?os blandos en las siguientes fases.

Y es que Oberlin pudo transformar el partido si hubiera acertado en mano a mano ante Ederson a las primeras de cambio. No lo hizo, e inmediatamente el City respondi¨® con un cabezazo de G¨¹ndogan en la salida de un c¨®rner al primer palo que abri¨® la goleada que estaba por llegar. La jugada la arranc¨® Fernandinho, acompa?ante del alem¨¢n junto a De Bruyne en un centro del campo en el que Guardiola no aline¨® a Silva y donde brill¨® el 8 del City.

Trenzaban mejor y con elegancia los citizen, pero el Basilea se mov¨ªa igual que una lagartija sin cola. Mordido pero orgulloso, el equipo suizo segu¨ªa tratando de aprovecharse de una cadena constante de errores en la salida del bal¨®n de los centrales ingleses. Otamendi y Kompany no brillan por su capacidad para trasladar la pelota entre ra¨ªles. Pero es f¨¢cil entrar en el golpe a golpe cuando se tiene tanto fondo de armario.

Bernardo Silva, con un zurdazo que resbal¨® entre los guantes aceitosos de Vaclik, y Ag¨¹ero, con un disparo colocado desde fuera del ¨¢rea ante el que el portero checo hizo la estatua, dieron carpetazo a un partido mucho menos excitante de lo que registr¨® el marcador. El segundo gol de G¨¹ndogan, que lleg¨® por medio de un disparo colocado tan pl¨¢stico como letal, fue como una canasta de tres desde campo propio.

Tan clara hab¨ªa quedado la charla, que a media hora del final Guardiola se dedic¨® a dar descanso a jugadores como De Bruyne o Sterling, dos de sus mayores obras en este nuevo City. Pero en su lugar entraron San¨¦ y Silva, dos zurdos con duende, que mantuvieron el calibre de la apuesta.

La verdadera medida del equipo celeste se encuentra en los cuartos traseros. De su capacidad para comportarse con la misma jerarqu¨ªa en defensa que en ataque depender¨¢ su continuidad en la Champions. Lo que est¨¢ claro es que ante el Basilea puede permitirse recibir alg¨²n peque?o golpe inofensivo en el ment¨®n.