Neymar regatea, pero Cristiano remata cinco veces m¨¢s
El portugu¨¦s toca 48 balones menos que el brasile?o, pero se mueve m¨¢s cerca del gol y finaliza de manera m¨¢s efectiva el juego del equipo
Celebr¨® el vestuario del Madrid la victoria por 3-1 contra el PSG en la ida de los octavos de Champions con gritos de rabia contenida. Saben que queda la vuelta en Par¨ªs y nadie se f¨ªa. Los m¨¢s felicitados fueron Cristiano, Asensio, Lucas y Nacho. ¡°Neymar es un crack¡±, comentaban los futbolistas del Madrid despu¨¦s del partido. El brasile?o, que recibi¨® un abrazo de consuelo de CR, se cambi¨® la camiseta con Sergio Ramos y fue directo a su vestuario. Recordaban ayer en el equipo blanco la familiaridad con la que entraba el pasado verano a la caseta blanca despu¨¦s del cl¨¢sico en Miami. El mi¨¦rcoles por la noche estuvo distante despu¨¦s del partido.
El duelo del Bernab¨¦u lo gan¨® Cristiano Ronaldo. Toc¨® 48 balones menos que Neymar, pero remat¨® cinco veces m¨¢s (diez por dos) y anot¨® un doblete. El primer gol fue de penalti, el segundo de rebote, con la rodilla dentro del ¨¢rea. Un gol a lo Ra¨²l, por piller¨ªa y porque el portugu¨¦s estaba donde hab¨ªa que estar. El mapa de calor del partido evidencia que Cristiano se movi¨® de manera intensiva por el ¨¢rea rival y el punto de penalti.
Neymar, en cambio, ocup¨® toda la zona de la izquierda desde medio campo para arriba y parte de la derecha. La influencia que tuvo en el juego y en el resultado, sin embargo, fue bastante m¨¢s limitada. Cre¨® tres ocasiones de gol, pero remat¨® una sola vez a puerta. Apenas se asoci¨® con sus compa?eros de ataque. No dio ni recibi¨® ning¨²n pase de Cavani, tampoco recibi¨® ninguno de Mbapp¨¦ al que s¨ª le pas¨® siete veces la pelota. El que m¨¢s le busc¨® fue Yuri (22 pases) y a quienes m¨¢s busc¨® Neymar fue a Dani Alves y a Yuri (8).
Buscando protagonismo
Zidane advert¨ªa en la v¨ªspera que el partido no era un duelo entre Neymar y Cristiano sino entre el Madrid y el PSG. Sin embargo, los focos estaban puestos en el portugu¨¦s y en el brasile?o. Primero porque algunos consideran al segundo como el relevo natural de CR en el Madrid; segundo porque el portugu¨¦s lleva meses reclamando un sueldo a la altura del de Neymar (y de Messi). Tercero porque los dos futbolistas son la estaci¨®n final del juego de su equipo. Cristiano cumpli¨® su parte con efectividad y sin recibir una sola falta. El despliegue de Neymar fue m¨¢s vistoso (llev¨® a cabo 13 regates, por ejemplo, pero en zonas poco peligrosas).
El brasile?o de 26 a?os se march¨® del Barcelona porque quer¨ªa tener protagonismo, porque no quer¨ªa vivir a la sombra de Messi, porque quer¨ªa ser la estrella y no una entre otras y porque quer¨ªa canalizar el juego de su equipo. En el Barcelona el juego no terminaba en ¨¦l, o al menos no siempre. En el PSG el mi¨¦rcoles ¨¦l parec¨ªa ser el ¨²ltimo paso, aunque result¨® est¨¦ril. Bien porque no tiene alrededor la misma estructura que en el Bar?a, bien porque el tridente de ataque del equipo franc¨¦s cada vez est¨¢ m¨¢s desconectado. Eso result¨® evidente en el Bernab¨¦u.
222 millones le cost¨® Neymar al PSG. El due?o del club galo, que desembolsar¨¢ otros 180 para Mbapp¨¦ (est¨¢ cedido con una opci¨®n de compra), quer¨ªa reforzarse para conseguir la Champions. El camino, a falta del partido de vuelta, se le ha puesto cuesta arriba. Tambi¨¦n a Neymar, que jug¨® tan desquiciado que vio amarilla en el minuto 15 por darle una patada por detr¨¢s a Nacho. Dej¨® filigranas, demostr¨® su habilidad en el uno contra uno y rapidez con el bal¨®n en el pie, pero no logr¨® que se materializara su incidencia en el juego. O, al menos, no tanto como Cristiano.
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