El Real Madrid impone sus galones ante el Iberostar Tenerife y se clasifica para la final de la Copa del Rey

El Real Madrid disputar¨¢ en Las Palmas su 46? final en 82 ediciones de la Copa del Rey, la sexta en los siete a?os de Pablo Laso en el banquillo. Una memorable trayectoria competitiva que se enfrenta al reto may¨²sculo de enlazar cinco t¨ªtulos consecutivos, algo inalcanzable desde hace 35 a?os, cuando el Bar?a enlaz¨® seis coronas entre 1978 y 1983. Hito que no logra el club blanco desde 1975 en tiempos de Pedro Ferr¨¢ndiz. Sucumbi¨® el Iberostar Tenerife ante el gobernador del torneo, liderado por Doncic y Rudy. Se impuso el inabarcable ataque madridista a la encomiable defensa insular. Ser¨¢ la 19? final sobre 27 posibles con Laso al frente de la pizarra blanca. Un ciclo que cambi¨® el rumbo del club con 13 t¨ªtulos coleccionados hasta la fecha en seis a?os y ocho meses.

El Madrid, que pas¨® 19 a?os sin ganar la Copa hasta la llegada del entrenador vitoriano en 2011, busca ahora completar un lustro de campeonato con su 28? trofeo copero. Esta vez el camino a la final no tuvo mayor sobresalto que el de enderezar un comienzo destemplado ante un equipo entusiasta que choc¨® finalmente con un muro. Todo en un partido extra?o; con solo 5 asistencias del Madrid, con una recuperaci¨®n del Iberostar, pero con un dominio progresivamente incontestable del campe¨®n, que ataj¨® a Ponitka con Taylor y a Fran V¨¢zquez con Randolph. No hubo margen a la sorpresa.

La afici¨®n chicharrera apenas tard¨® cuatro minutos en entonar el ¡°?s¨ª se puede!¡± tras el comienzo optimista de los aurinegros, que ejerc¨ªan de locales en el marcador y en la grada (17-9, m. 7). Pero, con el paso de los minutos el Madrid impuso sus galones y la fuerza de un repertorio lujoso. Recurri¨® Laso a Carroll y Felipe para equilibrar las cuotas de car¨¢cter y puntos, pero pes¨® mucho m¨¢s la aparici¨®n de Fran V¨¢zquez. Con 10 puntos en siete minutos, el p¨ªvot de Chantada consolid¨® la puesta en escena de los de Katsikaris y exigi¨® a Laso una revisi¨®n de planes. A¨²n no hab¨ªa despertado Ponitka y el Iberostar presum¨ªa de diversidad de recursos. Sin embargo, siete puntos consecutivos de Carroll, en una de sus afamadas rachas, y una penetraci¨®n de Doncic le bastaron al Madrid para rearmarse. Solo una canasta in extremis de Beir¨¢n mantuvo a los insulares por delante antes del entreacto (38-37, m. 20).

El Iberostar era un plan colectivo que dominaba el rebote gracias a Abromaitis y Tobey (21-19) y mov¨ªa m¨¢s y mejor el bal¨®n (11-3 en el apartado de asistencias). El Madrid era una suma de inspiraciones epis¨®dicas en la que tan solo Carroll y Doncic produc¨ªan a buen ritmo. Tan solo en 1 de 12 en triples (2 de 21 al final) lastraba la estad¨ªstica del cuadro isle?o. Tavares no encontraba su capacidad de influencia y Campazzo buscaba a¨²n su br¨²jula canchera, pero el campe¨®n estaba a tan solo un punto de su rival. El base argentino comenz¨® a reclamar galones cuando, a los tres minutos de la reanudaci¨®n, se lanz¨® sin freno a la canasta tinerfe?a y sac¨® la tercera falta al San Miguel. El viento comenz¨® a cambiar de bando.

Tras cuatro puntos seguidos de Campazzo, Thompkins fall¨® el triple que hubiera colocado al Madrid seis arriba. Pero, para entonces, el Facu ya se hab¨ªa hecho con los mandos y Doncic no ten¨ªa ant¨ªdoto. V¨¢zquez regres¨® a la pista para dar amparo al Iberostar y volvi¨® activar su aportaci¨®n de forma instant¨¢nea aunque, esta vez Thompkins y Randolph le aguantaron el pulso. La productividad silenciosa y crucial de Rudy hizo el resto. Un rebote, una recuperaci¨®n, una falta recibida y cuatro puntos del mallorqu¨ªn en los ¨²ltimos dos minutos y medio del tercer cuarto permitieron a los de Laso tomar posiciones rumbo al tramo final (49-56, m. 30). El parcial de 0-8 con el que los blancos iniciaron el ¨²ltimo acto, coronado por el tercer triple de Rudy, descosi¨® definitivamente la moral tinerfe?a. Dos bingos madridistas m¨¢s desde el 6,75 (Thompkins y Doncic), sellaron el triunfo blanco rumbo a la final de la Copa del Rey en la que buscar¨¢n su quinta corona consecutiva.