¡°Alemania entendi¨® que el ¨²nico f¨²tbol de ¨¦xito era el que jugaban el Bar?a y Espa?a¡±
El exinternacional germano, precursor de Lahm y Kimmich, reflexiona sobre la evoluci¨®n del f¨²tbol en su pa¨ªs y en Espa?a a lo largo de las ¨²ltimas cinco d¨¦cadas
La gente se detiene a saludar a Paul Breitner (Kolbermoor, Baviera, 1951) con la cortes¨ªa debida a los pr¨®ceres locales. Sentado en el sal¨®n del hotel Kempinski de M¨²nich como si fuera en el porche de su casa, el futbolista rebelde por antonomasia de los a?os 70 ha recortado su melena pero conserva en la mirada el destello salvaje con que levant¨® dos Ligas, cinco Bundesligas, una Eurocopa, una Champions y una Copa del Mundo en 1974. En v¨ªsperas del Espa?a-Alemania del pr¨®ximo viernes pocos veteranos pueden hablar con m¨¢s conocimiento de causa del recorrido futbol¨ªstico de ambos pa¨ªses a lo largo del ¨²ltimo medio siglo. ?l lo hace en perfecto castellano.
Pregunta. ?Qu¨¦ recuerda de Bernab¨¦u?
Respuesta. Don Santiago ha sido el ¨²nico sabio en mi vida. La persona sobre todas las otras personas. Un gran coraz¨®n y una gran inteligencia. Contra lo que se piensa, no era un hombre pol¨ªtico. Si no le has conocido, no sabes nada de Bernab¨¦u. Le¨ª que era un tirano, que era dif¨ªcil, que era injusto... Fue la persona m¨¢s justa que conoc¨ª. Cuando llegu¨¦ a Madrid ¨¦l ten¨ªa 80 a?os y era capaz de hablar durante tres horas ante una asamblea. Estaba en una gran forma f¨ªsica y mental. Era humilde. Trataba con gran respeto a cada empleado: igual a un directivo que a un jardinero.
P. Se ha identificado a Bernab¨¦u con un l¨ªder autoritario en sinton¨ªa con un r¨¦gimen fascista. Usted llevaba el pelo cardado como un pantera negra, le¨ªa los diarios del Che Guevara y no se separaba del Libro Rojo de Mao. ??l no le hizo ning¨²n comentario sobre la conveniencia de cambiar de imagen?
R. ?Nada de nada! Al final de nuestra primera charla me dijo: "?Eh, t¨²!, ?Paul!, eres cojonudo. Estoy seguro que har¨¢s honor a tu aspecto: jugar¨¢s por el Madrid como un guerrero. Eres alguien que lucha por su club. ?Ya me has convencido!¡±. La gente no sabe nada de Bernab¨¦u. A ¨¦l no le gustaba la popularidad ni la vida p¨²blica. Era introvertido, estaba a la defensiva. Ni caudillo, ni tirano, ni desagradable. Era cien por ciento al rev¨¦s.
P. ?De qu¨¦ hablaron cuando se conocieron?
R. Me dijo: ¡°Paul, por favor, sabes que tenemos un equipo muy viejo...¡±. Hab¨ªa cinco o seis jugadores con m¨¢s de 34 a?os: Amancio, Grosso, Zoco¡ ¡°Queremos crear un nuevo equipo alrededor tuyo¡±, me dijo. ¡°Por favor: terminemos la primera temporada a diez puntos del Bar?a, la segunda a cinco, y a la tercera atacamos el t¨ªtulo". ?Y qu¨¦ pas¨®? ?Que ganamos la primera temporada con 12 puntos de ventaja al Zaragoza y 13 al Bar?a! Y la segunda con 5. Al acabar la segunda temporada Agust¨ªn Dom¨ªnguez, el secretario general, me llam¨® a su despacho para entregarme los sellos para salir de Espa?a de vacaciones y me ofreci¨® una p¨¢gina para firmar. ¡°?Qu¨¦ es esto?¡±, pregunt¨¦. ¡°La prolongaci¨®n de tu contrato por cuatro a?os m¨¢s¡±. Yo no entend¨ªa: ¡°?Quieres que firme as¨ª, ahora? ?Este es mi futuro y el futuro del club!¡±. ?l me interrumpi¨®: ¡°?Quieres m¨¢s dinero?¡±. ¡°?Nada de dinero! Solamente no quiero decidir mi futuro aqu¨ª en cinco minutos. ?Por favor Agust¨ªn! Deja el papel y cuando regrese de vacaciones vamos a esperar a Don Santiago a que venga de Alicante y celebraremos y firmaremos este contrato¡±. Sal¨ª de vacaciones y pens¨¦ por primera vez en mi futuro. Despu¨¦s de algunos d¨ªas le dije a mi mujer: ¡°Oye, no vamos a firmar este contrato. ?Yo debo salir!¡± Espa?a estaba cerrada por la dictadura y no pod¨ªa estudiar, no pod¨ªa trabajar ni hacer otros negocios. ?Nada! Yo estaba acostumbrado a hacer cosas adem¨¢s de jugar al f¨²tbol.
P. ?Qu¨¦ cosas?
Don Santiago Bernab¨¦u ha sido el ¨²nico sabio en mi vida. Ni caudillo, ni tirano, ni desagradable. Cien por ciento al rev¨¦s
R. En Alemania trabajaba 14 horas al d¨ªa. Estudiaba, trabajaba y adem¨¢s jugaba en el Bayern. Y de un momento al otro me encontr¨¦ en una vida de oro. Sin responsabilidad, adem¨¢s de entrenar. Mi ¨²nico deber era recoger a mis ni?as de la escuela, llevarlas a casa y ya est¨¢. Nada m¨¢s. Si mi mujer ten¨ªa un problema en la cocina llamaba al club y en cinco minutos ven¨ªan a repararlo. No ten¨ªa nada, nada que hacer. Solamente entrenar. Jug¨¢bamos el domingo, el lunes entren¨¢bamos un poquito, el martes una hora, el mi¨¦rcoles hora y media, el jueves ba?o y masaje, el viernes preparaci¨®n con partido de 11 contra 11, el s¨¢bado 45 minutos de entrenamiento y concentraci¨®n en el hotel Monterreal. ?Y en el verano seis o siete semanas de vacaciones! Al final de mis primeras temporadas en el Bayern no ten¨ªa m¨¢s de seis o siete d¨ªas de vacaciones! En la temporada 73-74, el a?o del Mundial, jugu¨¦ 110 partidos. En la pretemporada hicimos 29 partidos en 31 d¨ªas. ?Ahora no juegan nada comparado con aquello! En el Bayern ni una temporada jugamos menos de 90 partidos porque deb¨ªamos ganar dinero. El 98% de los ingresos del club eran por la venta de billetes. Solo ten¨ªamos 17-18 jugadores, no 25 como ahora. Y solo 13-14 eran capaces de ser titulares. As¨ª es que yo jugaba cada partido. Viaj¨¢bamos 320 d¨ªas por a?o.
P. ?Qu¨¦ estudiaba?
R. En mi primer a?o en el Bayern empec¨¦ a estudiar psicolog¨ªa, filosof¨ªa y pedagog¨ªa para minusv¨¢lidos. Tuve que interrumpir los estudios cuando me fui a Madrid. Era una vida impresionante: una jaula de oro. G¨¹nter Netzer y yo ¨ªbamos tres veces por semana a Cerebro: nuestra discoteca. Regres¨¢bamos a las tres de la madrugada a casa, nos levant¨¢bamos a las diez, empez¨¢bamos a las 11 y a las 14:15 ya estaba de vuelta. Comida, siesta y despu¨¦s, "?qu¨¦ hacemos con las ni?as?" Circo, parque de atracciones... Lo ¨²nico que pude hacer es aprender el espa?ol. Ese fue todo mi trabajo. Lo hice solo durante las primeras siete semanas en el Eurobuilding. Estudiaba andando en mi habitaci¨®n, cinco horas al d¨ªa. Recordando el lat¨ªn. Hab¨ªa estudiado lat¨ªn durante nueve a?os. El 75% de mi espa?ol ha sido recordar mis lecciones de lat¨ªn.
P. Usted acababa de ganar el Mundial de Alemania jugando como lateral. Pero en el Madrid jug¨® en el mediocampo. El Madrid nunca antes hab¨ªa fichado a un lateral extranjero.
R. Hubo grandes problemas. Miljanic era el seleccionador de Yugoslavia y qued¨® eliminado del Mundial en octavos contra nosotros, en D¨¹sseldorf. Ganamos 2-0. Yo marqu¨¦ un gol; el otro lo meti¨® Gerd M¨²ller, como en la final. Miljanic estaba contratado por el Madrid desde hac¨ªa meses. Regresando a M¨²nich despu¨¦s del partido hubo un encuentro con Bernab¨¦u y Miljanic le present¨® su lista de jugadores: el n¨²mero uno era Paul Breitner. Hubo directivos en esa reuni¨®n que se opusieron: ¡°?Usted quiere a ese comunista? ?Se?or Miljanic! ?Usted quiere que fichemos a un maoista! ?Eso nunca!¡±. Miljanic se reafirm¨®: ¡°?Aqu¨ª manda el m¨ªster!". Hizo como Pep Guardiola en M¨²nich: ¡°?Thiago o ninguno!¡±. Miljanic insisti¨®: ¡°Se pueden olvidar de todos los otros pero yo quiero a Breitner¡±. Un directivo le replic¨®: ¡°El Madrid nunca ha fichado un lateral. ?C¨®mo vamos a fichar un lateral?¡±. Milhanic los enfrent¨®: ¡°?No ten¨¦is ni puta idea!¡±. ?l me hab¨ªa visto como juvenil: yo en la selecci¨®n Sub-21 de Alemania siempre jugaba como centrocampista ofensivo. Cuando Miljanic me fich¨® para el Madrid me dijo: ¡°Aqu¨ª ya no eres lateral¡±.
P. ?Y Bernab¨¦u qu¨¦ dijo en esa reuni¨®n?
R. Bernab¨¦u interrumpi¨®? sus directivos: "Paren, paren... Se?or Miljanic: ?Tiene usted amigos en Alemania? Nosotros no tenemos ni idea de la persona. A m¨ª no me interesa si es comunista o si es lateral. Me interesa saber qu¨¦ clase de persona es ¨¦l". Miljanic hizo las consultas y se lo comunic¨®: "Don Santiago, en Alemania todos me dicen que no es una persona f¨¢cil pero debe tener car¨¢cter porque es el ¨²nico que siempre, al presidente del Bayern, al entrenador y a todo el mundo les dice: ?No!¡¯ y ¡®?Por qu¨¦?¡¯¡±. Don Santiago no quiso saber m¨¢s: ¡°Ok, c¨®mpralo¡±.
Era milagroso ver a los espa?oles construyendo equipos grandes y luego ser incapaces de ganar con su selecci¨®n.
P. ?Se arrepinti¨® de dejar el Madrid en 1976?
R. A lo mejor era demasiado joven. Llegu¨¦ con 22 a?os. Si hubiera llegado dos, tres o cuatro a?os m¨¢s tarde, a lo mejor hoy ser¨ªa presidente del Madrid. Despu¨¦s de la muerte de Franco habr¨ªa tenido la posibilidad de trabajar, de hacer negocios. Yo quer¨ªa hacer algo m¨¢s por mi cerebro. Por la ¨¦tica de la vida. Por los cambios. ?Me gusta cambiar de actividad cada dos horas!
P. En 2009 advirti¨® que Espa?a ganar¨ªa la Copa del Mundo y que Alemania le seguir¨ªa. ?En qu¨¦ punto cree que se encuentran estas dos selecciones y hacia d¨®nde cree que va el f¨²tbol?
R. En 2010 Alemania estaba aprendiendo lo que ocurr¨ªa en Barcelona. Yogui L?w [actual seleccionador alem¨¢n] y otros entrenadores influyentes entendieron que el f¨²tbol del Bar?a era el f¨²tbol del futuro. El ¨²nico que puede producir ¨¦xitos. No tengo ni idea lo que vendr¨¢, pero llevamos diez o doce a?os en la misma l¨ªnea: todo el que quiera ganar algo importante debe jugar el f¨²tbol que practica el Bar?a y la selecci¨®n espa?ola. A eso le puedes a?adir la mentalidad alemana, la inglesa o la francesa. Pero la ¨²nica f¨®rmula de verdadero ¨¦xito es esa. Hace diez a?os, ahora y en la pr¨®xima d¨¦cada.
P. ?Qu¨¦ destaca del nuevo estilo de Alemania?
R. Lo m¨¢s importante es que los equipos salen a ganar, no a defender. No van a la obra. No van al trabajo. No van a reaccionar ante aquello que creen que les propondr¨¢ el contrario. En mi ¨¦poca plante¨¢bamos los partidos en funci¨®n del contrario, sin derecho a producir ideas, sin libertad. Esa forma de ver el juego dur¨® hasta el a?o 2000. Ahora los jugadores son m¨¢s libres y m¨¢s responsables. No solo se responsabilizan de contrarrestar al rival sino de controlar lo que sucede en una zona del campo y en cada momento del partido. Los jugadores deciden cu¨¢ndo acelerar, cu¨¢ndo contemporizar, d¨®nde y c¨®mo defienden. Pueden idear soluciones, pueden decidir con intuici¨®n, pueden ser m¨¢s espont¨¢neos. Antes pesaba m¨¢s lo que dec¨ªa el m¨ªster durante la semana: ¡°Jugamos as¨ª; primero hacemos esto y despu¨¦s lo otro¡±. Eran planteamientos r¨ªgidos. Ahora hay una forma fija de defender y el ataque es m¨¢s din¨¢mico. Mi definici¨®n de t¨¢ctica moderna es orden en defensa y caos en ataque. Los equipos que son capaces de hacer esto salen a ganar. El Bar?a, la selecci¨®n espa?ola y los otros equipos espa?oles han cambiado de mentalidad y han comenzado a competir para ganar. Antes los espa?oles sal¨ªan al campo a dar un espect¨¢culo, a demostrar lo que pod¨ªan hacer con el bal¨®n frente a un contrario. No pensaban en ganar. Este es el secreto de los ¨¦xitos del f¨²tbol alem¨¢n. Nosotros vivimos y estamos educados para practicar todos los deportes para ganar. Metemos a nuestros hijos a las pistas de atletismo, a las piscinas y a las canchas no para que disfruten. Just for fun. ?No! Queremos que nuestros hijos hagan deporte para que aprendan a ganar.
P. Usted ha dicho que le gusta leer en lat¨ªn y en griego a los fil¨®sofos cl¨¢sicos, a Plat¨®n y a Cicer¨®n. Y dice que lo hace para aprender. ?Qu¨¦ tiene que ver intentar ganar con intentar aprender?
Yo jugaba de volante ofensivo hasta que Udo Lattek me puso de lateral. En un Hannover-Bayern de 1971 naci¨® el juego de Lahm, de Kimmich, de Alba, de Alaba, de Ramos¡
R. El lema de mi vida lo aprend¨ª con 13 a?os. Estudiaba griego antiguo. En los primeros meses aprend¨ª mi lema. Lo dec¨ªan los sofistas: Epimeleia heautou, ¡°preoc¨²pate por ti mismo¡±. Y en Delfos, en el or¨¢culo, sobre el templo de Apolo, donde estaba la pitia, dec¨ªa: gn¨®thi seaut¨®n. ¡°Con¨®cete a ti mismo". El tercer lema lo conceb¨ª yo: ¡°?Haz algo! ?Siempre!¡±. Esos griegos me ense?aron que intentara vivir una vida feliz haciendo un deporte. ?Qu¨¦ te hace feliz? Ganar. Tener un d¨ªa de felicidad, de ganas de vivir. Si pierdes m¨¢s de la mitad de las veces el deporte no te har¨¢ nunca feliz. Los espa?oles aprendieron lo que era falso de las ¨²ltimas d¨¦cadas: salir al campo a exhibirse. Eso cambi¨® totalmente cuando los jugadores comprendieron que no hace falta jugar con diez amigos. Basta con jugar con colegas que tengan el mismo objetivo. Para m¨ª lo milagroso no es que Espa?a gane t¨ªtulos. Lo milagroso era ver a los espa?oles construyendo equipos grandes que no ganaban nada. En los 70, en los 60, el Bar?a, el Atl¨¦tico, el Athletic, el Madrid... No ganaban nada. En pocas semanas aprend¨ª por qu¨¦. Una vez est¨¢bamos en el vestuario del Madrid y los jugadores elegidos para ir con la selecci¨®n dec¨ªan: ¡°?He! ?Qu¨¦ hacemos? ?Vamos o no? Yo no. Yo no voy. Yo no voy a jugar con esos gilipollas del Bilbao, del Bar?a... ?Nunca!¡±. Lo mismo ocurr¨ªa en los otros vestuarios: ¡°?Yo jugar con los madrile?os? ?Nunca!¡±. Cuando aprendes que no necesitas amigos, solo colegas que respetes, entonces descubres la llave del cambio de mentalidad. Eso, sumado a la idea de crear un nuevo estilo: el Bar?a de Guardiola era Brasil con m¨¢s fuerza, con m¨¢s movimiento, m¨¢s velocidad, y, sobre todo, con m¨¢s condici¨®n f¨ªsica.
P. ?El tiki-taka es m¨¢s f¨ªsico de lo que parece?
R. Nadie repara en la resistencia. Xavi, Iniesta, Thiago, Javi Mart¨ªnez, Bernat¡ Son capaces de correr cinco horas sin parar. Los centrocampistas espa?oles comprendieron que ellos tambi¨¦n son parte del orden defensivo.
P. Hoy no hay grandes equipos sin laterales creativos. ?Qu¨¦ papel tuvo usted en esta transformaci¨®n?
R. Yo fui el pionero. En Hannover. A principios de 1971. Yo era centrocampista en el Bayern y cinco horas antes del partido Udo Lattek me lo consult¨®: ¡°Paul, tenemos muchos lesionados, h¨¢game el favor de jugar de lateral¡±. Yo nunca quise ser lateral. Me repugnaba. Los laterales eran tipos duros que solo ten¨ªan que marcar a un rival sin m¨¢s derechos que defender. Yo interpret¨¦ el puesto a mi manera. Udo Lattek dijo que nunca vio a nadie jugar tan bien en ese puesto. En ese Hannover-Bayern naci¨® el juego de Lahm, de Kimmich, de Alba, de Alaba, de Ramos¡ En todos los pa¨ªses vemos jugadores as¨ª: cuando se ordenan son laterales y cuando comienza el caos son centrocampistas o delanteros. Fue un cambio en materia de derechos: ese d¨ªa los laterales adquirieron m¨¢s derechos. No se puede jugar bien al f¨²tbol sin laterales como Lahm.
P. ?Tiene Kimmich la estatura futbol¨ªstica de Lahm?
R. Es su sucesor. Tiene un gran nivel. Sentido t¨¢ctico, comprensi¨®n de los momentos del partido, intuici¨®n para cambiar el ritmo. Cuando imaginamos a Lahm imaginamos al jugador experto de 29, 30 a?os o m¨¢s. No hablamos del lateral de 21. Yo veo a Kimmich y tiene las mismas cualidades de Lahm. Puede o no desarrollarlo. Pero con 21 a?os tiene todo para ser el segundo Lahm.
P. Usted gan¨® el Mundial en 1974 y lleg¨® a la final de 1982, pero en 1978 Alemania hizo un torneo mediocre. ?Qu¨¦ se necesita para cubrir ese salto generacional que te permite competir en Mundiales de forma continuada?
Ahora no necesitas un nueve como Mandzukic, Ibra o G¨®mez. Necesitas hombres con gran t¨¦cnica y movilidad .
R. Necesitas 40-50 futbolistas en cada generaci¨®n. Ahora empezamos a entrenar a los juveniles con esas ideas y esas estructuras. Ya no tenemos altibajos. Una generaci¨®n son tres a?os. En Alemania los ciclos eran de seis a?os. Tres a?os de alza y tres de bajada. Ya no. De la Sub-18 a la Sub-21, en Espa?a y en Alemania, no ves altibajos. Hemos aprendido. Hemos llegado al nivel de Espa?a en Brasil y ahora estaremos al mejor nivel posible en los pr¨®ximos 5-6 a?os. Los ingleses todav¨ªa no lo han aprendido. Necesitar¨ªan 10 o 15 a?os para desarrollar juveniles como nosotros. Nosotros ahora tenemos m¨¢s jugadores seleccionables. En 2014 hab¨ªa una buena plantilla de 22. Ahora la calidad es mejor y en lugar de 22 son 35.
P. En la Eurocopa de 2016, L?w intent¨® jugar con un nueve cl¨¢sico, Mario G¨®mez, y el equipo no funcion¨®. ?Convendr¨ªa prescindir de la figura del?nueve?
R. No. El problema del Barcelona fue jugar sin?nueve, sin hombre de punta. Por eso baj¨® el nivel del Bar?a cuando se fueron Eto¡¯o, Henry, o Ibrahimovic. Guardiola pensaba que podr¨ªa jugar con un falso nueve. Esa ha sido la diferencia en el periodo 2012-15. Por eso ganamos el Mundial de Brasil. Porque nosotros jugamos pensando en atacar. En marcar. Fuimos m¨¢s concretos.
P. Pero el gol de la final lo meti¨® G?tze, uno que pasar¨ªa por falso nueve.
R. G?tze no es?nueve pero se aprovech¨® del movimiento de los delanteros. No necesitas un nueve como Mandzukic, Ibrahimovic o G¨®mez. No necesitas un punta as¨ª. Ahora necesitas hombres con gran t¨¦cnica y movilidad, alguien con quien puedas jugar. Alguien como Rummenigge en mis tiempos. ?l bajaba al mediocampo pero cuando hab¨ªa que hacer un gol estaba siempre en el ¨¢rea. En el momento justo. Yo siempre sab¨ªa a d¨®nde se mov¨ªa para pasarle el bal¨®n. Si le daba diez balones tendr¨ªamos nueve oportunidades de marcar. Por eso el 90% de las veces jugaba con ¨¦l. Aunque tuviera que driblar a tres contrarios.
P. ?Qu¨¦ jugador tiene Alemania que sea del perfil de Rummenige?
R. Thomas M¨¹ller siempre est¨¢ donde debe de estar. Es un goleador. Sabe crear situaciones para otros. Es otro tipo de futbolista pero por sus movimientos es capaz de generar las mismas situaciones. Sin ser tan r¨¢pido ni driblar como hac¨ªa Rummenigge.
P. ?Timo Werner se ha consolidado como goleador?
R. A ver lo que pasa en los pr¨®ximos a?os. Tiene todo para ser una gran estrella. Pero he visto tantos y tantos grandes talentos, con mucho m¨¢s talento que yo, y el 99% de ellos no llegaron a ser grandes figuras. Timo es un gran jugador. Como Gnabry, como Goretzka¡ Son grandes talentos. A lo mejor, estrellas. Pero no se sabe.
P. Thiago Alc¨¢ntara es el relevo natural de Xavi en la selecci¨®n. ?C¨®mo le ve en el Bayern?
R. Espa?a necesita una mezcla entre los?iniestas y los j¨®venes. Ese es el secreto. Thiago ha aceptado hacerse un 15% alem¨¢n para vivir con la responsabilidad de un centrocampista. Mirarle es un gran gusto cuando tiene un gran d¨ªa. Sensacional. Ha aprendido a aceptar c¨®mo funciona el Bayern y el trabajo en el centro del campo.
P. ?Qu¨¦ espa?ol le entusiasma m¨¢s?
R. Sergio Ramos. Porque no solamente marca y te mata en su ¨¢rea. Porque le puedes ver atacando en el ¨¢rea contraria. Una y otra y otra vez. ?l tambi¨¦n puede crear, iniciar el juego, combinar pases cortos y largos, conducir r¨¢pido, abrir l¨ªneas con su zancada por el mediocampo. ?l es el alma del Madrid. CR7 marca los goles pero el hombre clave es Ramos. Desde hace muchos a?os.
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