Hodeg lidera a los millennials del ciclismo colombiano
El gigantesco sprinter, de 21 a?os, se impone en Calella y es el primer l¨ªder de la Volta
Haci¨¦ndole ya viejo, y a¨²n no ha cumplido los 24 a?os, un nuevo sprinter colombiano ha ocupado el lugar en la punta del pelot¨®n de Fernando Gaviria, ca¨ªdo y herido hace unos d¨ªas. Se llama ?lvaro Hodeg (as¨ª escrito: se pronuncia Jodche, como si se escribiera Hodge, que es como se deber¨ªa escribir), tiene 21 a?os, y no llega de los altiplanos ni de las cordilleras, sino de la costa caliente y atl¨¢ntica, de Monter¨ªa, territorio Sin¨², donde se asent¨® hace m¨¢s de un siglo su tatarabuelo, que lleg¨® de Escocia a buscar fortuna Mide casi 1,90 y pesa sus 80 kilos, o cerca, ideal para la Par¨ªs-Roubaix, la carrera con la que sue?a. Corre, como todos los r¨¢pidos con futuro, para el Quick Step, y tres d¨ªas despu¨¦s de conseguir su primera victoria profesional, en una cl¨¢sica belga nada menos, repiti¨® triunfo en la primera etapa de la Volta a Catalunya, largo sprint, una recta kilom¨¦trica, en la Nacional II que atraviesa Calella, que recorri¨® a 70 por hora a la rueda del luxemburgu¨¦s Bob Jungels, que se sacrific¨® por ¨¦l.
El ciclismo de Colombia es un prodigio en perpetuo estado de aceleraci¨®n, y de reproducci¨®n de portentos. Ya les lleg¨® el turno a los millennials.
La v¨ªspera del comienzo de la Volta, en uno de esos hoteles de playa de Calella tan desoladores, Jarlinson Pa¨ªs Pantano, de Cali, donde la salsa, toma un caf¨¦ rodeado de tres ciclistas que le escuchan embobados. Pantano, el que fue ¨²ltimo lanzador de Contador en su Angliru de despedida, no ha cumplido a¨²n los 30 a?os, pero parece un veterano de varias guerras al lado de los chavalillos que intentan entresacar gotas de sabidur¨ªa y consejos de las palabras que pronuncia. Ninguno de ellos ha cumplido los 22, pero ya huelen a figuras. De todos ellos se escribir¨¢n l¨ªneas y m¨¢s l¨ªneas, y ellos quiz¨¢s ya lo sepan. Solo falta en el grupo Egan Bernal, de Zipaquir¨¢, que duerme en otro hotel.
Todos sufren en sus nombres y apellidos de la incuria que parece inherente a los funcionarios de los registros civiles latinoamericanos a la hora de ubicar haches y otras letras rebeldes en los nombres angl¨®fonos que eligen para los j¨®venes. Uno, Jhonatan (as¨ª escrito) Narv¨¢ez, acaba de cumplir 21 a?os, es ecuatoriano y andino, de Sucumb¨ªos, con lo que, se puede decir, es, cicl¨ªsticamente, colombiano. Otro es Jhojan (as¨ª) Garc¨ªa. Tiene 20 a?os. Es de Fusa (Fusagasug¨¢), vecino de Lucho Herrera, al que ve casi todos los d¨ªas. Por las ma?anas, Lucho, de pocas palabras siempre, le dice, ?ad¨®nde vas?; por las tardes, ?de d¨®nde vienes? ?tomamos un tinto? ¡°Y en Navidades me invita a un asado y me cuenta sus historias en el Tour y en la Vuelta que gan¨®, y crezco ciclista oy¨¦ndolo¡±, dice. El tercero era Hodeg, que perdi¨® en el registro el apellido de su padre y no parece tener por recuperarlo m¨¢s prisa que la que demuestra para convertirse en uno de los grandes del ciclismo mundial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.