Del Potro, el coleccionista de trofeos

Que hoy d¨ªa Juan Mart¨ªn del Potro pueda sostener una raqueta en las manos es un milagro. Que hoy d¨ªa el argentino est¨¦ levantando trofeos, el ¨²ltimo de ellos el Masters 1000 de Indian Wells, era una utop¨ªa hace poco m¨¢s de un a?o, cuando ya hab¨ªa pasado tres veces por el quir¨®fano para remediar su mu?eca izquierda y sopesaba la retirada. Y que hoy d¨ªa el de Tandil, seis del mundo ahora y 29 a?os, sea capaz de tumbar a Roger Federer en un gran escenario y vaya haci¨¦ndose hueco en las alturas tiene un significado: hay vida m¨¢s all¨¢ del suizo y Rafael Nadal, m¨¢s all¨¢ de los m¨¢s fuertes.

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Del Potro se impone a Federer en la final de Indian Wells

Del Potro ya no camino solo

¡°Es incre¨ªble todo lo que me est¨¢ pasando en los ¨²ltimos tiempos. Estuve a punto de dejar el tenis y todo ha cambiado¡±, expresaba despu¨¦s de batir a Federer en un pulso fabuloso en el que anul¨® tres bolas de partido. Hablaba exultante Delpo, que poco antes de ponerse delante del micro hab¨ªa pasado por el vestuario, se hab¨ªa rociado de champ¨¢n y hab¨ªa empapado desde un jacuzzi a los miembros de su equipo t¨¦cnico. Sobraban razones, porque con el t¨ªtulo en el Valle de Coachella, el primero de un 1000 para ¨¦l, hab¨ªa cerrado un c¨ªrculo con el que siempre hab¨ªa so?ado.

¡°Me sigo sorprendiendo a m¨ª mismo y quiero seguir sorprendiendo. He ganado pr¨¢cticamente todo lo que quer¨ªa¡±, ampliaba el tenista, ya con uno de los expedientes m¨¢s brillantes del circuito porque en su vitrina lucen trofeos de todas las categor¨ªas: un Grand Slam (el US Open de 2009), un 1000, nueve ATP 500 y once ATP 250. Es decir, pese a la dichosa lesi¨®n en la mu?eca y todos los sinsabores que componen su trazado, Del Potro vive sumergido en un sue?o que comenz¨® hace un par de a?os, cuando reapareci¨® de la nada y logr¨® la plata en los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo y m¨¢s tarde el laurel de la Copa Davis con su pa¨ªs.

¡°Ese fue el punto de inflexi¨®n¡±, precisa el ganador de 22 t¨ªtulos, el sexto jugador en activo m¨¢s premiado y, hoy por hoy, seguramente la alternativa m¨¢s s¨®lida a los cuatro gigantes. A todos ellos los ha batido ¡ªsiete veces a Federer, cinco a Nadal, cuatro a Djokovic y tres a Murray¡ª, con una especial fijaci¨®n con el primero, derrotado en cuatro de las siete finales que ambos han disputado hasta ahora. ¡°Es incre¨ªble lo que est¨¢ haciendo¡±, valoraba Federer, que en la pr¨®xima cita, Miami, deber¨¢ alcanzar al menos los cuartos de final para conseguir retener el n¨²mero uno de la ATP.

De Acapulco a California, 11 triunfos consecutivos

¡°Aprecio mucho lo que est¨¢ haciendo porque yo tambi¨¦n he sufrido una lesi¨®n de larga duraci¨®n y s¨¦ lo dif¨ªcil que es volver a la ¨¦lite. Juan Mart¨ªn est¨¢ jugando a un magn¨ªfico nivel y es uno de los rivales que m¨¢s habr¨¢ que tener en cuenta en los pr¨®ximos torneos¡±, ampliaba Federer, imbatido esta temporada hasta que en su camino se cruz¨® la torre que ahora gana todav¨ªa m¨¢s altura y se erige como la principal amenaza, y es que no hay tenista que m¨¢s intimide a los cuatro fant¨¢sticos del Big Four que el pegador argentino.

Con la victoria en Indian Wells, el sudamericano se ha impuesto ya nueve veces a un n¨²mero uno y firm¨® su 11? triunfo consecutivo, enlazando dos ¨¦xitos seguidos: el previo, en Acapulco, y este ¨²ltimo en el desierto californiano. No lograba algo as¨ª desde finales de 2012, cuando encaden¨® Viena y Basilea. Sigue creciendo Del Potro, enga?oso siempre, porque detr¨¢s de esa aparente apat¨ªa, de ese caminar lento y los gestos desidiosos, existe un animal competitivo. ¡°Es emocionante verse ah¨ª arriba, pero lo m¨¢s importante es la salud¡±, transmite con precauci¨®n, siempre alerta porque el destino le ha transformado en un campe¨®n cauto.

Esta temporada, con Sebasti¨¢n Prieto como t¨¦cnico, su nombre vuelve a figurar en las quinielas. En su en¨¦simo renacer, el argentino pretende rebatir a los grandes y seguir sacando brillo a una trayectoria que, de no haber sido por las lesiones, seguramente hubiera sido m¨¢s reluciente. En cualquier caso, cuando se habla de ¨¦l, el ¨¦xito no se mide por lo que ha ganado, sino por los obst¨¢culos que ha superado. Con la derecha m¨¢s demoledora de todo el circuito, el gigant¨®n de Tandil tiene todav¨ªa mucho que decir.