Amorebieta, todo al Rojo
Tras dejar el Athletic por la puerta de atr¨¢s y pasar por Inglaterra, el jugador ha renacido en Argentina
En 15 d¨ªas Marcelo Bielsa perdi¨® las dos finales, la de la Copa del Rey, contra el Barcelona, y la de la Europa League, contra el Atl¨¦tico de Madrid. Estaba profundamente frustrado con los jugadores que rozaron la excelencia en el Athletic Club. As¨ª se lo hizo saber al colectivo en la charla posterior en Lezama filtrada a la prensa a¨²n no s¨¦ con qu¨¦ objetivo. All¨ª el rosarino se mostr¨® decepcionado, sobre todo, con los jugadores que cit¨® como emblema, con los que sintonizaba emotivamente y habl¨® de De Marcos, Muniain, Susaeta y Fernando Amorebieta.
Bielsa necesitaba en el campo el coraz¨®n de este ¨²ltimo. Un central que defiende por intimidaci¨®n. De los que no se arrugan. Mucho m¨¢s que eso en realidad. Tanto que se trata del jugador m¨¢s expulsado de la historia del club. Contundente en exceso, pero con una zurda s¨®lida que permit¨ªa una m¨¢s que aceptable salida de bal¨®n. A Bielsa le serv¨ªa y le encarg¨® el marcaje de Falcao en la final de la Europa League. En el minuto seis, Amorebieta resbal¨® en el ¨¢rea y el colombiano aprovech¨® para colarla en la escuadra. Imagino que por eso lo nombr¨® en la recordada charla, que por cierto consigui¨® elevar al Loco a rango de deidad entre los habituales de San Mam¨¦s.
El caso es que algo se debi¨® de romper. El segundo a?o de Bielsa fue malo, peor para Amorebieta. El Athletic Club present¨® una oferta que no convenci¨® al central y acab¨® sus d¨ªas como le¨®n en la grada despu¨¦s de ocho a?os en la primera plantilla. Acabar¨ªa por marcharse a Inglaterra, para volver a la Liga con el Sporting y bajar a Segunda.
Sin embargo, su carrera se ha reimpulsado. Su siguiente destino fue absolutamente inesperado, no solo para ¨¦l. Iba a firmar por uno de los cinco grandes de Argentina y rey de la Copa Libertadores: Club Atl¨¦tico Independiente.
Ha ca¨ªdo de pie en Buenos Aires. No le molesta que le llamen ¡°metedor¡±, lo que hacen con el defensor que rasca, que se impone a la vieja usanza. All¨ª, por raza, se ha hecho un hueco en la afici¨®n.
Entiendo que la espina de Bucarest sigue dentro, pero se dio la gozada de llevarse la Copa Sudamericana en Maracan¨¢ el pasado mes de diciembre. El Rojo empat¨® con Flamengo despu¨¦s de ganar en Argentina. Vendetta ante el brasile?o Diego, el enganche que cerr¨® el 3-0 del Atl¨¦tico a los leones en Rumania.
Se calcula en cuatro millones la cifra de argentinos con sangre vasca, lo que supone la d¨¦cima parte de la poblaci¨®n. Las guerras carlistas en el siglo XIX y la Guerra Civil ocasionaron dos grandes oleadas de emigraci¨®n. En la segunda fueron Isidro L¨¢ngara y ?ngel Zubieta, dos grandes futbolistas que con el combinado de Euskadi jugaron en M¨¦xico y acabaron siendo leyendas de San Lorenzo de Almagro en los cuarenta. Amorebieta no llegar¨¢ a esas cotas. Pero se ha dado una segunda oportunidad y la disfruta. En Argentina ya es un vasco m¨¢s.
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