Buffon, el adi¨®s m¨¢s cruel
El legendario portero se despide de Europa sin ninguna Champions, con su primera expulsi¨®n continental y la ovaci¨®n del Bernab¨¦u. "El ¨¢rbitro tiene un cubo de basura en lugar del coraz¨®n¡±, dijo
Gianluigi Buffon debut¨® como jugador profesional el 19 de noviembre de 1995 a los 17 a?os defendiendo la porter¨ªa del Parma. Su primer partido de Champions, con los mismos colores, fue en 1997, solo unos meses antes de que el Real Madrid cerrase 32 a?os de sequ¨ªa e inaugurase su historia europea en color. M¨¢s de dos d¨¦cadas despu¨¦s de aquello, y tras varios careos entre el portero italiano, ya en la Juventus, y el equipo blanco, Buffon aterriz¨® por sexta vez en Madrid envuelto en un ambiente de despedida. A los 40 a?os, tras 23 en activo y una carrera de leyenda, Gigi encara ahora su retirada. Un adi¨®s postergado solo por un ¨²nico motivo: la Champions League, competici¨®n que nunca ha dejado de perseguir, pero que nunca ha dejado de darle la espalda, el ¨²nico trofeo de clubes que se ausenta de una vitrina tan envidiable como es la suya.
Despu¨¦s del varapalo de la ida, el en¨¦simo para ¨¦l y la Juventus, el reto parec¨ªa de nuevo inviable y el meta encaraba el viaje al Santiago Bernab¨¦u como un broche final a a?os de perseverancia y decepciones. Un adi¨®s amargo en un estadio acorde a su grandeza, propenso y especial para escuchar por ¨²ltima vez la musiquilla de la Champions. As¨ª lo interpretaba el propio Buffon hasta las 20:47 de la noche de ayer. O puede que hasta la gesta de la Roma del martes. Sea como sea, solo un milagro invitaba a imaginarle levantando la Orejona en Kiev. Fuera del Mundial, era su ¨²ltimo reto e incluso el ¨²nico camino posible para aplazar su retirada un a?o m¨¢s, hasta 2019. Porque si hab¨ªa Champions, Buffon quer¨ªa el Mundialito.
El gol de Mand?uki? a los dos minutos le abri¨® un halo de esperanza para lograrlo. Fue el comienzo de una remontada extraordinaria que tras el tanto de Matuidi puso definitivamente en suspenso su adi¨®s. Un ejercicio herorico ante el rey de reyes que torn¨® por completo el guion establecido. Del presumible adi¨®s a priori programado para ¨¦l, a alcanzar la gloria en el Bernab¨¦u. De levantar a Chamart¨ªn a echarlo abajo. De clausurar su trayectoria internacional a retomar ese sue?o tan eterno como imposible de la Champions. Lleg¨® a tocarlo, a tenerlo tan cerca, que cuando Benatia aroll¨® a Lucas a un palmo de su figura y Michael Oliver se?al¨® el punto de penalti, entr¨® en estado de c¨®lera. Completamente furioso, corri¨® hasta alcanzar al colegiado y le recrimin¨® su decisi¨®n. "Vai a cagare", le espet¨® seg¨²n 'La Gazzeta'. El joven colegiado ingl¨¦s no se amilan¨® ante el mito y le respondi¨® con la tarjeta roja.
Rabioso, incr¨¦dulo, murmurando con la cabeza gacha, enfil¨® a paso r¨¢pido el t¨²nel de vestuarios. Quiz¨¢s sin darse cuenta de que ten¨ªa al Bernab¨¦u a sus pies, rindiendo a tributo a su legendaria carrera en medio del caos, en el punto m¨¢s ¨¢lgido de una noche fren¨¦tica y hasta aquel instante de tinieblas para el madridismo. Nada le import¨® a la hinchada, que reaccion¨® como si la remontada rival no se hubiese producido, como si Cristiano ya hubiese transformado la pena m¨¢xima y la clasificaci¨®n del Madrid volviese a ser un hecho. Lo fue poco despu¨¦s, cuando el luso mand¨® el esf¨¦rico a la escuadra y a la Juve a la cuneta y confirm¨® el cierre europeo de Buffon.
Una roja en 14 Champions
Fue un final atroz, como su historia con la Champions, con tres finales perdidas. Para ¨¦l, adem¨¢s, tambi¨¦n injusto y con un culpable evidente, Michael Oliver. No dud¨® en se?alarle. "Estaba muy cerca del ¨¢rbitro y del linier. Si tienes el cinismo de conceder un penalti as¨ª en el minuto 93 no eres un hombre, eres un animal. El colegiado estaba sobrepasado y encima me saca la roja. No puede tener el cinismo de destruir el sue?o de un equipo con una jugada tan dudosa y despu¨¦s de que en el partido de ida nos birlaron un penalti muy parecido. Solo alguien que tiene un cubo de basura en lugar del coraz¨®n puede tomar esas dos decisiones", clam¨® tras lo sucedido. Repiti¨® las m¨¢s mismas palabras una y otra vez, en caliente y en fr¨ªo, ante los medios italianos y espa?oles, frente a los micr¨®fonos, las c¨¢maras y las grabadoras durante m¨¢s de media hora. "Se ha querido hacer el protagonista de una eliminatoria en un episodio muy dudoso. Cuando uno no tiene personalidad, que se quede en la grada comiendo patatas con su mujer y no se cargue una haza?a ¨¦pica", a?adi¨®.
Despu¨¦s, tras un efusivo abrazo con Cristiano en las entra?as de Chamart¨ªn, se fue sonriente, orgulloso de los suyos y con su primera roja en 14 temporadas y 117 partidos en la Copa de Europa. Una despedida similar a la que ¨¦l mismo presenci¨® de Zinedine Zidane en la final del Mundial de Alemania 12 a?os atr¨¢s, en 2006. Un final igual de cruel, igual de inmerecido e igual de grande. El final europeo de Buffon, de otro mito que se va.
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