Ni rastro de La Masia
El Bar?a form¨® sin ning¨²n jugador de la cantera en Vigo mientras su filial est¨¢ en puestos de descenso en Segunda y aumenta la fuga de juveniles de la Ciudad
La ruta de La Masia al Camp Nou ha pasado de ser un camino de unos cien metros a convertirse en una carretera de 13 kil¨®metros desde que el Bar?a convirti¨® la casa de sus canteranos en la Residencia Oriol Tort, el Profesor, ¨²nico en la captaci¨®n del talento, hoy todav¨ªa expresado en futbolistas como Xavi e Iniesta. Ambos formaron con Messi el podio del Bal¨®n de Oro de 2010. Xavi juega hoy en Qatar, se da por hecho que Iniesta partir¨¢ en verano hacia China y queda Messi, quien el martes compareci¨® en Vigo como suplente de un equipo que de salida no aline¨® a ning¨²n futbolista procedente de los equipos inferiores del Barcelona. No jugaba el Bar?a sin canteranos desde hac¨ªa 16 temporadas, cuando Rexach entrenaba al equipo en 2002 y visit¨® La Catedral de San Mam¨¦s.
Thiago marc¨® un punto de inflexi¨®n
Los clubes europeos se capitalizan con jugadores de la cantera del Bar?a desde que Piqu¨¦ debut¨® en 2004 con el Manchester United. La cadena sigui¨® con Cesc y no se detendr¨¢ con la partida de Bernab¨¦. Alguno de los mejores j¨®venes se la juega igual que hace el Bar?a. Hay, en cualquier caso, una operaci¨®n que marc¨® un punto de inflexi¨®n en la pol¨ªtica formativa desde la llegada al club en 2010 del presidente Rosell y fue el traspaso de Thiago al Bayern M¨²nich en 2013. El Barcelona no hizo nada para evitar la salida del centrocampista, cuya cl¨¢usula de rescisi¨®n variaba de 25 a 90 millones de euros en funci¨®n de si jugaba el 60% de los partidos. El club confiaba en Samper y dej¨® que Thiago recalara por 25 millones en el equipo de Guardiola. Samper se recupera de una lesi¨®n mientras contin¨²a la desorientaci¨®n en La Masia desde que el club fue sancionado por la FIFA.
La fe en La Masia se expresa m¨¢s que nunca en los logos, los carteles, la propaganda y la iconograf¨ªa de la marca Bar?a. La singularidad es comercial y el dinero se multiplica cuando se presume de que el Bar?a tiene un ADN futbol¨ªstico propio y es m¨¦s que un club como se lee en el Camp Nou. Los campos del f¨²tbol base est¨¢n repletos de padres y agentes cada fin de semana en busca del nuevo Messi. Ya no sabe qu¨¦ hacer el Bar?a cuando sus promesas se convierten en cadetes y aspiran a un primer contrato profesional que les permite fugarse a las diferentes Ligas europeas a cambio de unos 3 millones de euros, la cl¨¢usula de rescisi¨®n estipulada por el Barcelona. ¡°Cuando son ni?os te vienen los padres preocupados para saber si sus ni?os superan la criba de cada a?o y cuando cumplen 16 a?os se presentan los agentes para sac¨¢rtelos de las manos¡±, argumentan en La Masia.
Nadie duda de que hay mucho talento en la cantera del Bar?a. La cuesti¨®n est¨¢ en saber por qu¨¦ los jugadores no llegan hasta el Camp Nou. Adri¨¤ Bernab¨¦ fichar¨¢ pr¨®ximamente por el Manchester City, un paso que ya dio el central Eric Garc¨ªa, mientras Sergio G¨®mez se incorpor¨® al Borussia Dortmund y Jordi Mboula fue contratado por el M¨®naco. La sangr¨ªa de juveniles continuar¨¢ antes de acabar el ejercicio 2017-2018. Al club se le escapan los j¨®venes mientras se gasta millones en promesas extranjeras como MGuane, Honga o Balou que despu¨¦s no encuentran sitio en el Barcelona B. El filial, que ascendi¨® la temporada pasada de forma ag¨®nica, ha incorporado hasta 34 jugadores en tres a?os e invertido seis millones en el ¨²ltimo curso, para ocupar actualmente posiciones de descenso en la Segunda Divisi¨®n.
Una situaci¨®n dram¨¢tica porque la prioridad no es la formaci¨®n sino mantener la categor¨ªa para supuestamente facilitar el paso al primer equipo que entrena Valverde. Nada es lo que era en el Bar?a B desde la destituci¨®n como t¨¦cnico de Eusebio en 2015. Ahora est¨¢ amenazada la continuidad de Gerard L¨®pez en vigilias de la visita del Rayo. El filial ya no es propiamente la cantera del Bar?a, ni para los jugadores ni para los entrenadores, sino que act¨²a como si se tratara del Almer¨ªa o la Cultural Leonesa. Incluso el propio Gerard requiri¨® despu¨¦s de jugar contra el Lorca el ascenso de juveniles porque las nuevas incorporaciones no entend¨ªan el juego de posici¨®n, clave en el Bar?a.
Anteponer los resultados, aumentar el n¨²mero de jugadores, aspirar a tener un tercer equipo denominado C y un asociado en una Liga de Europa, no parece la mejor pol¨ªtica formativa porque se favorece la cantidad y en contrapartida no se detecta el talento o se dilata la proyecci¨®n de las mejores promesas, demasiado pautada y reglada a juicio de algunos observadores de La Masia.
?Once con Tito
A los jugadores del primer equipo ya no les aprieta la cantera sino que el club ficha suplentes por valor de unos 500 millones que no compiten sino que acompa?an a la generaci¨®n de Messi. El actual plantel del Bar?a cuenta con un 27% de jugadores procedentes del f¨²tbol base: son seis y mayores de 25 a?os; Iniesta, Piqu¨¦, Messi, Alba (29), Busquets (29) y Sergi Roberto (26). El porcentaje ascend¨ªa al 68% en tiempos de Tata Martino (2013-2014) y en 2102, cuando el entrenador era Tito, el Bar?a form¨® con 11 futbolistas de La Masia: Vald¨¦s; Montoya, Piqu¨¦, Puyol, Alba; Xavi, Busquets, Cesc; Pedro, Messi e Iniesta. Actualmente, en cambio, de los 45 canteranos que han debutado ¨²nicamente se han asentado Sergi Roberto y Busquets a la espera de Ale?¨¤. Busquets proced¨ªa de Tercera.
Ha cambiado el plan y el m¨¦todo desde la llegada como m¨¢ximo responsable profesional de Pep Segura. No se duda de su capacidad de trabajo sino de la mirada futbol¨ªstica y la ausencia de liderazgo en la c¨²pula de La Masia. Aunque hay buenos t¨¦cnicos, la sensaci¨®n es que falta sentido de equipo, atrevimiento y una idea y un liderazgo que devuelvan al club la identidad que ten¨ªa en tiempos de Oriol Tort. El Bar?a ha perdido el rastro de La Masia.
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