El vigoroso arte de Larsen
El dan¨¦s doblega a uno de los mejores defensores de la historia con un ataque tan bello como preciso
Posici¨®n inicial:
Blancas: Td1, Tf1, Rg1, Df2, Ae3, Ag4, Cd5; peones en a2, b2, c4, e4, g2 y h2.
Negras: Ta8, Dd8, Tf8, Rg8, Ag7, Ac6, Cc5; peones en a7, b7, d6, e7, f7 y g6.
Esta segunda aparici¨®n de Bent Larsen (1935-2010) en El Rinc¨®n de los Inmortales producir¨¢ en los espectadores sensaciones parecidas a la anterior, y grandes sobresaltos. Conviene recordar que, como en el caso de Anatoli K¨¢rpov, el ajedrez fue el salvavidas al que se agarr¨® Larsen cuando era un ni?o enfermizo. Aunque no empez¨® a jugar en serio hasta los 17 a?os, su progresi¨®n fue mete¨®rica: a los 21 salt¨® a la fama mundial en la Olimpiada de Ajedrez de Mosc¨² 1960, donde gan¨® la medalla de oro individual en el primer tablero tras hacer tablas con el campe¨®n del mundo Mija¨ªl Botv¨ªnik.
Contrariamente a lo usual, Larsen pas¨® de un estilo muy posicional y s¨®lido en sus primeros a?os a otro muy creativo y de alto riesgo cuando alcanz¨® la madurez. Eso produjo partidas tan maravillosas como la de este v¨ªdeo, en el torneo de Santa M¨®nica (EE UU) de 1966. Su rival es nada menos que Tigr¨¢n Petrosi¨¢n, el campe¨®n del mundo en ese momento, y considerado por muchos como el mejor defensor de la historia. Pero Larsen destroza esa defensa con precisi¨®n de cirujano y extraordinaria belleza.
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