Salah, Firmino y Man¨¦, tres devoradores de almas

El Liverpool vive con prisa. Juega el equipo de Klopp como si le persiguiera el viento, siempre al frente, sin miedo a la gloria. Desde la llegada del t¨¦cnico alem¨¢n se aprovechan los reds del pavor que generan sus tres jugadores de ataque. Un tridente voraz, lleno de matices, de incalculable valor para cualquier amante del contragolpe. Firmino, Man¨¦ y Salah son al mismo tiempo ellos y los dem¨¢s. Firmino puede ser Man¨¦, Man¨¦ vestirse de Salah y Salah moverse como Firmino.

El intercambio de roles que realizan en cada partido los tres completar¨ªa, por s¨ª mismo, un cap¨ªtulo entero del manual para desactivar cualquier defensa. La Roma, con cinco futbolistas en su zaga, no supo nunca por donde le ven¨ªa el peligro. A veces nac¨ªa en los repliegues de Firmino, otras en las apariciones de Man¨¦, y casi siempre en la chistera de Salah.

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El egipcio, abierto al costado derecho, regate¨®, asisti¨®, marc¨® y demostr¨® que no hay jugador m¨¢s en forma que ¨¦l en Europa. Quiz¨¢s Firmino. Ambos, con dos goles y dos asistencias, se convirtieron en los dos ¨²nicos jugadores en la historia de la Champions con semejante bagaje en unas semifinales. Su partido marca un antes y un despu¨¦s en la concepci¨®n de una delantera superlativa.

A la Roma no le dio tiempo a entender el juego del Liverpool, pues al tercer intento Salah coloc¨® el bal¨®n en la escuadra. El gol, espectacular, solo abri¨® un tarro del que se escapan las esencias. Los movimientos de Firmino asfixiaron a Manolas, Fazio careci¨® de recursos para contener a Man¨¦ y Kolarov ni vio a Salah durante el partido.

La lesi¨®n de Oxlade-Chamberlain, el enganche que maneja Klopp para convertir el tr¨ªo en un cuarteto, no evit¨® la desconexi¨®n. Wijnaldum liber¨® a Milner, y las llegadas del ingl¨¦s estiraron a¨²n m¨¢s el campo. Pero la Roma, con cinco goles en contra, busc¨® a sus dos torres, Dzeko y Schick, y lleg¨® a poner en aprietos a un Liverpool que defensivamente se aturull¨® defendiendo las jugadas m¨¢s b¨¢sicas.

Antes de que todo eso pasase los tres delanteros se intercambiaron el bal¨®n, regal¨¢ndose goles mutuamente y demostrando que la generosidad bien entendida es la mejor arma para repartir el peligro y agrandar el des¨¢nimo. En el pulso de los partidos el Liverpool apuesta por el golpe a golpe porque cuenta con tres especialistas en el KO. Los padeci¨® la Roma y los disfrut¨® Anfield. Si hay estadios en los que se goce del f¨²tbol esta temporada, ese es el del Liverpool.