Deportivo, del despegue al desplome
El club coru?¨¦s sufre su tercer descenso en lo que va de d¨¦cada justo cuando dispon¨ªa de m¨¢s capacidad econ¨®mica para conformar un buen plantel tras su regreso en 2014 entre los grandes
Iba a ser la temporada del despegue y fue la del desplome. El Deportivo firm¨® con su derrota ante el Barcelona el d¨¦cimotercer descenso de su historia, el und¨¦cimo desde la m¨¢xima categor¨ªa, tercero en la actual d¨¦cada, un varapalo para un club que mal que bien hab¨ªa sobrevivido durante tres campa?as entre los grandes. Fueron permanencias poco lucidas, pero vitales para lograr estructurar y empezar a liquidar la deuda resultante tras el mayor concurso de acreedores que se ha conocido en el mundo del f¨²tbol. Estabilizado tras situarse al borde de la desaparici¨®n, a la cuarta el Deportivo regresa a la Segunda Divisi¨®n, punto de partida futbol¨ªstico en el que lo encontr¨® su actual directiva, que fuera del campo lo ha convertido en una entidad fiable, tanto como para que un banco le concediese un cr¨¦dito de 45 millones de euros el pasado verano para cancelar su deuda con la Agencia Tributaria. Pero todo el buen hacer sobre las moquetas palidece ante las decisiones que tienen que ver con la pelota. El err¨¢tico transcurrir de las ¨²ltimas campa?as se refleja en apenas 29 victorias en 149 partidos tras el ascenso del a?o 2014, un pasaporte al desastre.
Todo se ha venido abajo justo cuando m¨¢s medios hab¨ªa para construir. ¡°Le damos salud y viabilidad al proyecto porque estamos ante un ejemplo de buena administraci¨®n. El Deportivo cumple un plan de pagos muy exigente y ahora le aportamos el m¨²sculo econ¨®mico para llevar adelante las inversiones que necesita y ser competitivo¡±, explic¨® en junio pasado el banquero Juan Carlos Escotet, presidente de Abanca. El club que preside Tino Fern¨¢ndez sangraba por un acuerdo firmado bajo condiciones de exigencia con la Agencia Tributaria, el acreedor que m¨¢s aprieta, sobre todo a estas alturas de la pel¨ªcula futbol¨ªstica, Cumpl¨ªa, pero los pagos le lastraban a efectos del tope salarial que marca La Liga e iba a comenzar la temporada como ¨²ltimo clasificado en la tabla de la disponibilidad econ¨®mica. El pacto con Abanca le dispar¨® de tal manera que aument¨® en un 50% el dinero disponible para conformar su plantilla.
Esos posibles los gestion¨® Richard Barral, el director deportivo con mando en plaza sobre todo desde que en el verano de 2015 se decidi¨® proteger de la primera l¨ªnea de fuego a Fernando Vidal, el consejero responsable del ¨¢rea deportiva y la persona que forj¨® con Fern¨¢ndez la alternativa que sucedi¨® a Augusto C¨¦sar Lendoiro cuando el club estaba acorralado por los impagos. Entonces decidieron repartirse las funciones. Vidal confi¨® en Barral, que nunca hab¨ªa asumido una responsabilidad similar, que tiempo atr¨¢s trabaj¨® como t¨¦cnico del juvenil deportivista, tambi¨¦n como segundo entrenador con Marcos Alonso en varios destinos y ¨²ltimamente como scouting de la familia Pozzo, due?os del Udinese. Barral tiene buen diente para el f¨²tbol y en el Deportivo siempre tuvo una idea clara, la de recurrir a futbolistas de buen pie, a laterales profundos, centrales con buena salida de bal¨®n, mediocentros que construyen y centrocampistas que se asocien. Su gran apuesta en el banquillo fue Gaizka Garitano, pero su anhelo incumplido fue entregar el equipo a Ra¨²l Caneda, segundo de Lillo en Almer¨ªa, Real Sociedad o Dorados de Sinaloa, un entrenador que dirigiese esa so?ada sinton¨ªa de jugones que deb¨ªan eludir el descenso.
Pero el Deportivo no ha dejado de quedarse a medio camino. En la pretemporada se otearon dudas. Ni Vidal ni Barral cre¨ªan en Pepe Mel, que se sosten¨ªa en el cargo porque hab¨ªa firmado la permanencia meses atr¨¢s y al presidente Tino Fern¨¢ndez ya le parec¨ªa grosero apretar tantas veces el gatillo tras disparar sobre Fernando V¨¢zquez, V¨ªctor Fern¨¢ndez, V¨ªctor S¨¢nchez del Amo y Gaizka Garitano. Todos ellos cayeron a pesar de que el equipo no estaba situado en puesto de descenso cuando les destituyeron. A Mel le pas¨® lo mismo. Para entonces, no hab¨ªa finalizado octubre, ya se hab¨ªa quejado porque no se la hab¨ªa dado importancia a una porter¨ªa para la que cont¨® con cuatro metas, ninguno con garant¨ªas. Luego a¨²n lleg¨® un quinto que se ir¨¢ casi in¨¦dito. El club hab¨ªa acudido al inicio del verano a por V¨ªctor Vald¨¦s y tras su negativa dio casi por firmado a Diego Alves, que acab¨® en el Flamengo. Dej¨® esa asignatura pendiente y nunca la aprob¨® mientras renunciaba a blindar la medular con un stopper para darle la manija a Guilherme, algo parecido a un interior por el que pag¨® cinco millones de euros al Udinese tras haberlo testado un a?o en una cesi¨®n con luces y sombras. ¡°No me niego a traer jugadores defensivos. Claro que me gustan los centrocampistas de contenci¨®n, pero yo quiero a Busquets y Casemiro. Soy un convencido de que al f¨²tbol es m¨¢s f¨¢cil ganar si se juega bien¡±, explic¨® en su despedida Barral, que pobl¨® el plantel de mediapuntas y centrocampistas. Mosquera, Borges, Valverde, Carles Gil, Emre ?olak, Cartabia, Bakkali, Borja Valle y Adri¨¢n recibieron sobre el final la guinda de Lucas P¨¦rez para compartir la delantera con Florin Andone. Imposible agruparlos en un once. ¡°Lo gastamos todo, no nos ha quedado nada¡±, refiri¨® Barral tras invertir 12 millones de euros m¨¢s que en el marcado anterior. Hab¨ªa conformado una vistosa colecci¨®n de cromos, pero no un equipo. Se atisbaban agujeros apenas disimulados.
Cedido por el Arsenal un a?o despu¨¦s de su marcha tras marcar 17 goles en un campeonato que le puso a las puertas de la selecci¨®n, Lucas P¨¦rez regres¨® en loor de multitudes y como un emblema que dispar¨® la ambici¨®n. ¡°Aspiramos a estar en el entorno del d¨¦cimo puesto¡±, explic¨® entonces el presidente. ¡°Tenemos nivel para estar tranquilos en la categor¨ªa¡±, confirm¨® su director deportivo. El delantero coru?¨¦s ha sido de los mejores futbolistas del equipo en el contexto de una temporada nefasta, pero ha estado re?ido con el gol. Apenas lleva seis y desde noviembre solo marc¨® dos veces, una de penalti y este domingo ante el Barcelona. No ha mezclado, adem¨¢s, con Andone. ¡°Har¨ªan una pareja fant¨¢stica¡±, hab¨ªa elucubrado Tino Fern¨¢ndez. Pero ambos son delanteros a los que les gusta acudir al espacio, demasiado parecidos como para funcionar en comandita. Andone estuvo a punto de salir en el fren¨¦tico cierre de mercado veraniego ante una oferta del f¨²tbol ingl¨¦s cercana a los veinte millones de euros, pero entonces a¨²n no estaba claro si llegaba Lucas P¨¦rez, Mel exig¨ªa refuerzos en la meta y en la delantera ¨C¡°los partidos se ganan en las ¨¢reas¡±, alert¨®- y hubo un momento en que si no llegaba el punta coru?¨¦s se quedaba sin efectivos. Barral ten¨ªa una alternativa a Andone por menos de la mitad de lo que le pagaban por ¨¦l, el franc¨¦s De Preville, pero el cierre de mercado se le ech¨® encima.
Los peores augurios se hicieron efectivos al empezar el campeonato porque el equipo encaj¨® once goles en los primeros cuatro partidos. Para entonces Rub¨¦n, titular tras ejercer de tercer portero la campa?a anterior, se hab¨ªa lesionado y bajo palos estaba el rumano Pantilimon, que no dio seguridad al equipo y en enero acord¨® la rescisi¨®n de su v¨ªnculo. A esas alturas ya hab¨ªan salido el consejero Vidal, el entrenador Mel y el director deportivo Barral, que convencido de que llegar¨ªa la remontada no era partidario de reforzar el equipo en el mercado de invierno tal y como suger¨ªa el nuevo inquilino del banquillo, Crist¨®bal Parralo. El Deportivo se entreg¨® a una secretar¨ªa t¨¦cnica mancomunada y de opiniones variopintas, a la aportaci¨®n de unos y otros, al cat¨¢logo de los agentes en un club en el que sus responsables deportivos fueron incapaces en cuatro a?os de edificar una estructura de captaci¨®n de talento, se lanz¨® al mercado de invierno sin un informe ni un bagaje de visionado sobre la mesa, como el que va a comprar percebes y vuelve a casa, tarde, con un pulpo y una plaza de garaje.
El problema de la porter¨ªa se quiso resolver con el desconocido ucraniano Koval, que cuando tras un mes se gan¨® la confianza de Seedorf la perdi¨® en veinte fren¨¦ticos minutos en los que concedi¨® un gol en un error monumental, se fue expulsado tras una opereta con Albentosa y mostr¨® una excitaci¨®n bajo palos impropia de un profesional. ¡°Mi portero es Rub¨¦n¡±, zanj¨® el t¨¦cnico holand¨¦s mientras el meta titular coleccionaba desaciertos. B¨®veda, Krohn-Dehli y el veterano Muntari, que lleg¨® tras casi un a?o sin jugar y fuera de forma, conformaron un elenco de refuerzos invernales que apenas aportaron. La propia llegada de Seedorf puede enmarcarse en esa l¨ªnea, un disparo al aire tras la destituci¨®n despu¨¦s de trece partidos Cristobal Parralo, un entrenador sobre el que no parec¨ªa que pend¨ªa la guillotina. ¡°Estamos contentos con ¨¦l porque est¨¢ haciendo un trabajo bueno y serio¡±, dijo Tino Fern¨¢ndez apenas 30 horas antes de decidir su cese tras un catastr¨®fico partido en Anoeta. Crist¨®bal no era un favorito del vestuario, que ha encontrado en Seedorf a un hermano mayor, un optimista que defiende a capa y espada a ¡°mis chicos¡± y que implant¨® un estilo de juego en las ant¨ªpodas de lo que so?¨® Barral en verano: repliegue y bal¨®n a la carrera del punta sin pasar por la medular. Su equipo se qued¨® sin marcar gol en ocho de los trece partidos que ha dirigido. Cuando lleg¨® ten¨ªa 16 jornadas por delante, estaba a tres puntos de la salvaci¨®n y con un inmediato calendario asequible. Hoy est¨¢ a doce puntos de los puestos de permanencia y descendido.
As¨ª, entre bandazos, indecisiones, dudas, contradicciones y experimentos, el Deportivo ha generado su propia perfecta tormenta. Todo lo que pod¨ªa salir mal sali¨® peor, dispar¨® 16 veces a los palos en 35 partidos, se qued¨® en inferioridad num¨¦rica antes del descanso en partidos clave en Riazor y cuando quiso levantarse se encontr¨® con que la salvaci¨®n estaba m¨¢s cara que en las tres temporadas anteriores. Jam¨¢s se hab¨ªa ido al descenso el Deportivo con tres jornadas por jugar, un castigo para una afici¨®n irredenta, pero que este a?o ha emitido muy temprano s¨ªntomas de hast¨ªo.
La ca¨ªda es dura, pero amortiguada por un seguro de descenso nutrir¨¢ unos 15 millones de euros, un salvavidas que no encontr¨® en 2013 porque a pesar de que el club hab¨ªa promovido esa iniciativa no habia abonado los pagos para tener derecho a ese seguro. Aquel desastre financiero ha trocado en solidez. En la ¨²ltima Junta de Accionistas, el consejero del ¨¢rea econ¨®mica Enrique Calvete detall¨® que el informe de auditor¨ªa se?alaba que ya no se consideraba ¡°fundamental¡± la permanencia en la m¨¢xima categor¨ªa para la viabilidad del club. En una sociedad donde la propiedad est¨¢ atomizada entre m¨¢s de 25.000 due?os y ninguno de ellos con m¨¢s del tres por ciento de los t¨ªtulos, el 99,6% de los accionistas que concurrieron a esa reuni¨®n aprobaron la gesti¨®n de Fern¨¢ndez y su equipo, que concluye su mandato en 2019. Hace dos semanas una concentraci¨®n convocada por los Riazor Blues para pedir su dimisi¨®n congreg¨® en la previa del partido contra el M¨¢laga a dos centenares de personas, pero el runr¨²n crece en la ciudad y se extiende una moneda com¨²n: en el Deportivo, donde ahora todo el mundo cobra al d¨ªa, saben gestionar todo menos lo futbol¨ªstico. Y no es poca tara. Ahora deben desmentirlo, enmendarse y preparar un proyecto ganador en Segunda sin despistarse de una cuesti¨®n que no es menor y que duele lejos de los ping¨¹es ingresos de la Liga Santander: la deuda del Deportivo se ha rebajado casi a la mitad desde 160 millones de euros, pero sigue siendo monumental, superior a los noventa.
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