La singularidad de Iniesta
Antes un jugador como este era un intruso, hoy es el representante de una escuela
Cuando cambi¨¦ la Fiorentina por el Tenerife, en 1993, Espa?a estaba en plena transformaci¨®n. Se iba un f¨²tbol y ven¨ªa otro. Cruyff implantaba su juego. La cultura del choque, de la furia, de los jugadores grandes en la mitad de la cancha, de defensas que la revoleaban, de nueves como Salinas, se encontraba en recesi¨®n. El juego estaba mutando.
Ahora podemos decir que Iniesta es un jugador f¨¢cilmente reconocible como europeo. Pero si lo hubiera visto hace 15 a?os habr¨ªa dicho que era un sudamericano jugando en Europa. La esencia del f¨²tbol espa?ol cambi¨®. Antes un jugador como Iniesta era un intruso. Hoy es el representante de una escuela.
Este tipo de jugadores eran mal vistos por gran parte del p¨²blico y los t¨¦cnicos. En Espa?a se sospechaba de ellos. Nunca se entendi¨® que en el f¨²tbol la fragilidad f¨ªsica es una apariencia o un recurso, porque los jugadores menos corpulentos se inclinan mejor al aprendizaje. Aprenden a girar para no chocar con el cuerpo, aprenden a controlar para quedar siempre a favor, aprenden a perfilarse para no tener que ir al roce f¨ªsico. El jugador aprende de lo que tiene. Iniesta aprendi¨® a jugar a favor de su f¨ªsico. Antes la lectura, incluso en muchos entrenadores de categor¨ªa formativa, era de alarma: ¡°?huy! qu¨¦ jugador blando; ese no puede jugar...¡±. Por suerte Espa?a ha cambiado esos par¨¢metros, y le ha servido para jugar mejor y para ganar.
La despedida despu¨¦s de 22 a?os de un jugador que ha vivido toda la vida en su club habla mucho de lo que signific¨®. De la cantidad de aplausos, de reconocimiento y emociones que ha generado en su propio ¨¢mbito y en todo el mundo, porque hoy estamos todos conectados. El reconocimiento de Iniesta, tambi¨¦n en Sudam¨¦rica, es un¨¢nime. Con Xavi pas¨® lo mismo. El consenso en la gente del f¨²tbol es total hacia un hombre que despierta admiraci¨®n sin haber sido demasiado expresivo hasta que rompi¨® a llorar en el momento de la partida.
El sentimiento de proximidad con el f¨²tbol espa?ol hace que Riquelme en Argentina haya generado pr¨¢cticamente lo mismo que Iniesta. Pertenecen a la misma especie. Iniesta, como Riquelme, lleva el juego en la cabeza. Son capaces de percibir la mejor soluci¨®n porque saben interpretar los datos que va dando el partido. Esta es la mejor cualidad de un centrocampista. Esa informaci¨®n no es lineal y hay que procesarla en fracciones de segundo para tomar la mejor decisi¨®n posible antes de construir y organizar.
Como a todo gran jugador de esta naturaleza, a Iniesta se le recuerda por lo sutil y por lo agudo. Los aficionados le invocamos por un toque delicado y tambi¨¦n por un gol memorable en una instancia definitiva: un Mundial o un partido de Champions. No solo ha sido un jugador de condiciones t¨¦cnicas que juega bien. No solo nos ha llenado los ojos a quienes entendemos que jugadores as¨ª son imprescindibles porque hacen jugar mejor al equipo; sino que tambi¨¦n ha sido definitivo. Determinante en los resultados, en las conducciones, en los frenos, los goles, los toques. Asombroso por la elegancia, la manera de resolver en las situaciones m¨¢s extremas ¡ªuna de las formas de medir a los grandes¡ª y el comportamiento intachable. No olvidemos que nunca se?al¨® a un compa?ero. Nunca hizo un reclamo. Nunca tuvo un mal gesto. Siempre contest¨® con f¨²tbol. Fue proactivo y eso le convierte en entra?able. Tan querido por los suyos como por los ajenos. Le guardaremos como algo nuestro.
Afortunadamente, la herencia de Iniesta se conservar¨¢ o se transformar¨¢. Basta con buscar para encontrar su reflejo en esos jugadores que mantienen la calma porque en todo momento saben lo que pasa en el partido. Pienso en Toni Kroos, que no tiene las conducciones ni el ingenio de Andr¨¦s pero comparte su serenidad. Hacen las cosas tan simples que no son estridentes. No tienen tacto emocional con la gente pero de a poco van articulando el juego con pases, a veces entre l¨ªneas, a veces hacia atr¨¢s para aclarar la jugada. Les cuesta ser m¨¢s considerados porque no son efectistas. Pero para jugar bien son imprescindibles.
A Kroos tambi¨¦n lo califican de fr¨ªo. La frialdad se critica, pero es una cualidad. Significa que el jugador est¨¢ mirando el partido dentro de la cancha. Que tiene la cabeza levantada. El f¨²tbol es pensar todo el tiempo. Es medir y buscar para poder tener una noci¨®n m¨¢s abarcativa. El que corre mucho mira poco. El esforzado no registra todo. En algunos pasajes de los partidos correr es una debilidad. Ser creativo no es una opci¨®n. No es algo superfluo. Hay que crear para superar dos l¨ªneas de cuatro, para remontar, para ganar. Los futbolistas fr¨ªos ayudan al equipo a inventar.
Andr¨¦s Iniesta es un grande. Fue es y ser¨¢ uno de los mejores del mundo. Hay en ¨¦l un sello de la Masia, del estilo de la escuela, de la forma de jugar. Incorpor¨® cosas que se transformaron en h¨¢bitos. Probablemente en otro orden no habr¨ªa llegado a exhibir esta capacidad. Pero tiene un don. Si no, habr¨ªa cuatro como ¨¦l, y no es as¨ª. Lamentablemente, estamos ante un caso singular. No lo podemos clonar.
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