¡°Yo era el ¨²nico que no se fiaba de ellos¡±
Michael Robinson, exjugador y comunicador ingl¨¦s, rememora la hist¨®rica final de la Copa de Europa de hace 34 a?os entre la Roma y el Liverpool, la primera que se decidi¨® en los penaltis
¡°?Chaval, qu¨¦ suerte vas a tener, que tu primera Copa de Europa la vas a conseguir gan¨¢ndosela al equipo de casa y eso no lo ha hecho nadie!¡±. La frase, osada y bravucona, la recuerda perfectamente Michael Robinson (Leicester, 59 a?os). Se la dijo en el avi¨®n que les llevaba de vuelta a casa desde Bucarest ¡ªtras eliminar al D¨ªnamo en semifinales en 1984¡ª, Graeme Souness, el l¨ªder escoc¨¦s de aquel Liverpool triunfador de la d¨¦cada de los ochenta.
¡°El capit¨¢n nos inform¨® por megafon¨ªa de que la Roma hab¨ªa eliminado al Dundee United ¡ªdieron la vuelta al 2-0 de la ida con un 3-0 en el Ol¨ªmpico¡ª, y todos estaban encantados, menos yo, que no me fiaba¡±, recuerda Robinson. ¡°Le pregunt¨¦ a Souness, ?he escuchado bien? ?La Roma? ?Y eso es bueno?¡±, ahonda Robinson, que acababa de recalar en el vestuario de los reds tras despuntar en el Brighton.
Roma (2) - Liverpool, 1 (4)
Roma: Tancredi; Nappi, Bonetti, Righetti, Nela; Fal?ao, Di Bartolomei, Cerezo (Strukelj, m. 115); Conti, Pruzzo (Chierico, m. 63), Graziani. No utilizados: Malgioglio. Oddi, Vincenzi. Entrenador: Nils Liedholm.
Liverpool: Grobbelaar; Neal, Lawrenson, Hansen, Kennedy; Johnston (Nicol, m. 72), Souness, Lee, Whelan; Dalglish (Robinson, m. 94), Rush. No utilizados: Bolder, Hodgson, Gillespie. Entrenador: Joe Fagan.
Goles: 1-0. M. 13. Neal. 1-1. M. 42. Pruzzo.
Penaltis. Nicol: falla. 0-1. Di Bartolomei. 1-1. Neal. Conti, falla. 2-1. Souness. 2-2. Righetti. 3-2. Rush. Graziani, falla. 4-2. Kennedy.
?rbitro: Erik Frediksson. Amonest¨® a Whelan, Neal, Di Bartolomei.
Estadio Ol¨ªmpico de Roma. 69.693 espectadores.
¡°No pasaba por la mente de nadie que fu¨¦ramos a perder. Solo a m¨ª, que era el nuevo¡±, apunta el exfutbolista ingl¨¦s, en aquella ¨¦poca un delantero potente por el que el Liverpool hab¨ªa desembolsado 250.000 libras (unos 284.000 euros en la actualidad). ¡°El Liverpool, entonces, era muy probablemente el mejor equipo del mundo a pesar de m¨ª¡±, bromea al otro lado del tel¨¦fono. ¡°Ten¨ªamos jugadores como Kenny Dalghish e Ian Rush, que ya sab¨ªan lo que era ganar la Copa de Europa. En los grandes clubes vives un lavado de cerebro porque ganar se convierte en un h¨¢bito y no piensas en que puedas perder¡±, se?ala.
Sin embargo, la final, que arranc¨® con un gol de Neal a los 13 minutos tras un l¨ªo en el ¨¢rea de Tancredi, qued¨® neutralizada antes del descanso gracias a un cabezazo de Pruzzo. ¡°Jugamos una buena primera mitad, pero en la segunda, y durante la pr¨®rroga ¡ªcuando salt¨® al campo en sustituci¨®n de Dalglish¡ª, hab¨ªa muchas ganas de que aquello se terminase y no se llegase a la tanda de penaltis. Tanto por parte de la Roma como por la nuestra¡±, describe Robinson. El exdelantero recuerda c¨®mo muchos compa?eros declinaron ser uno de los lanzadores cuando Fagan se lo ped¨ªa, por supuestos problemas f¨ªsicos: ¡°Muchos tem¨ªan cagarla¡±.
¡°Es cuando un deporte colectivo se convierte en un deporte individual, y al menos, mi idea era que yo quer¨ªa ganarle a la Roma y s¨®lo hab¨ªamos logrado empatar. No quer¨ªa ganar a costa de nadie¡±, apunta. Pero no fue as¨ª. De hecho, en aquellos penaltis naci¨® la leyenda de Grobbelaar, el portero zimbabuense del Liverpool que pasar¨ªa a la historia porque su baile ante Graziani, moviendo las piernas y los brazos como si estuviera electrizado, provoc¨® el fallo del italiano. ¡°Creo que todav¨ªa no lo tiene superado el pobre¡±, apunta Robinson. Fue la primera vez que la Copa de Europa se decid¨ªa en los penaltis.
Lo cierto es que la escena que vino despu¨¦s tambi¨¦n es dif¨ªcil de olvidar. ¡°Souness le arranc¨® de las manos la Copa al presidente de la UEFA, Jacques Georges, para poder ense?arla antes de que los 60.000 asientos del estadio se quedasen vac¨ªos. Despu¨¦s hicimos una vuelta ol¨ªmpica acompa?ados ¨²nicamente por la prensa, porque ya se hab¨ªan ido todos¡±.
Desde entonces pasaron 21 a?os para que el Liverpool volviera a levantar una orejona, la quinta de su historia. ¡°El equipo ha perdido aquella mentalidad ganadora, pero Klopp ha subido los primeros pelda?os para recuperarla, creando un equipo que juega a algo, y que aunque no es como aquel equipo de los ochenta que se lo cre¨ªa, est¨¢ en ello¡±, apunta.
La emoci¨®n de Robinson por la consecuci¨®n del t¨ªtulo pudo acabar en tragedia, pues estuvo a punto de dejarse el trofeo en un estanco del aeropuerto de Fiumiccino. ¡°?Si llegamos a Anfield sin la Copa nos matan a todos!¡±, bromea 34 a?os despu¨¦s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.