Viviani repite victoria en la tercera etapa del Giro
El ¡®antisprinter¡¯ italiano se impone en Eilat tras atravesar a toda velocidad el desierto del N¨¦guev
El sprinter del Giro es un bestia, habitualmente italiano y fanfarr¨®n, ego¨ªsta y temerario que desprecia el riesgo y se r¨ªe de la muerte en cada pedalada hacia la meta, y su cuerpo a 1.000 vatios por segundo. Elia Viviani es italiano y es sprinter y es generoso y tierno, respeta a sus rivales, frena para hacer un favor a quien se lo pide, y alg¨²n d¨ªa en que le han derrotado se baja de la bicicleta y se sienta en el asfalto y llora inconsolable y sin esconder las l¨¢grimas ni taparse la cara, y le duele no por ¨¦l sino por los compa?eros que han trabajado para ¨¦l. Y pese a ser el antisprinter, podr¨ªamos decirlo as¨ª, a Viviani no le va nada mal en el Giro 101, en el que ha ganado las dos llegadas masivas en que se han resuelto las dos etapas israel¨ªes en l¨ªnea.
Viviani exhibi¨® en ambas exhibi¨® su buena educaci¨®n de pistard que le permite cambiar de trayectoria fluido en un clic y salir de cero, acelerar y alcanzar la velocidad m¨¢xima como quien no quiere la cosa. El s¨¢bado lo hizo en Tel Aviv con elegancia limpia y precisi¨®n quir¨²rgica, tanta que parec¨ªa que jugaba con su rival, con su compatriota Jakub Mareczko; el domingo, su acci¨®n fue obligatoriamente m¨¢s violenta, adrenal¨ªnica: cuando iniciaba su progresi¨®n remontante buscando un hueco junto a las barreras para no exponerse al viento est¨²pidamente, el irland¨¦s Sam Bennet, que no quer¨ªa dejarse pasar, le intent¨® cerrar. Viviani no se dej¨® intimidar por el choque, sin ceder continu¨® hacia adelante y super¨® a todos con facilidad. En el pelot¨®n entr¨® tranquilo el l¨ªder Rohan Dennis.
Quiz¨¢s el derroche de adrenalina final no fue sino una consecuencia necesaria de la larga, veloz y tediosa traves¨ªa del desierto del N¨¦guev, tan paisaj¨ªstico su cr¨¢ter de Ramon que su imagen a vista de helic¨®ptero quitaba el hipo a los espectadores televisivos, y en la cuneta a aficionados como Lance Armstrong, que se estuvo haciendo fotos sobre el asfalto. A pie de carretera y pedaleando, como bien sabe el texano de los siete Tours perdidos, el paisaje no existe. Los corredores no lo ven. El paisaje son ellos. Prohibida para ellos la ¨²nica atracci¨®n del d¨ªa, la etapa tan bonita se redujo a 230 kil¨®metros de aburrimiento. ¡°Ha sido lunar toda la etapa¡±, dijo ele scalador franc¨¦s Thibaut Pinot, quien se aburri¨® como pocos d¨ªas en su vida. Y como ¨¦l todo el pelot¨®n salvo la media docena de sprinters, quienes al menos ten¨ªan el aliciente de poder liberarse en los ¨²ltimos metros haciendo el bestia. Y sobre ellos, el antisprinter, Viviani de ciclamen.
Despu¨¦s de tres d¨ªas en Israel y un lunes de descanso, el Giro se reanuda el martes en Sicilia, donde estar¨¢ otros tres d¨ªas para llegar el jueves a la cima del Etna, la primera llegada en alto del a?o.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.