Bilbao, catedral europea del rugby
Las finales de los dos grandes torneos, Challenge y Champions, reunir¨¢n a 100.000 hinchas en San Mam¨¦s
A las seis y media de la tarde del s¨¢bado, quiz¨¢s Dan Carter o Johnny Sexton estar¨¢n poniendo la pelota en juego para iniciar la segunda parte de la final de la Champions de rugby. Carter, neozeland¨¦s de 36 a?os, es el medio apertura del Racing 92 de Par¨ªs, alias el superhombre. Sexton es irland¨¦s, de 33 a?os, y tambi¨¦n es medio apertura del Leinster, el rival del Racing en la final¨ªsima europea.
Quiz¨¢s a las seis y media de la tarde, cuando el ovoide vuele por San Mam¨¦s pateado por uno de ellos (al que le toque), la pelota de f¨²tbol volar¨¢ tambi¨¦n en Mendizorroza dando comienzo al encuentro entre el Alav¨¦s y el Athletic. Las horas coinciden: el f¨²tbol comienza cuando el segundo tiempo arranca en el rugby en San Mam¨¦s, minuto arriba, minuto abajo. La excitaci¨®n, no.
El orgullo irland¨¦s frente a los fichajes de Par¨ªs
Entre el Leinster y el Racing 92 Par¨ªs, finalistas de la Champions, hay muchas diferencias, pero una fundamental. La filosof¨ªa deportiva marca la definici¨®n de ambos equipos guiados por criterios absolutamente distintos. Irlanda acaba de ganar el Seis Naciones y el Grand Slam con una superioridad manifiesta, evitando la tercera corona seguida de su gran rival, Inglaterra. Irlanda ha establecido que para poder participar en la selecci¨®n hay que militar en un club irland¨¦s. Y solo a partir de la treintena se puede militar en clubes de otros pa¨ªses.
El Racing 92 de Par¨ªs se basa m¨¢s en los fichajes de extranjeros, fundamentalmente de jugadores oce¨¢nicos. Su due?o, Jacky Lorenzetti, propietario del grupo Ovalto, alterna los ¨¦xitos con el Stade Fran?ais, de Thomas Savare. En marzo del a?o pasado ambos due?os anunciaron la fusi¨®n de los dos clubes, pero tres d¨ªas despu¨¦s la noticia fue desmentida.
El Racing 92 Par¨ªs, que tiene su pabell¨®n de 40.000 espectadores en Nanterre (cerca de La Def¨¦nse, en Par¨ªs), elimin¨® en semifinales al Munsters, irland¨¦s (27-22), mientras el Leinster hizo lo propio con el Scarlets de Gales (38-16).
En abril de 2017, los responsables del rugby europeo (la European Professional Club Rugby, EPCR) decidieron elegir Bilbao para disputar las finales de las dos principales competiciones continentales: la Champions y la Challenge (algo as¨ª como la Liga Europa de f¨²tbol). Este viernes, a las 21.00 (Movistar Deportes 1), disputar¨¢n el segundo t¨ªtulo el Cardiff Blues, gal¨¦s, y el Gloucester, irland¨¦s, mientras la Champions la librar¨¢n este s¨¢bado a las 17.45 (Movistar Deportes 1) el Racing 92 Par¨ªs y el Leinster de Dubl¨ªn.
Bilbao ser¨¢ la primera ciudad fuera del circuito cl¨¢sico del rugby continental que acoge las dos finales europeas principales de este deporte. No es la primera vez que el rugby se aposenta en estadios espa?oles. El Camp Nou acogi¨® con un ¨¦xito rotundo la final del TOP 14 franc¨¦s metiendo en el estadio a casi 90.000 personas. Anoeta tambi¨¦n ha sido escenario habitual de partidos europeos de rugby (por la cercan¨ªa de los grandes clubes franceses) destacando el encuentro Tonga-EE?UU, aprovechando una ventana internacional en noviembre de 2016. Valladolid (cultura de rugby indudable) o M¨¢laga han sido otros lugares donde el bal¨®n saltar¨ªn ha buscado nuevos p¨²blicos.
La apuesta de Bilbao tiene la novedad de acoger por vez primera la m¨¢xima competici¨®n fuera de sus lugares comunes para recalar en una ciudad peque?a que se ha volcado con el rugby desde el primer d¨ªa. Localidades vendidas a buen ritmo y muchos hoteles llenos con meses de antelaci¨®n, lo que habr¨ªa obligado a reubicar a los aficionados franceses, galeses, irlandeses en los alrededores: Gipuzkoa, Cantabria...
La ciudad se ha preparado a conciencia. Ante la posible llegada de 100.000 seguidores espa?oles y extranjeros, la ciudad ha decidido mantener el servicio de metro ininterrumpido desde el viernes hasta el domingo a las 23.30. Ello supondr¨¢ 206 coches m¨¢s de los habituales, elevando un 16% la capacidad.
A ese despliegue del metro se unir¨¢n 30 trenes de Euskotren para reforzar las cercan¨ªas y alojamientos fuera de Bizkaia. El Ayuntamiento tambi¨¦n ha modificado la normativa en la hosteler¨ªa. En un festival de deporte y cerveza, los bares ampliar¨¢n su horario de apertura en dos horas entre ayer jueves y ma?ana (d¨ªa de la final de la Champions). Las ¨²nicas limitaciones ser¨¢n que la ampliaci¨®n de horario no podr¨¢ efectuarse en el exterior del local y el Ayuntamiento tampoco permite la instalaci¨®n de segundas terrazas. La cerveza ser¨¢ la gran protagonista. En 2014, en un Inglaterra-Irlanda celebrado en el estadio londinense de Twickenham, se vendieron 160.000 pintas.
Deportivamente, seg¨²n las fuerzas de seguridad, el tratamiento ser¨¢ similar al de cualquier partido de f¨²tbol y se conf¨ªa en que la actitud de los espectadores del rugby es muy distinta a la de los del balompi¨¦. Todo ello servir¨¢ tambi¨¦n como experiencia para la entrega de premios de la cadena MTV que se celebrar¨¢ en noviembre con una afluencia masiva de espectadores.
En un a?o futbol¨ªsticamente decepcionante en Bilbao, el rugby de ¨¦lite ocupar¨¢ su lugar en la hornacina de la emoci¨®n. Probablemente ser¨¢ el acontecimiento m¨¢s emocionante vivido en San Mam¨¦s esta temporada, aunque para ello haya tenido que cambiar de bal¨®n y los pies por las manos.
Destino tur¨ªstico
Bilbao ha a?adido as¨ª una muesca m¨¢s en su carrera por protagonizar los principales eventos internacionales, as¨ª como los reconocimientos mundiales a su labor de transformaci¨®n urban¨ªstica. El rugby se une a esta voluntad de visibilidad social y econ¨®mica que ha sacado a Bilbao de la humedad hist¨®rica para instalarla en un destino tur¨ªstico. Seg¨²n los c¨¢lculos de la Diputaci¨®n Foral de Bizkaia, el impacto econ¨®mico directo se eval¨²a previamente en unos 30 millones.
San Mam¨¦s estar¨¢ lleno. Entre los dos d¨ªas, se esperan unos 100.000 aficionados (el estadio tiene capacidad para 53.000). A los pocos d¨ªas, las entradas se vend¨ªan en internet a ritmo fren¨¦tico. La alegr¨ªa que transmiten los Cardiff blues o la felicidad de los irlandeses en su mejor a?o, unido a la potencia francesa, alimentan esta cita.
San Mam¨¦s tendr¨¢ otra cara. Esos palos largos por donde vuela el bal¨®n bajo la atenta mirada de los aficionados por si el viento mece la cuna y lo desv¨ªa; esa grada sin parar de cantar, pierdan o ganen, por mucho o por poco. Ese Dan Carter, ese Sexton, mediando en la apertura (bonita palabra para cualquier deporte y arte de la vida). Y a la misma hora, pero con tres cuartos de retraso, Alav¨¦s y Athletic rivalizando en un derbi. Igual llegan al tercer tiempo...
Cambio de bal¨®n en el homenaje a Pichichi en 1924
A Rafael Moreno Aranzadi le pusieron Pichichi aunque a¨²n no se sabe por qu¨¦. Que si su aspecto de pajarillo delgado, que si su vivacidad... Ni fue un goleador poniendo nombre al trofeo al m¨¢ximo goleador. A los dos a?os de su muerte prematura (en 1922 a los 29 a?os), el Athletic pens¨® en un partido de f¨²tbol, homenaje a su viuda y a su hija, con un fin recaudatorio. Sin embargo, las dificultades organizativas acabaron con esa posibilidad, y el rugby ocup¨® el lugar del f¨²tbol, a pesar de que nunca form¨® parte de alguna de las secciones deportivas del club rojiblanco, en el poco tiempo que dispuso de ellas.
En mayo de 1924 se enfrentaron la Association Sportive de Bayona y el Stade Hendayais, con victoria de los primeros por 21-12 en La Catedral. Dos veces m¨¢s San Mam¨¦s fue recinto de rugby: en 1948 se midieron el Club Deportivo Bilbao y el SEU de Madrid, y en 1990 hubo un amistoso entre Euskadi y Catalunya, jugando el m¨ªtico fullback franc¨¦s Serge Blanco con la tricolor vasca.
Pero en realidad todo empez¨® con Pichichi, el delantero enclenque que protagoniz¨® el rugby sin saberlo y rein¨® despu¨¦s de muerto.
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