Zverev se agranda en Madrid
Con solo 21 a?os, el n¨²mero tres liquida a Thiem en la final de la Caja M¨¢gica (doble 6-4, en 1h 18m) y eleva su tercer Masters 1000 sin ceder un solo set ni un servicio en sus cinco partidos en el torneo
Tiene la forma y el fondo. Tiene la arrogancia, el deseo y el convencimiento. Tiene el f¨ªsico, la t¨¦cnica y la edad ideal para el despegue definitivo. Y tiene, ante todo, un don, el sello propio de los elegidos. Lejos de abrumarle, digiere esa ola de exigencia con la naturalidad de aquellos que se saben ¨²nicos, se?alados, predestinados a hacer de lo suyo algo grande. Y en esas est¨¢ Alexander Sascha Zverev, el joven alem¨¢n que lleva un tiempo en boca de todos y que poco a poco va respondiendo a todas las expectativas que existen en torno a ¨¦l, enormes, pues se le considera la pr¨®xima gran figura de la raqueta, el gran nombre que sonar¨¢ de aqu¨ª en adelante.
De momento, a sus 21 a?os, ya es el n¨²mero tres del mundo y posee tres t¨ªtulos de Masters 1000: abri¨® boca el curso pasado en Roma, derrotando a Novak Djokovic; continu¨® en Montreal, deshaci¨¦ndose del gran t¨®tem, Roger Federer; y ahora tambi¨¦n ha dejado huella en la arena de Madrid, diluyendo a Dominic Thiem en la final (doble 6-4, en 1h 18m) y convirti¨¦ndose as¨ª en el quinto jugador en activo que gana al menos tres trofeos de los 1000, por detr¨¢s de Rafael Nadal (31), Djokovic (30), Federer (27) y Andy Murray (14). Es decir, aun estando muy lejos de ellos todav¨ªa, Zverev se dirige hacia donde quiere estar y donde se intuye que puede instalarse.
Lo tiene todo para antes o despu¨¦s gobernar. Mam¨® el tenis desde la infancia ¨Csus padres son profesores y su hermano Mischa, nueve a?os mayor, es profesional desde 2005¨C, su cuerpo responde al molde moderno (1,98 y 86 kilos) y su palanca es bestial. Lleg¨® a Madrid el ¨²ltimo, porque ven¨ªa de ganar otro trofeo en M¨²nich, y en cinco d¨ªas ha desfilado con paso militar: no ha cedido un solo set en la Caja M¨¢gica ¨CDonskoy, Mayer, Isner, Shapovalov y Thiem han sido sus escollos¨C y tan solo una bola de break, y en la final del futuro bati¨® al austriaco, la otra gran figura emergente y llamado a ser el dominador de la tierra, toda vez que Nadal le abra definitivamente paso.
El pulso fue equilibrado, aunque la voz cantante la llev¨® en todo momento el de Hamburgo. Dos roturas en los primeros turnos de saque de su rival le bastaron. El resto, un reloj; ahora bien, a¨²n le queda mucho por pulir. Deficiente todav¨ªa en la red, Zverev se impone a partir del servicio y el juego desde la l¨ªnea de fondo. Su derecha va afil¨¢ndose y donde esconde verdaderamente un demonio es en el rev¨¦s, sobre todo cruzado. Por su car¨¢cter recuerda en ocasiones al Djokovic primigenio ¨C¡°soy ¡®fuego¡¯, a veces me tienen que parar¡±¨C, aunque su desempe?o es mucho m¨¢s pausado, menos el¨¦ctrico o explosivo, pero igualmente demoledor. Se le espera y ¨¦l responde, aunque su asignatura pendiente son los Grand Slams: en ninguno de ellos ha alcanzado los cuartos y los octavos de Wimbledon (2017) son su tope.
Sin emoci¨®n ni adornos, y con fr¨ªo
Hasta hace poco se le integraba en la denominada Next Gen, la generaci¨®n venidera, pero ¨¦l se desmarca del grupeto de aspirantes ¨C¡°algunos de ellos ya estamos aqu¨ª, veremos qui¨¦nes continuamos arriba¡±¨C y dice ser ya toda una realidad. Familiar, con un comportamiento m¨¢s bien ruso a pesar de haber crecido en Alemania, vivir en Montecarlo y haberse formado en EE UU, no va a ning¨²n lado sin su perro Lovik; sigue mucho la NBA y su padre Alex, t¨¦cnico a la vez, vigila todos sus pasos; su ¨ªdolo es Federer y su mejor amigo en el circuito es el doblista brasile?o Marcelo Melo.
Contra Thiem ¨C4-1 a su favor en los precedentes¨C resolvi¨® con fiabilidad, teniendo en cuenta adem¨¢s que el austriaco, verdugo de Nadal, pareci¨® hab¨¦rselo dejado casi todo en el pulso con el mallorqu¨ªn. Fue una tarde m¨¢s bien plana. Falt¨® emoci¨®n, hizo fr¨ªo en la central y se ech¨® en falta alg¨²n gran punto. Thiem, desmejorado y negado por segunda vez en Madrid, no colabor¨®, y Zverev, sin pretensi¨®n de excederse, quiso que todo acabara r¨¢pido. El duelo que presumiblemente marcar¨¢ los pr¨®ximos a?os tiene ahora mismo una jerarqu¨ªa definida: hoy por hoy, Sascha est¨¢ por encima. Le queda un mundo por crecer, pero de ¨¦l ya no se puede hablar en clave de futuro. Si hay alguien que puede codearse con los grandes y agitar el panorama es ¨¦l. Zverev es ya un presente en toda regla. Un magn¨ªfico presente para el tenis.
15 KILOS M?S DE PESO QUE HACE DOS A?OS
Alegre, pero sin desprender una sensaci¨®n euf¨®rica, Zverev atendi¨® a los periodistas con un ligero retraso. Antes se despidi¨® del todav¨ªa director del torneo, Manolo Santana? ¨C¡°Manolo, has sido un icono del tenis. Este es tu ¨²ltimo a?o, as¨ª que vete a casa y descansa. Te lo mereces...¡±¨C y en la sala de conferencias se expres¨® de forma contenida.
"Espero que este no sea mi ¨²ltimo Masters 1000, conf¨ªo en ganar unos pocos m¨¢s...", brome¨®, antes de se?alar irremediablemente a Nadal como el hombre a batir en los dos torneos de arcilla que restan. "?l, sea donde sea el torneo, es el favorito. Lo va a ser en Roma [esta semana] y lo ser¨¢ en Par¨ªs [a partir del 27]. Obviamente estoy incre¨ªblemente feliz, pero todav¨ªa me queda mucho trabajo por delante", afirm¨®.
Luego, el alem¨¢n se refiri¨® a su progresi¨®n f¨ªsica, m¨¢s que notable en las dos ¨²ltimas temporadas. En ese sentido, el protagonista dijo que en este periodo ha ganado 15 kilos de peso. "Estoy tratando de a?adir algo de peso a mi cuerpo, de mejorarlo. Probablemente peso 15 kilos m¨¢s que hace dos a?os. Es algo en lo que estoy trabajando...", concluy¨®.
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