Otra estrella que se va
La de Griezmann es la historia del Atl¨¦tico, que siempre pierde a sus mejores jugadores
Es mejor no saber c¨®mo se ficha a algunos futbolistas. Podr¨ªan quit¨¢rsete las ganas de ver f¨²tbol. Saberlo todo, en detalle, descorazona a cualquiera. Es posible que la vida se haga m¨¢s llevadera si mezclas conocimiento e ignorancia. Adentrarse en el subsuelo del f¨²tbol, donde se cruzan directivos, empresarios, agentes, y los negocios imposibles se vuelven sencill¨ªsimos, es un viaje directo al desenga?o. Nunca est¨¢ de m¨¢s tomar nota de aquella escena de El peregrino secreto, de John Le Carr¨¦, en la que un responsable del Servicio de Inteligencia brit¨¢nico le propon¨ªa a uno de sus agentes participar en una delicada misi¨®n. Cuando este aceptaba, su jefe simplemente le dec¨ªa: ¡°T¨¦ngame informado, pero no demasiado informado¡±.
Un fichaje es un negocio en el que hay compradores, vendedores, intermediarios y futbolistas que cambian de equipo. A veces esos fichajes se nos presentan como historias de amor, de ego¨ªsmo, de traici¨®n o de simple supervivencia. Algunos se olvidan pronto y otros jam¨¢s se acallan, como los de Di St¨¦fano, Maradona, Luis Enrique, Figo, Rivaldo, Anelka, Neymar¡ Y ahora quiz¨¢ Griezmann. A la espera de saber c¨®mo finaliza su historia, lo ¨²nico seguro es que el jugador tiene una cl¨¢usula de cien millones de euros, que tal y como se ha puesto el mundo no ser¨¢ dif¨ªcil de pagar, y que el Bar?a fantasea en p¨²blico con que est¨¢ fichado. No sabemos qu¨¦ piensa exactamente Griezmann. En todo caso, no se puede obligar a nadie a que est¨¦ m¨¢s feliz donde est¨¢ que all¨ª a donde pretende marcharse.
Que el Bar?a insin¨²e que el jugador es casi suyo, y que lo haga en v¨ªsperas de la final de la Europa League, parece un plan dise?ado por los due?os del Atl¨¦tico para que nadie les reproche la marcha de su mejor futbolista. Ellos no venden, dicen. Por supuesto, los jugadores pagan su cl¨¢usula y se van a otro sitio. Es la historia del Atl¨¦tico, el equipo que siempre pierde a sus mejores jugadores. Qu¨¦ artistas son los Gil. Escurrir el bulto, para que todas las culpas recaigan en otros, requiere de una gran habilidad. Qui¨¦n no conoce a alguien as¨ª. En mi ciudad, la Diputaci¨®n reuni¨® en 1990 su fondo art¨ªstico para exponerlo. Durante el traslado de las obras, un cuadro de C¨¢ndido Fern¨¢ndez Mazas ¡°sufri¨® un fuerte impacto al ser golpeado por un coche cuando efectuaba una maniobra de marcha atr¨¢s, hall¨¢ndose el cuadro apoyado en uno de los parachoques del patio del aparcamiento, al parecer sin protecci¨®n¡±, explic¨® la Diputaci¨®n. Parec¨ªa un accidente m¨¢s, hasta que al poco, por otras fuentes, se supo que el autom¨®vil que embisti¨® el cuadro dando marcha atr¨¢s era el coche del propio presidente de la Diputaci¨®n.
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