C¨®nclave en casa de Obradovic

Entre la vetusta y m¨ªtica Sala Pionir de Belgrado, donde Zeljko Obradovic comenz¨® a forjar su leyenda con aquel Partiz¨¢n que se coron¨® en 1992 desde el exilio, y el majestuoso multiusos Kombank Arena (ahora Stark Arena) hay apenas seis kil¨®metros de distancia con el r¨ªo Sava de por medio. En el regreso a su tierra, el druida serbio ha cruzado el afluente del Danubio para intentar revalidar el t¨ªtulo que conquist¨® la pasada temporada con el Fenerbah?e en una Final Four de quilates. Probablemente, la m¨¢s pareja de los ¨²ltimos tiempos.

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A un lado del cuadro, los dos equipos m¨¢s laureados en los 60 a?os de historia de la Copa de Europa de baloncesto: el Real Madrid (9 t¨ªtulos) y el CSKA (7). Al otro, el entrenador con la f¨®rmula m¨¢gica, Obradovic (tambi¨¦n con 9 t¨ªtulos), y el jugador que ha ganado m¨¢s veces la Euroliga en su actual formato, Sarunas Jasikevicius (4), ahora con traje y corbata al frente del intr¨¦pido Zalgiris de Kaunas. Igual que Saras, al que Obradovic dirigi¨® durante cuatro campa?as en el Panathinaikos, Dimitris Itoudis y Pablo Laso tambi¨¦n han sido disc¨ªpulos de Zeljko. En casa del maestro se celebra el c¨®nclave que elegir¨¢ al nuevo rey de Europa. "Les recib¨ª a los tres anoche y no s¨¦ si estuve a la altura como anfitri¨®n", brome¨® Mr. Euroliga con su tono ir¨®nico en la presentaci¨®n oficial.

CSKA y Real Madrid reeditar¨¢n esta noche (21.00, Movistar+) en Belgrado una rivalidad legendaria construida en apenas tres episodios con sonido de NO-DO, cuando los rojos eran el TSKA o Chesca. El primero, en 1963, despu¨¦s de que el r¨¦gimen franquista levantara la prohibici¨®n de viajar a la URSS, en la que fue adem¨¢s la primera final continental resuelta con un partido de desempate: victoria arrolladora de los Emiliano, Lolo Sainz, Sevillano, Luyk y Burgess en el Front¨®n Fiesta Alegre (86-69); devoluci¨®n del golpe por parte del CSKA (91-74) y triunfo definitivo de los rusos tras ganar el tercer asalto (99-80). El segundo lleg¨® en 1965, en el a?o de la vuelta de Pedro Ferr¨¢ndiz al banquillo, con victoria blanca en la ¨²ltima final a doble partido remontando en Madrid siete puntos de la ida. Y el tercero en 1969, con otra victoria rusa tras un memorable duelo, en una Barcelona hostil para los blancos, resuelto en la segunda pr¨®rroga.

Los dos mejores ataques

Casi medio siglo despu¨¦s, las dos superpotencias vuelven a chocar con los ¨²nicos precedentes de las intrascendentes victorias rusas en los partidos por el tercer y cuarto puesto del a?o pasado en Estambul y de la edici¨®n de 1996 en Par¨ªs. El CSKA disputa en Serbia su 15? Final Four en los ¨²ltimos 16 a?os, con m¨¢s regularidad que pegada: tres t¨ªtulos (2006, 2008 y 2016) y tres finales en esa secuencia; mientras que para el Madrid es la sexta Final a Cuatro en ocho a?os, la quinta de la era Laso (un t¨ªtulo en 2015 tras dos finales perdidas en 2013 y 2014). "Llegamos con el equipo al completo por primera vez en la temporada y eso ha dado al grupo una sensaci¨®n de confianza y de fortaleza", apunta el t¨¦cnico madridista. La clave en su pizarra, parar a Sergio Rodr¨ªguez, esencia de su esencia, ahora comandando las operaciones del enemigo. Itoudis tendr¨¢ la baja del escolta Leo Westermann, mientras que De Colo y Hines llegan entre algodones, como Campazzo. Frente a frente, los dos mejores ataques de la competici¨®n: 89,1 puntos de media para el CSKA por 85,8 del Madrid. El sue?o de levantar la D¨¦cima pasa por derribar al l¨ªder incuestionable de la liga regular.

Mientras, en el encuentro con el que se alza el tel¨®n (18.00, Movistar+), la D¨¦cima de Obradovic pasa por atajar el vigor de un Zalgiris pujante y conmovedor comandado por Pangos y Jankunas. La Final Four no es territorio para novatos. No triunfaron en sus primeras apariciones o en sus reenganches tras a?os de ausencia ni el Lokomotiv en 2016, ni el Madrid en 2011, ni el Partiz¨¢n en 2010, ni aquel Unicaja de 2007. El ¨²ltimo novel en llegar y besar el santo fue precisamente el Zalgiris que, en 1999, se llev¨® el t¨ªtulo ante la Virtus de Bolonia en la segunda de sus dos finales disputadas. "Por suerte no me toca jugar un uno contra uno contra Obradovic. Enfrentarme a Zeljko ya es un gran logro en s¨ª porque quiere decir que has llegado hasta aqu¨ª, donde siempre est¨¢ ¨¦l", se?al¨® Jasikevicius.