El Athletic de Pentland y el Madrid republicano
Los vascos en 1929-30 y los blancos en 1931-32 son los ¨²nicos invictos en una Liga. Eran torneos de 10 equipos
Tras la ca¨ªda del Bar?a en el Ciutat de Val¨¨ncia, seguimos con s¨®lo dos campeones de Liga invictos en toda una temporada. Ambos casos datan de antes de la Guerra, de campeonatos de 10 equipos.
La primera Liga la hab¨ªa ganado el Bar?a, en 1929. Para la 29-30, el Athletic recuper¨® a M¨ªster Pentland, el entrenador m¨¢s c¨¦lebre de la ¨¦poca en Espa?a. Lleg¨® a Espa?a a trav¨¦s del Racing de Santander. Entren¨® a varios clubes, pero donde dej¨® gran sello fue sobre todo en el Athletic. En la temporada inaugural de la Liga hab¨ªa entrenado al Atl¨¦tico de Madrid. En Bilbao, donde ya pas¨® entre 1922 y 1925, le a?oraban. Y le recuperaron para asaltar la Liga 29-30.
Incorpor¨® entre otros a Bata y Gorostiza y elev¨® a titular a Iraragorri, con los que complet¨® una delantera que hizo leyenda: Lafuente, Iraragorri, Bata, Chirri y Gorostiza, con algunas apariciones de Unamuno.
En la jornada s¨¦ptima le toca visitar al campe¨®n, el Bar?a, que lleva seis victorias. Los de Pentland est¨¢n todav¨ªa arm¨¢ndose: s¨®lo dos victorias y cuatro empates. Pero ese d¨ªa dan el salto: juegan mejor que el Bar?a y hasta el 1-1 les parece poco.
Cuando llega la visita del Bar?a a San Mam¨¦s, decimosexta jornada, el Athletic suma 10 victorias y un empate desde el partido de Barcelona. Ahora tiene 24 puntos, por 21 del Bar?a, que es segundo. Ganar¨¢ el Athletic un partido apasionante, con este desarrollo: 1-0, 2-0, 3-0, 3-1, 3-2, 3-3, descanso, 4-3 y final. Un cronista describir¨¢ el partido como ¡°no ya el mejor de la temporada actual, sino el mejor de los mejores en temporadas pasadas y venideras¡±.
El Athletic ya era campe¨®n. Le restaban dos partidos, los dos fuera, y ambos los gan¨®: en Madrid al Atl¨¦tico, al que conden¨® al descenso, y en Santander al Racing. Total, 12 victorias, seis empates, 30 puntos, 63 goles a favor y 28 en contra. Un registro b¨¢rbaro. Gorostiza fue el m¨¢ximo goleador de la Liga, con 19.
Har¨ªa doblete. Y tambi¨¦n en la temporada siguiente, en la que no acab¨® la Liga invicto, pero aquella delantera se anot¨® dos r¨¦cords b¨¢rbaros: un 12-1 al Bar?a en casa y un 0-6 sobre el Madrid a domicilio. Los dos a?os siguientes no ganar¨ªa la Liga, pero s¨ª la Copa.
Dos a?os despu¨¦s de la Liga sin derrota del Athletic lleg¨® la del Madrid, la 31-32. Fue la primera Liga de la Rep¨²blica.
Con el cambio de R¨¦gimen, el club dej¨® de llamarse Real, volvi¨® a ser Madrid a secas, y quit¨® la corona de su escudo. Como quedaba bastante soso, lo cruz¨® con una banda morada, color de Castilla, incluido en la nueva bandera de Espa?a.
Pero m¨¢s a¨²n que el escudo cambi¨® el equipo. Su secretario t¨¦cnico, un tipo singular llamado Pablo Hern¨¢ndez Coronado (inventor de tal funci¨®n, un especialista renumerado en el que la directiva delegaba las decisiones sobre la plantilla, hoy lo llamamos director deportivo) hizo varios fichajes deslumbrantes. Fich¨® del Alav¨¦s a los dos defensas, Ciriaco y Quincoces, y al goleador, Olivares. Trajo a un gran interior, Hilario, del Depor, Bestit II, del Europa, el c¨¢ntabro Ateca¡ y finalmente al gran Luis Regueiro, del Real Uni¨®n. Aquel Madrid ya ten¨ªa a Ricardo Zamora desde octubre de 1930, ya ven¨ªa haciendo grandes adquisiciones, aunque no a esa escala.
Aquello fue pol¨¦mico. En tiempos en que a¨²n muchos miraban con recelo el profesionalismo, tal escala de fichajes parec¨ªa desnaturalizar al club, un poco como se ha llegado a discutir en estos tiempos. Muchos fundadores se distanciaron del club. El Athletic viv¨ªa de lo suyo. El Bar?a hac¨ªa fichajes, pero ten¨ªa (casi siempre ha seguido siendo as¨ª) bastantes aut¨®ctonos. En Madrid se discut¨ªa entre cantera y cartera. Hern¨¢ndez Coronado era partidario de lo segundo, obviamente. El presidente, Luis de Usera, le respald¨®. El entrenador era un h¨²ngaro, Lippo Hertzka. Futbolistas extranjeros no hab¨ªa porque a¨²n estaba prohibido.
El equipo hizo una atrevida gira por Europa, ante grandes equipos, para encajarse. El sorteo fij¨® para la primera un Madrid-Athletic en Chamart¨ªn. Acab¨® 1-1. Podr¨ªa parecer poco, pero ante el equipo de los dos dobletes y que el a?o anterior hab¨ªa ganado 0-6 era un inicio prometedor. Luego se fueron sucediendo resultados a ritmo de media inglesa, victorias en casa y empates fuera. El inicio de la primera vuelta fue, claro, la visita a San Mam¨¦s. Les pill¨® empatados a puntos, y as¨ª siguieron, pues el resultado fue 3-3.
S¨®lo muy al final despeg¨® el Madrid al Athletic. La ¨²ltima jornada la jug¨® en el campo del Bar?a. Empat¨® 2-2 y certific¨® el t¨ªtulo. No le hubiera hecho falta el punto, porque el Athletic perdi¨® ese d¨ªa en Santander, pero coron¨® la Liga invicto, con 10 victorias y ocho empates, 37 goles marcados y 15 encajados. La fortaleza del tr¨ªo defensivo Zamora, Ciriaco, Quincoces, fijo en la Selecci¨®n, fue su aval.
Repetir¨ªa t¨ªtulo el a?o siguiente, la 32-33. Tambi¨¦n gan¨® la Copa de 1934 y la de 1936, ¨¦sta pocos d¨ªas antes del Golpe de Estado. As¨ª que, lo que son las cosas, el Madrid gan¨® cuatro de las 10 competiciones disputadas durante la Rep¨²blica, incluidas la primera, la Liga 31-32, y la ¨²ltima, la Copa de 1936.
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