La NBA coge a Luka y no ve a Pablo y Zeljko
.Las franquicias reclutan a las figuras europeas cada vez m¨¢s pronto y en cambio no se fijan en los entrenadores que forjan equipos como el Madrid o el Fenerbah?e
Luka Doncic, el MVP y campe¨®n de la Euroliga con el Real Madrid y el jugador del a?o habida cuenta de que tambi¨¦n fue determinante para que Eslovenia se alzara con el t¨ªtulo en el Eurobasket disputado en septiembre, naci¨® en febrero de 1999. Por entonces, un selecto ramillete de jugadores europeos ya compet¨ªa en la NBA. Casi todos hab¨ªan destacado previamente durante algunas temporadas en el viejo continente, caso de Petrovic, Sabonis, Marciulonis, Radja, Volkov o Danilovic. Debutaron en la NBA con una edad que rondaba los 25 a?os, excepto Sabonis que ya ten¨ªa 31, y alg¨²n caso excepcional, como los de Divac y Stojakovic, que aterrizaron en Estados Unidos con 21 a?os.
Por aquella ¨¦poca, de la lanzadera intercontinental salieron jovenc¨ªsimos europeos que han marcado una ¨¦poca: Nowitzki, en Dallas con 20 a?os; Parker, en San Antonio, con 19; y Pau Gasol, en Memphis, con 21. El tr¨ªo rompi¨® todas las reglas no escritas. La NBA dej¨® de mirar por encima del hombro primero y de reojo despu¨¦s. Acab¨® poniendo sus microscopios sobre Europa. Desde entonces, son pocas las estrellas que reh¨²san la aventura americana. Llull es una de las pocas excepciones. Porzingis debut¨® en los Knicks con 20 a?os, Antetokounmpo en los Bucks cuando todav¨ªa no hab¨ªa cumplido 19. Doncic, si nada cambia, debutar¨¢ en la NBA con 19 a?os.
La regeneraci¨®n del baloncesto europeo es obligada. Las grandes figuras se van cada vez m¨¢s j¨®venes. Los equipos de este lado del Atl¨¢ntico no tienen manera de defenderse frente al poder¨ªo econ¨®mico de las franquicias estadounidenses y el leg¨ªtimo inter¨¦s de los jugadores. El mundo entero disfruta de su juego en la NBA.
Los clubes europeos deben reinventarse a?o tras a?o. El Fenerbah?e fue campe¨®n el a?o pasado y acto seguido perdi¨® a dos de sus dos principales estrellas, Bogdan Bogdanovic (Sacramento Kings) y Udoh (Utah). Dos cuartos de lo mismo le sucede a la mayor¨ªa de grandes clubes europeos. Al fin y al cabo, uno de los muchos m¨¦ritos del Real Madrid, ha estribado en conservar a Llull, una rara avis en el statu quo del baloncesto mundial, y en mantener el nivel que alcanz¨® con jugadores que se fueron a la NBA como Sergio Rodr¨ªguez, Mirotic o Willy Hernang¨®mez.
La din¨¢mica tiene su parte negativa, evidente, cuando jugadores de tal calibre abandonan un equipo. No se antoja sencillo detectar, desarrollar y ensamblar en la din¨¢mica de un equipo a jugadores con el talento que requiere un club puntero en la Euroliga.? La regeneraci¨®n, en cambio, conlleva aspectos que pueden ser positivos, como la asunci¨®n del liderazgo por nuevos jugadores y el obligado cambio de registro en el estilo del equipo. Se entiende que la NBA se lleve a Doncic. No se entiende que hasta la pr¨®xima temporada no vaya a debutar all¨ª el primer entrenador europeo, el serbio Igor Kokoskov (Phoenix), y que no sepan apreciar el potencial de t¨¦cnicos de una categor¨ªa tan contrastada como Zeljko Obradovic o Pablo Laso.
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