El Baskonia empieza a tope ante el Bar?a
El conjunto vitoriano apabulla a la peor versi¨®n del Barcelona (86-61)
El misterio del Barcelona es que no sabes a qu¨¦ rival te vas a enfrentar, convertido en una casa de espejos donde la realidad se deforma con la misma facilidad que se reforma. El Baskonia se ha enfrentado al otro equipo azulgrana en cinco partidos y lo ha vivido en sus tres victorias y dos derrotas como balance. Ha vivido al Bar?a l¨¢nguido de Sito Alonso, el iracundo de Pesic, pero tambi¨¦n al olvidadizo con lagunas profundas. Pero sobre todo ha sufrido al campe¨®n de Copa que le elimin¨® cuando Baskonia era una fiesta interior. Adivinar qu¨¦ Barcelona te vas a encontrar, si el de la Copa en Canarias o el del MoraBanc en el Palau que a poco arruina la ACB, es m¨¢s dif¨ªcil que saber qu¨¦ Baskonia vas a enfrentar en la pista. M¨¢s all¨¢ o m¨¢s ac¨¢ del acierto o el error, de la suerte, del desencuentro, del cansancio, de las lesiones, el Baskonia es un club perfectamente reconocible por m¨¢s cambios de camiseta que se produzcan en su equipaje: sabes lo que te espera en cuanto a intensidad, poder¨ªo interior, ganas de correr, intimidaci¨®n. No siempre sale, pero siempre perdura el intento y su algod¨®n, limpie m¨¢s o menos, no enga?a. Toc¨® el Bar?a blando y el marcador del Baskonia lo quem¨®.
El primer cuarto no estableci¨® diferencias en el marcador, pero s¨ª en el juego. Todo el Bar?a pasaba por Tomic, pero Tomic no pod¨ªa pasar por todo el Barcelona. El desvar¨ªo anotador del equipo de Pesic fue in crescendo ante el poder¨ªo de Poirier y Voigtmann, que no solo oscurec¨ªan al pivot croata, sino que le apagaban la luz al Barcelona entero, empe?ado en buscar a su l¨ªder como ¨²nico recurso. Sin noticias apenas de Heurtel (¨²nico base por lesi¨®n de Pau Ribas), de Hanga, las escuetas noticias de Tomic iban adelgazando en su escueta soledad (Oriola es baja tambi¨¦n). Y a la chita callando, el Baskonia fue echando arena en el desierto. Pato Garino encendi¨® las luces de ne¨®n con tres triples seguidos que quemaron las pesta?as del Barcelona. Y si no ah¨ª estaba Timma para afinar la mu?eca o Marcelinho para fallar sus bombitas pero acertar en sus asistencias. Y llegado el caso, siempre le queda Shengelia, con un golpe en las costillas durante un entrenamiento, lesionado, dolorido, para ejercer de lo que es: el jefe de la bombilla, el posteador infalible, el encargado de la iluminaci¨®n.
En un santiam¨¦n, el Baskonia liquid¨® el segundo cuarto y se fue al descanso con 19 puntos de ventaja (47-28). Daba la sensaci¨®n de que el Barcelona no se hab¨ªa dado cuenta de la velocidad con la que el marcador sub¨ªa en Vitoria. Y cuando la marea sube en Vitoria, el Buesa Arena se inunda sin remisi¨®n. Y la espuma subi¨®. El Bar?a segu¨ªa sin anotar, salvo ocasionalmente Koponen, rara vez Hanga, una peque?a racha de Navarro y el Baskonia se repart¨ªa los puntos como quien reparte la merienda en un campamento de verano. Y el tercer cuarto la marea subi¨® hasta el 67-40. Todo estaba perdido para el Bar?a, definitivamente convertido en la versi¨®n l¨¢nguida del inicio de temporada. Aquello solo pod¨ªa empeorar. Y empeor¨®. El 86-61 del final solo puso n¨²mero a una victoria que estuvo cantada desde el salto inicial.
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