LeBron James, un h¨¦roe a pesar de todo
La estrella de la NBA, tras una dura infancia, asumi¨® el apodo de El Elegido y es un activista anti-Trump
LeBron James, tan protagonista en la derrota como en la victoria, relativiz¨® el segundo rev¨¦s que sufri¨® Cleveland en la final de la NBA la semana pasada. ¡°Las cosas han ido en mi contra desde que ten¨ªa cinco o seis a?os¡±, reflexion¨®. ¡°He visto situaciones muy complicadas desde mi adolescencia. Estamos hablando de baloncesto¡±. La estrella de 33 a?os y su equipo perdieron el cuarto partido y quedaron derrotados el s¨¢bado de madrugada, pero muchos entendieron que esas palabras iban m¨¢s all¨¢ de la cancha. Hablaba de su dura ni?ez.
Su madre Gloria ten¨ªa 16 a?os cuando ¨¦l naci¨® en Akron (Ohio, Estados Unidos), ciudad en la que se cri¨® en barrios marginales. Su padre Anthony McClelland, exconvicto, se desentendi¨®. La siguiente pareja de su madre, Eddie Jackson, tambi¨¦n fue a prisi¨®n por tr¨¢fico de coca¨ªna. Curiosamente, en el mismo hospital donde fue alumbrado vino tambi¨¦n al mundo, tres a?os m¨¢s tarde, otra estrella de la NBA, Stephen Curry ¡ªsu padre, Dell Curry, jug¨® un a?o con Cleveland¡ª.
Curry y LeBron han sido archirrivales en la cuarta final entre Golden State y Cleveland, en una racha de duelos ins¨®lita en la historia de la NBA. Ha sido la novena final, y la octava consecutiva, de LeBron. Este brutal jugador desde muy ni?o, destac¨® por su capacidad atl¨¦tica. Jugaba al f¨²tbol americano y al baloncesto. Hasta que se decant¨® por el deporte de la canasta. Su carrera fue mete¨®rica, y muy pronto qued¨® marcada por el influjo de Michael Jordan. Cuando estaba en secundaria, en el St. Vincent-St. Mary High School, eligi¨® jugar con el n¨²mero 23 que luc¨ªa el legendario jugador de los Chicago Bulls.
Desde muy pronto se habl¨® de ¨¦l como del heredero del legendario jugador Michael Jordan
Con 16 a?os ya le llamaban The King (el rey) y ocupaba las portadas de revistas deportivas. Su equipo tuvo que cambiar de pabell¨®n para acoger la multitud de aficionados que acud¨ªan a verle jugar. Un a?o despu¨¦s, a los 17, le a?adieron otro apodo The Chosen (el elegido). No hab¨ªa cumplido a¨²n los 19 cuando la marca de equipamiento deportivo Nike le fich¨® por 90 millones de d¨®lares antes incluso de que debutara en la NBA con el mismo equipo, Cleveland, con el que juega hoy. LeBron era plenamente consciente de su portentosa capacidad para el baloncesto desde adolescente: ¡°No estaba en la misma situaci¨®n que los dem¨¢s. Lo comprend¨ª. Fui elegido para esto. Es mi don, mi responsabilidad¡±, dijo.
Desde muy pronto se habl¨® de ¨¦l como del heredero del m¨ªtico Michael Jordan. Al principio la comparaci¨®n sonaba a herej¨ªa. Ahora, ya no chirr¨ªa tanto. LeBron mide 2,03 metros y pesa 113 kilos, cinco cent¨ªmetros y 15 kilos m¨¢s que Jordan. Pero MJ cuenta con un historial hasta el momento insuperable: seis t¨ªtulos en las seis finales de la NBA que disput¨®. LeBron solo suma tres anillos. Pero el 23 de los Cavaliers de Cleveland es capaz de jugar de base, de alero y hasta de p¨ªvot. Su hoja de servicios y r¨¦cords es interminable: tres anillos y tres veces MVP (premio otorgado al jugador m¨¢s valioso de la NBA) en las nueve finales disputadas, cuatro veces MVP de la temporada, 14 veces All Star... Es el primer jugador que suma m¨¢s de 30.000 puntos, 8.000 rebotes y 8.000 asistencias, tambi¨¦n el m¨¢ximo anotador en la historia de los playoffs y el s¨¦ptimo en la liga regular con 31.038 puntos ¡ªle faltan solo a 1.254 para alcanzar a Jordan, que es el cuarto en esa clasificaci¨®n¡ª.
La seguridad en su capacidad y su fuerza han permitido a LeBron sobrevivir tambi¨¦n a su sobrexposici¨®n a la jungla medi¨¢tica. En 2010, pas¨® de h¨¦roe a villano cuando anunci¨® que dejaba Cleveland por Miami para unirse al Big Three, (el tr¨ªo de estrellas que completaban Dwyane Wade y Chris Bosh). Aquello fue visto como un gesto megal¨®mano, una absoluta ingratitud hacia Cleveland. Con Miami jug¨® cuatro finales y gan¨® dos t¨ªtulos, pero pas¨® por horas bajas: ¡°Pens¨¦ que anunciar que me iba a Miami a cobrar tres millones de d¨®lares que destin¨¦ a los ni?os necesitados pod¨ªa ser bueno. Pero aquello afect¨® a la gente m¨¢s de lo que pensaba. Tuve que convertirme en una persona mejor, un jugador mejor, un padre mejor y un l¨ªder mejor. Cambi¨¦, y creo que la gente lo comprendi¨®¡±. El superdotado regres¨® a Cleveland, su viejo equipo en 2014.
Mide 2,03 metros, pesa 113 kilos, y es capaz de jugar como base, como alero y hasta de p¨ªvot a sus 33 a?os
Con la selecci¨®n estadounidense experiment¨® otra pirueta extrema. Estaba en el equipo que tuvo que conformarse con el bronce en los Juegos de 2004 y en el Mundial de 2006. Pero se resarci¨® con las medallas de oro en los Juegos de Pekin (2008) y Londres (2012).
A pesar de haber superado la treintena su rendimiento lejos de declinar va a m¨¢s. Su socio y m¨¢nager, Maverick Carter, cont¨® que el jugador se gasta 1,5 millones d¨®lares al a?o, en su preparaci¨®n f¨ªsica.
Hace unas semanas, cuando anot¨® 51 puntos en el primer partido de las finales de la NBA, Steve Kerr compa?ero de Jordan en los Bulls y actual entrenador del equipo rival, los Warriors, declar¨®: ¡°Ha jugado a un nivel que no estoy seguro de haber visto nunca¡±. El entrenador de San Antonio, Gregg Popovich matiz¨®: ¡°El juego f¨ªsico no es lo que m¨¢s me gusta de LeBron. Lo que me fascina es su sentido innato del juego y del espacio, de lo que hay que hacer cada instante en la cancha¡±.
LeBron ocupa un espacio potente tambi¨¦n lejos de las canastas como activista. Ha hecho p¨²blico su compromiso con la comunidad afroamericana, ha denunciado el racismo en EE UU, y ha mostrado su apoyo al partido dem¨®crata y su rechazo a Trump. Fue donante en la campa?a de Obama y particip¨® activamente en la de Hillary Clinton. Antes del primer partido de la final de la NBA en 2017 declar¨®: ¡°Poco importa el dinero que tengas, lo famoso que seas o el n¨²mero de admiradores. Es dif¨ªcil ser negro en la Am¨¦rica de hoy¡±. Aparecieron pintadas con mensajes racistas en la valla de su mansi¨®n de Los ?ngeles, donde vive con su mujer Savannah y sus hijos LeBron Jr, Bryce y Zhuri. Claro, directo y contundente, en la cancha y fuera de ella, no ha dudado en decirle a Trump en Twitter: ¡°Ir a la Casa Blanca era un gran honor hasta que t¨² llegaste¡±.
Esta temporada concluye su contrato con Cleveland, y en varias ciudades se han colgado carteles publicitarios pidiendo su fichaje. Veremos donde rematar¨¢ El elegido.
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