Ramos, capit¨¢n de la crisis de Espa?a
El central afronta su primer Mundial como capit¨¢n de Espa?a atrapado entre los dos fuegos de la crisis que enfrenta al Madrid y a la federaci¨®n por el fichaje y el despido de Lopetegui
Sergio Ramos desembarc¨® en el conf¨ªn oriental del Mar Negro como Jas¨®n, al frente de una nave cargada de h¨¦roes persiguiendo un trofeo de oro. La selecci¨®n de Espa?a replica el ciclo de los Argonautas acometiendo una prueba que parece igual de imposible. Lo hace bajo el liderazgo de un jugador singular, progresivamente cubierto de m¨²sculos, cicatrices y tatuajes que, a diferencia del guerrero m¨ªtico, siente que ya est¨¢ de vuelta.
"Yo no tengo nada que demostrar; yo soy como soy", dijo, en la sala abarrotada del estadio de Sochi. "Quien tenga dudas que mire el curr¨ªculum. Si encuentra un t¨ªtulo que me quede por ganar que me lo diga".
Ramos ha conquistado un Mundial, dos Eurocopas y cuatro Champions, entre otros t¨ªtulos. Eso es mucho m¨¢s de lo que han logrado algunos de los mejores futbolistas de todos los tiempos. Pero esta vez, su empresa entra?a dificultades mayores. El que probablemente sea el defensa m¨¢s competitivo del siglo acomete su cuarto Mundial, pero es el primero que le obliga como capit¨¢n. Con 32 a?os asume la responsabilidad de liderar a la plantilla en uno de los trances m¨¢s cr¨ªticos de la historia del equipo nacional. Debutando contra Portugal, el campe¨®n de Europa, dos d¨ªas despu¨¦s del descabezamiento del equipo.
¡°Hay que pasar p¨¢gina cuanto antes¡±, dijo. ¡°Esto no ha sido para nada agradable. Julen ha sido parte de este Mundial, pero aparte de las valoraciones personales, Espa?a debe estar por encima de los nombres propios. No hay mejor persona que Fernando Hierro para cubrir el hueco. Est¨¢ con nosotros desde hace mucho tiempo, nos conoce a la perfecci¨®n, y es de los m¨¢s id¨®neos para hacerse cargo de este rol en una selecci¨®n que sigue con la misma ilusi¨®n¡±.
La negociaci¨®n secreta y el fichaje repentino del seleccionador Julen Lopetegui por el Madrid, el pasado martes, preludio de su destituci¨®n, amenazaron con deshacer la uni¨®n del vestuario. Ramos se vio arrastrado al remolino. Como capit¨¢n del Madrid y capit¨¢n de Espa?a, los directivos de ambas instituciones le reclamaron para desenredar un l¨ªo sin precedentes. Primero porque Florentino P¨¦rez, el presidente madridista, le llam¨® para consultarle sobre la idoneidad del t¨¦cnico y debi¨® conocer que negociaba con su club a espaldas de sus propios compa?eros en La Roja. Despu¨¦s, porque cuando estall¨® la crisis se sinti¨® moralmente obligado a defender al t¨¦cnico ante la ira del presidente de la federaci¨®n, Luis Rubiales, que se consider¨® traicionado por el entrenador.
¡°Obviamente¡±, dijo el sevillano, ¡°cuando eres capit¨¢n te toca saber un poco m¨¢s de la cuenta. T¨² puedes hacer tu interpretaci¨®n, puedes dar tu opini¨®n, pero son las instituciones las que deben decidir¡±.
Uno de los hombres m¨¢s veteranos de la selecci¨®n explic¨® desde el anonimato que el papel de Ramos fue dif¨ªcil. Quiz¨¢s, como apunt¨® esta fuente, lo embarg¨® la culpa por haber puesto inconscientemente a Lopetegui en una encrucijada, y eso le llev¨® a preocuparse con exceso por su despido. Ramos defendi¨® la continuidad de Lopetegui hasta el final. Sus discursos no variaron el ¨¦nfasis: ni ante Rubiales ni ante sus compa?eros reticentes, que fueron la mayor¨ªa.
A este respecto, asegura un jugador del Bar?a que la discusi¨®n discurri¨® por cauces de moderaci¨®n y compa?erismo. Ramos se vio solo ante la mayor¨ªa que se neg¨® a pronunciarse cuando se reunieron con Rubiales, y mucho menos a defender ante el presidente federativo a un entrenador al que, en privado, se?alaron por comportarse de forma inadecuada. En el curso de los debates Ramos nunca result¨® agresivo. Iniesta, Alba, Busquets valoraron su honestidad y su comprensi¨®n ante quienes no opinaron igual.
¡°Aqu¨ª no hay ninguna grieta¡±
¡°No hay ninguna grieta¡±, dijo Ramos en la sala de conferencias de Sochi, preguntado por un presunto enfrentamiento entre colegas. ¡°Cada uno somos de nuestra madre y evidentemente pensamos distinto. Pero independientemente de todo eso, aqu¨ª todos queremos pelear por el Mundial. Eso no lo va a cambiar nadie ni nada. En lo personal fue un momento muy delicado. A unos les dar¨¢ m¨¢s o menos pena, pero esto es una oportunidad para crecer. Esto nos har¨¢ m¨¢s fuerte, nos unir¨¢ m¨¢s, y nos har¨¢ valorar m¨¢s el enorme privilegio que supone estar en un Mundial. Tenemos que aprovechar este momento ahora. Ma?ana ser¨¢ tarde¡±.
Ramos sonri¨® al admitir que el desaf¨ªo le estimula. ¡°Cuando vas cogiendo experiencia y vas madurando cada vez te encuentras m¨¢s a gusto en situaciones l¨ªmite¡±, dijo. ¡°En el f¨²tbol aprendes sobre todo de los momentos malos. Cuando hay un problema tambi¨¦n hay una oportunidad para crecer. Lo que ha ocurrido nos sirve para estar m¨¢s unidos¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.