Per¨² juega y Dinamarca gana
El equipo de Gareca destila un f¨²tbol de toque y velocidad pero carece de la genialidad de Eriksen y la punter¨ªa de Poulsen
A Per¨² le sobra f¨²tbol y le falta gol. Una penalidad terrible que le hizo ver Dinamarca, equipo que anda escaso de juego pero que cuenta con dos pilares que bien valieron el primer triunfo mundialista en Rusia. Uno es el portero Schmeichel, que desde hace tiempo est¨¢ decidido a hacerle sombra a su padre ¨Cse gan¨® un nombre y el piropo colectivo bajo los palos del Manchester United-; y el otro es Eriksen, un artista del bal¨®n que con un metro de m¨¢s la l¨ªa sin remisi¨®n. Per¨² se esmer¨® en no entregarle ese espacio, siempre con una tela de ara?a a su alrededor. Pero se despist¨® en una ocasi¨®n y el genio dan¨¦s dio el ¨²ltimo pase que defini¨® el duelo, tambi¨¦n la victoria n¨®rdica.
Se present¨® Per¨² al Mundial 36 a?os despu¨¦s, una larga y pesarosa espera para los aficionados y para los futbolistas porque, por ejemplo, ninguno de los que convoc¨® Gareca hab¨ªa nacido cuando Naranjito represent¨® a Espa?a 82. Pero Per¨² se reivindic¨® frente a Dinamarca porque expres¨® que su f¨²tbol es delicioso, intenso, virguero y sobre todo trabajado, lejos de ser un equipo rampl¨®n o de pelotazos, sin otra idea que la contra. Todo lo contrario. Resulta que este equipo sale desde atr¨¢s con la pelota controlada, encuentra rampas hacia el ¨¢rea rival con una facilidad pasmosa porque domina el ataque posicional como el de arrebatos, y chuta sin temor, aunque tambi¨¦n sin punter¨ªa. Resulta que todo lo bueno se difumina en los metros calientes porque carece del pase definitivo y del disparo oportuno. Incluso desde los 11 metros.
Aunque los focos se?alaron a la Foquita Farf¨¢n por ser el jugador m¨¢s reconocido, el peligro de Per¨² se maduraba desde los costados. Por la izquierda corr¨ªa el el¨¦ctrico Edison Flores, con tendencia a tirar diagonales para filtrar el pase por dentro o para probar el disparo; y por la derecha reclam¨® el protagonismo Carrillo, un jugador tan f¨ªsico como habilidoso, incluso t¨¦cnico porque ve¨ªa huecos donde nadie los apreciaba, como ese pase para Farf¨¢n que no acab¨® de completar porque Kjaer, que impuso su f¨ªsico y su jerarqu¨ªa en todo momento, hizo un barrido a tiempo para desviar el cuero a c¨®rner. Carillo, como Yot¨²n con anterioridad, tambi¨¦n prob¨® el chut teledirigido, pero Schmeichel, en una palomita sensacional logr¨® sacar la manopla a tiempo. Mucho f¨²tbol e intensidad que no encontraba su premio hasta que Cueva, el fino mediapunta del S?o Paulo, se marc¨® un baile con el bal¨®n atado a las botas para descontar a tres rivales y ser abatido en el ¨¢rea. No valid¨® el penalti el colegiado hasta que medio minuto despu¨¦s el VAR le indic¨® lo contrario. Cueva, encargado de ejecutar el penalti, con una liturgia demasiado exagerada porque hizo pasos laterales y una paradinha antes del golpeo, mand¨® la pelota a las nubes. Pifia que le hizo llorar mientras enfilaba el t¨²nel de vestuarios en el entreacto.
Poco se sab¨ªa de Dinamarca, que hizo buena esa camiseta burlona que corre por Rusia durante estos d¨ªas y donde se indica el plan a seguir por la selecci¨®n. La ecuaci¨®n dec¨ªa: saque de centro, bal¨®n a Eriksen. Y se divid¨ªa en dos: ?Es gol?, saque de centro y bal¨®n a Eriksen; ?no es gol?, bal¨®n a Eriksen. Pero la f¨®rmula no pareci¨® funcionar en el primer tiempo, descolocada Dinamarca ante la efusividad rival, negado el 10 porque no encontraba su espacio. As¨ª, la t¨¢ctica danesa fue incluso m¨¢s simplona porque Kjaer lanzaba desde atr¨¢s al desmarque y carrera de Jorgensen. Les sali¨® en una ocasi¨®n, cuando el punta aguard¨® a la llegada de Sisto y le cedi¨® el esf¨¦rico; cuando el extremo dribl¨® a dos contrarios pero al armar el disparo lleg¨® Ramos para evitar el festejo rival. En la segunda parte, sin embargo, cuando el ox¨ªgeno ya no le llegaba a Per¨², Eriksen pidi¨® la pelota. En ocasiones, pon¨ªa la pausa para rebajar la efusividad contraria; en otras, sin embargo, met¨ªa una marcha m¨¢s y aceleraba el juego, sobre todo en las contras. Y en una de esas, ley¨® el desmarque de Poulsen y le meti¨® un pase entre dos contrarios para que el delantero, ya frente al meta, hiciera el tanto con un pase a la red.
No se amedrent¨® Per¨², que sigui¨® a lo suyo con su f¨²tbol de toque y velocidad. La tuvo Flores pero Schmeichel respondi¨® de f¨¢bula, por lo que a Gareca no le qued¨® otra que recurrir al h¨¦roe y capit¨¢n, a un Paolo Guerrero que estaba sancionado por dopaje pero que gan¨® un salvoconducto para Rusia porque as¨ª lo determin¨® la justicia suiza (en contra de la FIFA y el TAS) y as¨ª lo reclamaron las selecciones rivales. Sali¨® el 9 y apenas unos segundo m¨¢s tarde ya giraba el cuello para conectar un remate de cabeza, para volver a alabar a un Schmeichel inconmensurable. Pero no hab¨ªa tut¨ªa y as¨ª lo confirmaron Adv¨ªcula, Cuevas y quien lograra disparar. Lo intent¨® Guerrero de tac¨®n y se content¨® con hacerle cosquillas al poste, pero por fuera. Y lo pretendi¨® Farf¨¢n a bocajarro pero el portero, una vez m¨¢s, la repeli¨® con el pie. Nada que hacer porque a Per¨² le sobra f¨²tbol y le falta gol. Tambi¨¦n un Eriksen que decida los partidos.
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