Kubala, al Bar?a en v¨ªsperas de la Eurocopa
El fichaje del seleccionador en 1980 no levant¨® mucho estruendo porque la federaci¨®n no ten¨ªa inter¨¦s en renovarle
El caso FloRuLo,(Florentino-Rubiales-Lopetegui) me permite desempolvar el ¨²nico precedente de veras parecido: el fichaje del seleccionador, a la saz¨®n Kubala, por el Bar?a de N¨²?ez, cuatro antes de empezar la Eurocopa de Italia, en 1980. El presidente de la federaci¨®n era Pablo Porta. El contrato de Kubala expiraba al final del campeonato y Porta no ten¨ªa ning¨²n inter¨¦s en renovarlo.
Aquello ocurri¨® al final de la segunda temporada de N¨²?ez al frente del Bar?a. Mala temporada, decepcionante tras haber ganado la Recopa en Basilea en su primer curso anterior. Rif¨¦, el entrenador de aquel logro, cay¨® en marzo, con el equipo mal colocado en la Liga y con una derrota 0-1 ante el Valencia en Recopa que fue el detonante. El puesto fue para el entonces veteran¨ªsimo Helenio Herrera, que hab¨ªa triunfado en el club veinte a?os antes. Un mito del pasado, pero ya lejos de sus mejores prestaciones. Decisiones audaces (del tipo de poner en momentos de emergencia al l¨ªbero Canito de delantero centro) que a?os atr¨¢s hubieran sido consideradas genialidades, ahora eran vistas como rasgos de demencia senil. Acabar¨ªa con el Bar?a cuarto, clasificado para la UEFA, el mal menor. Pero permanentemente se le mir¨® con desd¨¦n y se habl¨® de elevarle a un puesto t¨¦cnico fantasmal y de reforzarle con un entrenador ¡°m¨¢s actualizado¡±. Entre ellos se empez¨® a citar a Kubala, pero Porta neg¨® permiso para que simultaneara esa funci¨®n con la de seleccionador, que ven¨ªa ejerciendo.
Tantos nombres se citaron en aquellas semanas que Helenio Herrera lleg¨® a comentar que lo primero que hac¨ªa falta era un carpintero para alargar el banquillo.
Mientras, fue llegando la Eurocopa. Kubala concentr¨® al equipo en Madrid entre el runr¨²n de que ya estaba comprometido con el Bar?a. En las noticias en torno a la selecci¨®n la m¨¢s debatida era qu¨¦ jugadores del grupo se llevar¨ªa al Bar?a. Los rumores se fueron confirmando. En plena concentraci¨®n en el Hotel Barajas salt¨® una bomba: Alexanko pasar¨ªa al Bar?a por cien millones de pesetas, una cantidad extraordinaria para la ¨¦poca. Luego le seguir¨ªa Quini.
Kubala concentr¨® al equipo en Madrid entre el runr¨²n de que ya estaba comprometido con el Bar?a
La otra comidilla eran las broncas entre Arconada y Juanito. Eran los a?os de gran agarrada entre el Madrid y la Real y se hab¨ªan cruzado declaraciones inconvenientes.
Ante lo insostenible de la situaci¨®n, se hizo el anuncio oficial el 8 de junio, cuatro d¨ªas antes de la competici¨®n, con la anuencia de Porta, que nunca mostr¨® inter¨¦s en renovar a Kubala. ?ste llevaba ya 11 a?os en la Selecci¨®n, no nos clasific¨® ni para la Eurocopa del 72 ni el 76 ni para el Mundial del 74. S¨ª para ¨¦l el 78, donde no pasamos de la zona de grupo, y para esta Eurocopa.
El campeonato sali¨® mal. Empez¨® con un empate esperanzador ante la anfitriona, pero eso fue todo. Luego perdimos con B¨¦lgica e Inglaterra y a casa, ¨²ltimos de grupo.
No se arm¨® tan gorda como ahora, en parte porque no era el Madrid, sino el Bar?a, en m¨¢s parte porque hab¨ªa desilusi¨®n con Kubala y en m¨¢s parte todav¨ªa porque entonces se miraba a la selecci¨®n sin ilusi¨®n alguna, con pesimismo, como una especie de desdicha recurrente. De hecho, pasamos la Eurocopa discutiendo sobre si el nueve deb¨ªa ser Satr¨²stegui, Quini o Santillana, y sobre Juanito y Arconada.
Por cierto, Kubala pinchar¨ªa en el Bar?a, a pesar de los refuerzos. Flojo caminar por la Liga y estrepitoso fracaso en la UEFA, con un 1-5 en el Camp Nou que le cost¨® la salida.
La otra comidilla en aquel torneo eran las broncas entre Arconada y Juanito
Para m¨¢s esperpento, le sustituy¨® ?Helenio Herrera! Otra vez buscaron su auxilio. Curiosamente, el equipo reaccion¨®. Remont¨® puestos en la Liga e iba camino de ganarla cuando sobrevino el secuestro de Quini, que fue demoledor. Y gan¨® la Copa. Pero nunca estuvo libre de cr¨ªticas y de acusaciones de chocheo. Se produjo un hecho singular: al Bar?a le toc¨® en la Copa con el Lleida, y ¨¦l pregunt¨® que de d¨®nde era ese equipo. El equ¨ªvoco nac¨ªa de que en los much¨ªsimos a?os que pas¨® en Espa?a, ¨¦l hab¨ªa conocido la ciudad como L¨¦rida, lo de Lleida no le sonaba de nada. Pero aquello produjo un estruendo. Esos a?os, todo en el Bar?a de N¨²?ez produc¨ªa estruendo. Herrera se fue a fin de temporada y le sustituy¨® Udo Lattek.
Porta, a su vez, nombr¨® seleccionador a Jos¨¦ Emilio Santamar¨ªa, que ven¨ªa avalado por unas buenas campa?as en el Espa?ol (Porta era perico) y por cierta experiencia en las selecciones menores. Se acercaba Espa?a 82, y la idea de Porta era ya desde meses atr¨¢s encomendar ese periodo a Santamar¨ªa. De ah¨ª que no le apenara la salida de Kubala.
Por supuesto, el Mundial de Espa?a tampoco a?adi¨® a nuestra Selecci¨®n ning¨²n laurel. En aquellos tiempos era el patito feo de nuestro f¨²tbol.
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