Caballero, m¨¢s pases que Messi
Los argentinos no logran encontrar soluciones para conectar con el jugador del Bar?a, en un partido en el que un estrepitoso fallo del portero da pie a la goleada
Dice Jorge Sampaoli que uno de los partidos que m¨¢s lo ha representado en su carrera como entrenador fue el duelo que Chile le gan¨® a Espa?a en Brasil 2014. ¡°Nunca olvidar¨¦ este encuentro¡±, solt¨® tras el 2-0 ante la Roja, nada menos que en Maracan¨¢. Sampaoli dibuj¨® una selecci¨®n chilena combativa, aguerrida en la presi¨®n, punzante en las transiciones, suficiente para noquear a la entonces campeona del mundo de Vicente del Bosque. A partir de un 3-4-3, con dos carrileros largos y Arturo Vidal por detr¨¢s de los dos delanteros, Chile maniat¨® el toque de Espa?a. Hace tiempo que Sampaoli andaba con ganas de repetir el mismo esquema en la selecci¨®n argentina. No pudo en las eliminatorias, tampoco en el debut en Rusia ante Islandia, pero s¨ª ante Croacia.
La idea era la misma que hace cuatro a?os atr¨¢s. Cortar el circuito de juego de Croacia en la medular. Sampaoli coloc¨® una l¨ªnea de tres centrales, protegidos por cuatro volantes, dos de contenci¨®n ¡ªMascherano y Enzo P¨¦rez¡ª, m¨¢s dos falsos carrileros ¡ªSalvio y Acu?a¡ª. Pero aquel Chile desacomplejado y valiente no tiene nada que ver con esta Argentina en cautiverio, demasiado pendiente de cualquier genialidad que pueda sacar de la chistera Leo Messi. Sin embargo, el 10 est¨¢ extraviado en Rusia, sus compa?eros no lo encuentran ni ¨¦l halla lo que manda el gui¨®n del partido como lo hace en el Camp Nou. En el primer tiempo, por ejemplo, toc¨® 20 pelotas por las 22 del portero Willy Caballero. Cuando sonaba el himno argentino en Nizhni N¨®vgorod, mientras Caballero se colocaba en diagonal para observar de frente a la bandera celeste y blanca, Messi mirada al suelo y se frotaba la frente. Pensativo el 10, nerviosa Argentina. Ayer por la tarde, en la concentraci¨®n de la Albiceleste en el Hotel Courtyard by Marriott se respiraba una calma inc¨®moda. El empate ante Islandia hab¨ªa sembrado demasiadas dudas en el coraz¨®n del cuadro sudamericano. Sampaoli apost¨® por los cambios, prefiri¨® la rebeld¨ªa de Meza a la calidad de Di Mar¨ªa, la fuerza de Enzo P¨¦rez al toque de Banega o la intensidad de Mercado a la solidez de Fazio.
Como en Corea y Jap¨®n
Pero Argentina no tuvo ni f¨²tbol ni rebeld¨ªa, solo miedo. Pavor a una rid¨ªcula eliminaci¨®n prematura, in¨¦dita desde Corea y Jap¨®n 2002, cuando el equipo de Marcelo Bielsa se despidi¨® a la primera de cambio. La angustia comenzaba en la selecci¨®n y se contagiaba a la ruidosa afici¨®n albiceleste en las calles de Nizhni N¨®vgorod. La hinchada intentaba ahuyentar el espanto al ritmo de las viejas y las nuevas canciones. Que si Brasil, que los ingleses, que si Messi o Maradona. Pero cuando arranc¨® el duelo, el ruido se convirti¨® en silencio; y al final, la decepci¨®n no pudo contener los silbidos. Estaba inquieta la gente, menos en cualquier caso que los jugadores. Simbolizado en el apag¨®n de Messi, en las patadas a destiempo de Mercado y, sobre todo, en el error de Willy Caballero.
La porter¨ªa de la selecci¨®n argentina estaba en la diana mucho antes de que el bal¨®n comenzara a rodar en Rusia. Sampaoli decidi¨® borrar de la lista de 23 a Sergio Romero, suplente en el Manchester United, titular en Argentina desde 2010, por una lesi¨®n en la rodilla derecha, a pesar de que el portero le aseguraba que iba a estar recuperado para el partido ante Islandia.
Fuera el guardameta del United, los tres palos de la Albiceleste quedaron en las manos de Caballero, tambi¨¦n suplente en el Chelsea y con poco rodaje esta pasada temporada. El arquero del cuadro de Londres no dio seguridad ante conjunto vikingo, mucho menos ante Croacia. Le regal¨® el primer gol a Rebic y ah¨ª comenz¨® el desastre de Argentina, ya al borde del precipicio.
Ya con el 0-2 en el tablero, Otamendi se jug¨® la roja, tras una dur¨ªsima falta a Rakitic. Eso fue Argentina, un manojo de nervios que nunca supo ni pudo encontrar a Messi, con un pie afuera su cuarto mundial, todos con id¨¦ntico resultado: regreso a Buenos Aires con las manos vac¨ªas, nunca como un cachetazo monumental como el de ayer ante Croacia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.