B¨¦lgica exhibe pegada y talento contra T¨²nez
Hazard y Lukaku lideran la candidatura belga a su primer trono con una goleada a los africanos
Por Rusia 2018 no se atisba a un novato con tantas opciones al trono. Se trata de la B¨¦lgica que gobierna el catal¨¢n Roberto Mart¨ªnez, asesora Thierry Henry, capitanea Hazard, organiza De Bruyne y remata Lukaku. Una selecci¨®n que tiene de todo, en el banquillo y en el campo. Solo se ha medido a Panam¨¢ y T¨²nez, pero, al rev¨¦s que otros aspirantes que han tiritado ante rivales del cami¨®n escoba, los belgas han festejado dos goleadas. Frente a la T¨²nez que enred¨® a Espa?a en su amistoso previo al Mundial y que luego tuvo a Inglaterra a un dedo del chasco en su estreno mundialista, B¨¦lgica mostr¨® su gran poder¨ªo.
El conjunto de Roberto Mart¨ªnez no ha llegado a Rusia a gatas, de tapadillo, sino como la tercera selecci¨®n en la clasificaci¨®n de la FIFA. En contra de su extraordinario plantel solo pesa la historia. Pese al subcampeonato en la Eurocopa de 1980 y el cuarto puesto en M¨¦xico 86, B¨¦lgica no figura en el cat¨¢logo de los grandes cl¨¢sicos. Como evidencia, hasta el duelo con los tunecinos jam¨¢s hab¨ªa marcado cinco goles en un partido mundialista. B¨¦lgica va tan r¨¢pido que a Lukaku le han bastado dos jornadas en Rusia para igualar con cinco goles a Wilmots, hasta la fecha m¨¢ximo goleador belga en el torneo mundial.
Algunas sospechas recomendaban prudencia a la hora de colocar a B¨¦lgica en la pole de Rusia. Con esta misma generaci¨®n defraud¨® en Brasil 2014 y en el ¨²ltimo campeonato europeo. En ambas citas, en las que cay¨® en cuartos, se mostr¨® como un equipo m¨¢s pinturero que efectivo. Y con m¨¢s ombligos que corazones. Sobre ello ha puesto el acento Roberto Mart¨ªnez desde que abandonara la Premier rumbo a Bruselas hace un par de a?os. El exilio del d¨ªscolo Nainggolan ha sido todo un mensaje para el grupo. Mart¨ªnez lo explic¨® de maravilla en el d¨ªa previo al choque con T¨²nez: ¡°Queremos ser aburridos fuera del campo, no salir en los peri¨®dicos por cosas malas¡±. Desde luego, en su segundo partido del Mundial tampoco fueron un pe?azo. Todo lo contrario.
Plantada con un flexible 3-4-3 en ataque que mutaba a un 4-3-3 en defensa, B¨¦lgica apunt¨® desde la madrugada del partido que es una selecci¨®n que se despliega en ataque a toda mecha. Futbolistas tan chisposos como Mertens y, sobre todo, Hazard le permiten conjugar talento y velocidad. A los cinco minutos, una exquisita combinaci¨®n entre los dos deriv¨® en un atropello clamoroso de Syam Ben Youssef sobre Hazard, al que pareci¨® haberle derribado un convoy. El capit¨¢n belga anot¨® el penalti sin inmutarse
De Bruyne, penalizado por la verticalidad
Cada intercepci¨®n belga resultaba un martirio para T¨²nez, fundida ante un rival con tanta marcha. Los africanos solo ve¨ªan volar cometas fulgurantes, ya fueran Hazard y Mertens ¨Cque van con patines- o presuntos laterales como Meunier y Carrasco. El ex colchonero a¨²n m¨¢s carrilero postizo que su camarada de la banda derecha. Un birle de Mertens pill¨® a la zaga tunecina en las nubes. Lukaku tir¨® un desmarque tan oportuno como inoportuno fue el despiste de Syam Ben Youssef, de nuevo pillado fuera de lugar. El ariete del Manchester United cerr¨® la jugada con un zurdazo cl¨ªnico. La jugada calc¨® c¨®mo se motoriza la vanguardia belga: Mertens y Lukaku arrancaron desde campo propio.
Con el 2-0 en un chasquido de dedos, B¨¦lgica hizo un par¨¦ntesis. No es un conjunto que se articule con el bal¨®n de bota en bota. El medio campo no es una sala de espera, sino solo un trance a evitar cuanto antes para que aceleren Hazard y compa?¨ªa. Esa v¨ªa penaliza en parte a De Bruyne, habituado a la seducci¨®n de la pelota en el City de Pep Guardiola. En algunas fases, al estupendo interior belga el partido le pas¨® de largo. Salvo en su geom¨¦trica asistencia para Hazard en el tercer tanto.
A B¨¦lgica se le aflojaron las costuras cuando decidi¨® tomarse una tregua. Su defensa, con el titubeante Boyata entre los expertos Alderweireld y Vertonghen, no estuvo del todo a la altura de su delantera. T¨²nez, entusiasta pese a tanta desventaja en apenas un cuarto de hora, logr¨® echar m¨¢s de un vistazo a Courtois, hasta que Bronn cabece¨® a la red una falta lanzada por Khazri. Boyata, y a rebufo Vertonghen, destartalaron la l¨ªnea que hubiera dejado al tunecino en fuera de juego.
Un toque de orfebrer¨ªa
Con ¨¢nimo de remontada, a T¨²nez se le acumularon las desdichas. Bronn, su goleador, y el desnortado Syam Ben Youssef se fueron a la enfermer¨ªa en camilla. El segundo, poco antes de que Lukaku sellara el 3-1 tras una estupenda asistencia de Meunier justo a un paso del descanso. De vuelta, Hazard, un jugadorazo cuando no pone el intermitente a los partidos, certific¨® el gol de la tarde. Al pase con escuadra y cartab¨®n de De Bruyne ¨Cmejorado en el segundo acto al adelantar su puesto con la ubicaci¨®n de Fellaini junto Witsel en el eje¨C respondi¨® Hazard con un toque de orfebrer¨ªa. Se col¨® entre los dos centrales, mand¨® al portero al garete con un toque sutil e hizo bingo a puerta vac¨ªa. Fin de faena para el capit¨¢n y el pujante Lukaku, ya pichichi con Cristiano.
Con el duelo en un pu?o, Roberto Mart¨ªnez quiso regular los dep¨®sitos. Y en un encuentro ya ventilado, solo quedaron focos para Batshuayi. El ariete del Borussia Dortmund dio el cante en tres ocasiones que solo pod¨ªan ser gol, gol o gol, hasta que emboc¨® en el ¨²ltimo suspiro. El tanto residual de Khazri en nada rebaj¨® lo previsto antes de que Rusia 2018 abriera el tel¨®n: a B¨¦lgica no hay que perderla de vista.
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