B¨¦lgica, mucho m¨¢s fuego que artificio ante Panam¨¢
Los 'red devils', a medio gas, doblegan a Panam¨¢ gracias a su notable superioridad t¨¦cnica
Es el f¨²tbol un universo en el que la superioridad del uno sobre el otro requiere de una representaci¨®n emp¨ªrica, ya que la mera concepci¨®n sustancial no es por s¨ª misma suficiente para dirimir un ganador. B¨¦lgica es frente a Panam¨¢ un gigante con m¨²ltiples brazos y piernas. Una suerte de engendro voraz y despiadado, que fue capaz de marearle hasta romper cualquier atisbo de fe, y eso que en la debutante m¨¢s ilusionada de este Mundial ese combustible no parezca tener fin. Pero aunque la ilusi¨®n mueve las piernas al f¨²tbol se juega con la cabeza y en eso, muchos de los jugadores belgas como De Bruyne, Lukaku o Mertens tienen bastante m¨¢s mili hecha.
El repertorio ofensivo de B¨¦lgica es tal que puede permitirse incluso ¡ªal menos ante un pez menor como Panam¨¢¡ª que muchos de sus jugadores abdiquen del juego colectivo. El m¨¢s evidente en su autogesti¨®n fue Hazard, un alma libre para Roberto Mart¨ªnez. Quiz¨¢s el ¨²nico con esa bula, aunque Carrasco, que ejerci¨® de carrilero izquierdo dentro del 3-5-2 que promueve el t¨¦cnico espa?ol, se comport¨® de la misma manera dejando en evidencia su poca voluntad defensiva.
Panam¨¢, perfectamente consciente de su papel en el partido, repleg¨® l¨ªneas, junt¨® jugadores y comparti¨® esfuerzos. Durante los primeros 45 minutos fue capaz incluso de contener a un rival dormido, solo peligroso a partir de los movimientos de Mertens, uno de esos secundarios con papel indispensable en la trama belga. Fue el jugador del N¨¢poles el primero en pellizcar a su propio equipo, con una volea preciosa que super¨® la estirada de un Penedo al que ya hab¨ªa tanteado minutos antes.
Su gol, tan bello como cruel, banderille¨® a Panam¨¢, que reaccion¨® con valent¨ªa perdiendo coherencia grupal. Y no hay nada que beneficie m¨¢s a un equipo como B¨¦lgica, que aunque pretende gustarse con el bal¨®n disfruta como un ni?o al contragolpe. Antes de lanzarse a deg¨¹ello, en una de las pocas jugadas calmadas que produjo, De Bruyne, con un centro que sali¨® del exterior de su bota derecha, coloc¨® la pelota en la cabeza de Lukaku, que tras fajarse de un marcaje de Davis m¨¢s t¨ªpico de un combate de yudo lo envi¨® a la red y al centro del coraz¨®n paname?o.
Su reivindicaci¨®n como equipo combativo ¡ªMurillo, Barcenas y Godoy lo intentaron de todas las maneras posibles¡ª, result¨® encomiable a la par que coloc¨® a B¨¦lgica libre de marca frente a un tart¨¢n sobre el que galopar una y otra vez. Si bien Hazard no acert¨® en la gran mayor¨ªa de sus regates, s¨ª que ejecut¨® con maestr¨ªa el mejor contragolpe para comprender a B¨¦lgica. Recuperaci¨®n de De Bruyne, transici¨®n r¨¢pida de Hazard con pase al hueco y definici¨®n de Lukaku. Esta vez el jugador del Manchester United pic¨® la pelota con suavidad, demostrando que su corpach¨®n se sostiene sobre tobillos elegantes.
Tan necesitada de una alegr¨ªa se encontraba Panam¨¢ que trat¨® de marcar desde su campo y a punto estuvo de hacerlo al pillar adelantado a un Courtois que trabaj¨® lo m¨ªnimo esperado. Las bajas de Vermaelen y Kompany en defensa ¡ªse recuperan todav¨ªa de sendas molestias musculares¡ª no resultaron un problema. Boyata, un central joven de imponente figura, y Alderweireld, fiable dentro de sus limitaciones t¨¦cnicas, suplieron con garant¨ªas a dos jugadores que completan el once de una selecci¨®n con clara vocaci¨®n al ¨¦xito.
Aunque no sirva de referencia para lo que est¨¢ por venir, B¨¦lgica, todav¨ªa sin engranar, demostr¨® motor y energ¨ªa suficientes para mantenerse mucho tiempo en carretera. Maneja un buen veh¨ªculo y cuenta con m¨²ltiples piezas para remediar cualquier aver¨ªa inesperada. Lo que dar¨ªa Panam¨¢ por moverse a semejante velocidad. No tiene miedo a nada, pero sus recursos no son todav¨ªa los ideales.
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