La vieja Alemania nunca muere
Un gol de Kroos en el minuto 95 da la victoria a los germanos ante Suecia y les deja vivos
Alemania, la vieja Alemania, la selecci¨®n que m¨¢s triunfos colecciona cuando se la percibe moribunda, emergi¨® de nuevo. Lo hizo en el ¨²ltimo segundo del descuento, con el coraz¨®n en la boca ante un empate que pr¨¢cticamente la condenaba. Revivi¨® una vez m¨¢s agarrada a su leyenda, a la historia con la que ha bordado las cuatro estrellas que coronan su escarapela. S¨ª, Alemania siempre vuelve porque juegue bien o juegue mal en realidad nunca se va. Siempre tiene una jugada de m¨¢s. Un c¨®rner, un rebote o un error del contrario. Esta vez fue una falta lateral que Toni Kroos convirti¨® en una perfecta rosca ganadora la que obr¨® el sempiterno milagro alem¨¢n. Un tiro imposible en la mayor¨ªa de las ocasiones, pero con Alemania de por medio no hay l¨ªmites para lo inimaginable. La curva de Kroos desat¨® la locura y el ¨¦xtasis. Corri¨® enloquecido Joachim L?w y a su vera todo el banquillo alem¨¢n que segundos antes era un funeral.
La Alemania de los t¨®picos ganadores, la selecci¨®n que m¨¢s niega la derrota independientemente del contexto que rodee el juego, apareci¨® otra vez. Esta vez su hom¨¦rico resurgir fue con un jugador menos por la expulsi¨®n de Boateng, pero cargado del orgullo del viejo campe¨®n. Agarrada a su cl¨¢sico ropaje de equipo bombardero, a fuerza de centros al ¨¢rea logr¨® la igualada y forz¨® la remontada cuando incluso parec¨ªa que los hados la abandonaban con ese remate de Brandt sobre la bocina que escupi¨® el palo. O con esa mano de Robin Olsen un minuto antes a cabezazo de Mario G¨®mez.
La gran¨ªtica Suecia, que ya enterr¨® a Italia en la fase de clasificaci¨®n, estuvo cerca de a?adir otro her¨¢ldico campe¨®n a su cuenta de ilustres v¨ªctimas. Le sobraron unos segundos. Incluso durante algo m¨¢s de un cuarto de hora, los minutos que fueron del golazo de Toivonen (30) al empate de Reus (47), estuvo clasificada y la campeona enterrada. Su receta fue la misma que en la hist¨®rica repesca con los italianos. Dos murallas de cuatro en campo propio, a jugar al front¨®n y a esperar un agujero por el que hacer pupa.
Contra el doble amurallamiento sueco, el equipo de L?w se consumi¨® en el primer tiempo en el mismo f¨²tbol plano que los mexicanos desnudaron. Cuatro a?os despu¨¦s no hab¨ªa rastro de aquella selecci¨®n que maravill¨® al mundo con el 1-7 a Brasil. Alemania, como Espa?a en 2014, se miraba el ombligo de pase en pase inocuo pregunt¨¢ndose en qu¨¦ punto se estanc¨® su f¨²tbol de toque. No encontraba soluciones interiores para desmontar el sofisticado sistema defensivo suecos. La revoluci¨®n de L?w, dejando fuera a dos intocables como Khedira y ?zil, naufragaba en medio de un juego previsible donde solo Kimmich lo afilaba cuando lograba mezclar con Reus.
Suecia hab¨ªa tomado nota de las costuras que descubri¨® M¨¦xico y tambi¨¦n entendi¨® que el agujero alem¨¢n estaba a la espalda de sus mediocentros y en la falta de contundencia y velocidad de sus centrales. A la primera que pudo lanz¨® a Toivonen a la carrera y lo dej¨® solo ante Neuer. Boateng se cruz¨® y contact¨® sin tocar bal¨®n con el punta sueco lo suficiente para forzarle a un remate trastabillado. Las im¨¢genes describieron un penalti de libro, pero esta vez el VAR no intervino. Si el invento sonroj¨® el teatro de Neymar, esta vez qued¨® en evidencia. Este tipo de situaciones son las que debe aclarar la FIFA. Si el encargado del viodeoarbitraje intervino para se?alar un penalti a Griezmann o una mano de Dinamarca que los colegiados no hab¨ªan apreciado, es complicado entender que no entrara en acci¨®n en esta jugada que las repeticiones mostraron evidente.
El susto dio paso primero a la lesi¨®n del intrascendente Rudy, reemplazado por Gundogan, y al gol de Suecia. Una p¨¦rdida inocente de Kroos la convirti¨® Claesson en un centro al ¨¢rea que Toivonen durmi¨® con el pecho ante el despistado R¨¹diger. A Neuer lo super¨® con una perfecta vaselina de cuchara.
Alemania comenz¨® a mascar su drama y desde ese momento opt¨® ya por regresar a su antiguo ropaje. Menos refinado, pero machac¨®n. Se olvid¨® de elaborar por el medio e inici¨® un asedio infinito de centros laterales. No hab¨ªa m¨¢s circuito que el que llevara el bal¨®n a los costados. Y as¨ª construy¨® su remontada, reforzada cuando para el segundo acto L?w sent¨® al inoperante Draxler y meti¨® a Mario G¨®mez. Alemania es m¨¢s Alemania con un tanque en el ¨¢rea. No fue G¨®mez el que caz¨® el empate, pero el rebote que dio en la espinillera de Reus tras un centro de raso de Werner s¨ª se ajust¨® al gui¨®n m¨¢s cl¨¢sico de las epopeyas del campe¨®n.
Centro a centro, con Suecia ya sin querer saber nada del ataque, Alemania construy¨® otro final ¨¦pico. A la heroica, intimidando a su rival incluso con un futbolista menos, se plant¨® en los ¨²ltimos segundos en el costado izquierdo del ¨¢rea. Apenas respiraba ya. Y de repente, esa par¨¢bola imposible de Kroos para reescribir que Alemania siempre vuelve porque nunca se va.
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