Sergio Busquets a contracorriente
Heredero del liderazgo y las ideas de Xavi, el centrocampista se ha convertido en el hombre m¨¢s influyente en el juego de Espa?a por encima incluso de sus seleccionadores
Sergio Busquets se present¨® en la sala de conferencias del estadio de Kaliningrado con cara de peregrino, ayer por la tarde. M¨¢s flaco y m¨¢s despierto que nunca, a sus 29 a?os el mediocentro alcanza un estatuto que le equipara a los grandes profetas del f¨²tbol. Pocos jugadores han sido capaces de dominar los partidos y los torneos con una conciencia m¨¢s clara. A falta del ¨²ltimo choque de la fase de grupos, contra Marruecos, nadie en la expedici¨®n tiene en su mano m¨¢s hilos para alterar la suerte de Espa?a.
¡°Pr¨¢cticamente nada¡±, dijo, con aire resignado, cuando le preguntaron qu¨¦ hab¨ªa cambiado desde el desastre de 2014. ¡°En las fases finales nunca hemos sido de empezar muy bien en el grupo, y despu¨¦s se sufre. Pero todos los equipos que llegan a ser campeones de grandes torneos tienen momentos dif¨ªciles¡±.
Comedido en p¨²blico y muy resuelto en el campo de juego, el hombre sabe lo que significa remar contra corriente de situaciones, entrenadores o dirigentes. Cuentan en el vestuario que Busquets tir¨® de Espa?a durante la traves¨ªa que sucedi¨® a la Eurocopa de 2016. Dicen que arrastr¨® a sus compa?eros incluso contra las consignas del seleccionador. Hubo d¨ªas durante la fase de clasificaci¨®n que Julen Lopetegui pidi¨® que presionaran en bloque medio o en bloque bajo, y el mediocentro salt¨® dos posiciones y se lanz¨® m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites permitidos.
Recuerdan que se met¨ªa en campo contrario, ah¨ª donde los dem¨¢s solo ve¨ªan tinieblas, incluso m¨¢s arriba que sus interiores de ataque, Iniesta y Thiago. Lo hac¨ªa con frecuencia. Siguiendo su intuici¨®n. Cuando advert¨ªa que los jugadores del equipo contrario eran vulnerables avanzaba provocando desconexiones. Aliviados, sus compa?eros le segu¨ªan sin pensarlo. El v¨ªnculo de confianza se traduc¨ªa en orden. Ramos y Piqu¨¦ iban tras sus pasos, y por delante Iniesta y Silva hac¨ªan lo mismo. Muchas veces, provocando cosas que no hab¨ªan sido previstas en la pizarra del t¨¦cnico. En la banda, desconcertado, Lopetegui se quedaba haciendo se?as en vano.
Adaptar nuestro estilo a Costa nos hace un poquito m¨¢s impredecibles. Ojal¨¢ lo sepamos aprovechar
¡°Busi es tan fan¨¢tico como Xavi¡±, explica un compa?ero, para definir la clase de liderazgo ideol¨®gico que imprime el volante del Barcelona en la selecci¨®n. Si la fase de clasificaci¨®n mundialista se cerr¨® de forma impecable, con dos a?os sin conceder una sola derrota, fue en gran parte gracias a la direcci¨®n de un futbolista inigualable. Una inteligencia estrat¨¦gica ¨²nica y un convencido de las ventajas que se derivan de la aplicaci¨®n del modelo que permiti¨® a Espa?a ganar un Mundial y dos Eurocopas entre 2008 y 2012.
El estilo y las dudas
Del Bosque, Lopetegui y Hierro han insistido con mayor o menor ¨¦nfasis en que el estilo de la Roja debe preservarse. La m¨¢xima se repite: ¡°No se negocia¡±. Pero</CF> todos, en situaciones de presi¨®n, han vacilado. La elecci¨®n de Costa en lugar de Aspas o Villa; la apuesta por Nacho en detrimento de Sergi Roberto, o de Odriozola; o la alineaci¨®n de Koke por Thiago, son manifestaciones de esta incertidumbre esencial. Busquets, que ha oficiado de elemento compensador, respondi¨® en Kaliningrado cuando le preguntaron qu¨¦ pensaba de jugar con Koke. Lo hizo con la diplomacia y el sentido conciliador que debe a su condici¨®n de l¨ªder.
¡°De todos los volantes que me pueden acompa?ar, Koke quiz¨¢s es el m¨¢s posicional¡±, dijo, ¡°y el que se puede juntar m¨¢s a m¨ª en el centro del campo. Pero al final me siento a gusto con todos porque son grandes jugadores. La fuerza del equipo no depende de que tengas a uno m¨¢s cerca o no, sino de que todos est¨¦n implicados en ataque y en defensa¡±.
Sobre la presencia de Costa en la punta del ataque y la necesidad de adaptaci¨®n que requiere por parte de un equipo al que obliga a replegarse y realizar transiciones r¨¢pidas, Busquets se mostr¨® igualmente constructivo. ¡°Ning¨²n jugador es igual", dijo; "Villa, Aspas y Costa son diferentes. Los rivales tambi¨¦n te cambian todo. El d¨ªa de Portugal s¨ª que se pod¨ªan hacer m¨¢s transiciones r¨¢pidas y contra Ir¨¢n era pr¨¢cticamente imposible hasta que hicimos el 0-1. Lo bueno que tiene jugar con futbolistas diferentes es que podemos adaptar nuestro estilo al modo de jugar de los puntas. Es f¨¢cil acostumbrarse porque al final son matices. Eso nos hace un poquito mejores, un poquito m¨¢s impredecibles. Ojal¨¢ lo sepamos aprovechar¡±.
La misma corriente conservadora que impulsa a unos jugadores previene sobre la necesidad de relevar a otros, como Iniesta y Silva. Pero Busquets, con mucho tacto, insin¨²a que Iniesta est¨¢ para jugar todo: ¡°Estoy seguro que Andr¨¦s lo har¨¢ fenomenal cuando el m¨ªster decida jugar con ¨¦l como titular porque sabemos la clase de jugador que es¡±.
Espa?a obr¨® la mayor transformaci¨®n que experiment¨® el f¨²tbol mundial en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Todas las potencias se volvieron para imitar las ideas que surg¨ªan del Bar?a y la selecci¨®n. Los responsables de la revoluci¨®n fueron visionarios aislados, y, en muchos casos, duramente cuestionados. Todos, sin excepci¨®n, fueron jugadores o exjugadores. El ¨²ltimo en la cadena fue Xavi Hern¨¢ndez, amigo ¨ªntimo de Busquets y su confidente telef¨®nico habitual.
Dicen en el cuartel de Krasnodar que Xavi sigue siendo un poder f¨¢ctico en la Roja. Su brazo ejecutivo es el flaco Sergio Busquets.
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