Suecia no necesita a Ibrahimovic
El conjunto sueco vence a Suiza en una nueva demostraci¨®n de su esp¨ªritu de equipo y llega a cuartos
Aunque en ocasiones utilizada con demasiada frecuencia y de forma balad¨ª, la palabra equipo explica a Suecia como en esta pasada campa?a defini¨® al Barcelona. Se march¨® Neymar y desde el club y el cuerpo t¨¦cnico se refugiaron en el vocablo compactar porque nadie ofrecer¨ªa la magia del brasile?o, aunque bajo el lema de los Mosqueteros ¨CUno para todos y todos para uno-, podr¨ªan suplantarle. Les fue bien (conquistaron la Liga y la Copa) como tambi¨¦n le ocurre a Suecia, que acept¨® de mala gana la renuncia tropecientos de Ibrahimovic para la fase de clasificaci¨®n del mismo modo que le negaron la vuelta porque Suecia no va a la carta, porque los jugadores se hab¨ªan convertido en un verdadero equipo. Y eso evidenci¨® frente a Suiza, un aut¨¦ntico bloque en el campo, siempre con las l¨ªneas apretujadas por m¨¢s que la situaci¨®n exigiera la contra, el repliegue o el acoso en campo ajeno, basculaciones ordenadas, solidaridad como bandera y excelencia defensiva a bal¨®n parado. Con eso y con Frosberg bast¨® para desmontar a Suiza, que pele¨® en las ¨¢reas con Shaqiri y Sommer pero se perdi¨® en la zona de confecci¨®n.
Nada m¨¢s sacar de centro, recibi¨® Lindel?f y se resbal¨® para perder el cuero y provocar una contra suiza que Shaqiri complet¨® de forma defectuosa, con un chut torcido. Fue un infortunio, un error puntual. Nada que ver, sin embargo, con lo que sucedi¨® en un inicio en el ¨¢rea contraria porque Suecia ten¨ªa claro c¨®mo incordiar al rival porque presion¨® m¨¢s alto que de costumbre y sobre todo lo hizo sobre Lang y Djorou, que supl¨ªan a los sancionados Lichtsteiner y a Sch?r, la ra¨ªz del juego. Estrategia que propici¨® m¨¢s de un sobresalto pero que Berg no pudo aprovechar porque tras ese robo y pase interior de Toivonen, le peg¨® tanto con el alma como con el tobillo, empacho de bal¨®n que acab¨® en las nubes. Y, de nuevo, tras otra p¨¦rdida y un gran barullo en el ¨¢rea, Berg volvi¨® a probar fortuna con un remate con la zurda a la que replic¨® Sommer con una estirada de las que sacan cardenales, de las que el aficionado de la grada le pega un codazo al de al lado como se?al de sorpresa y admiraci¨®n. Advertencias que le valieron a Suiza para corregirse, para sacar el bal¨®n desde atr¨¢s de forma m¨¢s directa y tambi¨¦n por la izquierda, donde Ricardo Rodr¨ªguez devoraba metros y rivales para sacar centros con veneno, insuficientes en cualquier caso para destartalar a la zaga sueca, torres de m¨¢rmol y Eiffel.
Shaqiri, aspersor de balones
Ya con el bal¨®n entre los pies, Suiza pudo conectar con Shaqiri, un diablo de Tasmania que part¨ªa por la derecha y que trazaba diagonales para pegarle o poner m¨¢s centros, como ese que no encontr¨® rematador y que le hizo cosquillas al poste por fuera. No hab¨ªa remate que valiera y tampoco hizo diana Dzemaili tras una doble pared con Zuber que le dej¨® solo en el borde del ¨¢rea, pero no acomod¨® el cuerpo hacia delante y la pelota se march¨® por arriba. Suiza ped¨ªa el protagonismo y el triunfo, pero Suecia solo le iba a facilitar una de las dos cosas, c¨®modo sin la posesi¨®n y a la contra, grupo ordenado, f¨ªsico y disciplinado, siempre con Forsberg -?al fin Forsberg!- como crupier y repartidor de caramelos. Pero no solo eso. Pidi¨® el bal¨®n, bail¨® con ¨¦l y rompi¨® tantas cinturas como l¨ªneas defensivas, aunque Berg estaba re?ido con el gol. Por lo que Forsberg asumi¨® tambi¨¦n esa responsabilidad cuando le cedieron el esf¨¦rico en el borde del ¨¢rea, cuando amag¨® con el disparo, cuando se perfil¨® y solt¨® un zapatazo que desvi¨® Akanji para descolocar a Sommer y para festejo de toda Suecia.
No se desmoron¨® Suiza, escudado de nuevo en Shaqiri y su zurda, en sus centros con rosca y disparos planos. Tambi¨¦n encontr¨® en Embolo y su velocidad el picante para poner en entredicho a la zaga contraria. Disparos de foguero porque no hab¨ªa tut¨ªa ni hueco por donde pasar frente a Suecia, que perdi¨® un penalti a cambio de una falta por decisi¨®n correcta del VAR. Tanto daba. Suecia, que descabalg¨® antes del torneo a Italia y que ech¨® a Alemania en la fase de grupos, logr¨® superar la barrera de octavos. ?xito que no se daba desde el Mundial de 1994, cuando Larsson, Dahlin, Brolin y Ravelli alcanzaron el tercer puesto. A falta de ponerle el final a su historia, lo que dej¨® claro frente a Suiza es que el equipo puede con las individualidades.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.