Pogba y Kant¨¦, el pico y la pala de Deschamps
Los dos mediocentros de Francia, con los que el t¨¦cnico trata de emular la pareja que ¨¦l form¨® con Petit en el Mundial del 98, son tan complementarios en el campo de juego como antag¨®nicos fuera de ¨¦l
Francia acababa de derrotar a Uruguay en los cuartos de final y Paul Pogba, el Pioche (el pico), estaba dicharachero en la zona mixta del estadio de Nizhni N¨®vgorod. Tras la marabunta de micr¨®fonos, tel¨¦fonos y grabadoras, su espigada y ajuncada silueta sobresale imponente. A su espalda, en silencio y huidizo, N'Golo Kant¨¦ hace bueno el mote, que le puso Eden Hazard, su compa?ero en el Chelsea y rival de esta noche en las semifinales entre Francia y B¨¦lgica: ¡°Es como una rata, va corriendo a todas las partes y aparece por sorpresa para quitarte la pelota¡±. ¡°Kant¨¦ parece que tiene 15 pulmones. Siempre est¨¢ donde tiene que estar para robar la pelota¡±, dice Pogba, que en este campeonato ha superado la crisis de autoestima que detectaron algunos de sus compa?eros en el vestuario del United ante las sustituciones y los cambios de posici¨®n a los que le somet¨ªa Jos¨¦ Mourinho.
Pogba y Kant¨¦ son los dos mediocentros con los que Didier Deschamps trata de emular la dupla que ¨¦l mismo form¨® con Petit en la Francia campeona del Mundial 98. El seleccionador franc¨¦s no oculta que existe un hilo evidente que une al equipo con conform¨® Aim¨¦ Jacquet en el 98, con este que dirige ahora. Hay un rastro inequ¨ªvoco de esa relaci¨®n en las soluciones que Deschamps ha tomado durante este Mundial. La primera fue meter un nueve de referencia, Giroud, con las mismas obligaciones que Jacquet le impuso a Guivarc'h: juego de espaldas, prolongaciones y dejadas de cabeza para la llegada de los volantes. La segunda variaci¨®n fue introducir un tercer centrocampista de brega en una banda, Matuidi, para garantizar un mayor equilibrio tras la sensaci¨®n de debilidad que transmiti¨® Francia en su estreno ante Australia. La misma medida que su maestro Jacquet ejecut¨® con Karembeu.
Deschamps ha focalizado su trabajo con Kant¨¦ en reconvertirlo en reconvertirlo en un mediocentro m¨¢s posicional, con menos libertad para hacer los traslados de bal¨®n a toda mecha que realiza en el Chelsea cuando recupera la pelota. De alguna manera, pretende que Kant¨¦ desempe?e el mismo papel que ¨¦l asumi¨® con Jacquet. ?l enga?a en esa posici¨®n de centinela y con sus cualidades de recuperador de balones. ?l es genial con la pelota, juega simple y justo¡±, le describe Matuidi. ¡°Si N'Golo est¨¢ al m¨¢ximo de su rendimiento, tienes un 95% de posibilidades de ganar el partido¡±, confes¨® Hazard en BeIn Sports.
Al contrario que, Kant¨¦, Pogba tiene m¨¢s libertad para descolgarse, tal y como hac¨ªa Petit. ¡°Paul ha madurado y ha crecido, ahora sabe elegir mejor cuando ir hacia arriba o quedarse. Con ¨¦l parece que jugamos con 12 jugadores¡±, asegura el capit¨¢n franc¨¦s Hugo Lloris, que advierte de la necesidad de que Pogba no pierda esa capacidad de saber elegir sus momentos de airearse en ataque ante B¨¦lgica: ¡°Debemos ser compactos, sin perder la posici¨®n y jugar con disciplina. Hay que evitar que tengan espacios. Son r¨¢pidos y esa circunstancia la aprovechan a la perfecci¨®n¡±.
Pogba y Kant¨¦ se han hecho tan complementarios sobre el campo de juego como antag¨®nicos son fuera de ¨¦l. A Pogba le envuelve la est¨¦tica y la actitud desafiante de las estrellas de la NBA. Transita por esa delgada l¨ªnea en la que es complejo distinguir entre si es un exitoso jugador de f¨²tbol o un afamado rapero. Es extravertido, lenguaraz y se hace llamar Dj Pog cuando pincha en el vestuario.
Kant¨¦, es t¨ªmido y poco hablador. Los periodistas franceses hablan de un tipo muy normal, alejado de las estridencias de Pogba, tanto que dicen que podr¨ªa pasar por un operario de un supermercado. Sus compa?eros le describen cari?osamente como una mascota que vive en su mundo y a la que todos veneran por su sencillez.
Las diferencias f¨ªsicas, tambi¨¦n marcaron sus carreras. A Pogba, con 1,91 metros, fue adiestrado en la reputada academia de Le Havre. Con 17 a?os su f¨ªsico y su t¨¦cnica eran ya la comidilla de los ojeadores de los grandes clubes europeos, tanto que fue reclutado por el Manchester United. Kant¨¦ fue rechazado por la prestigiosa escuela de Claire Fontaine, el vivero de la selecci¨®n francesa por considerar que con sus 1,69 metros no pod¨ªan desarrollar una carrera en la ¨¦lite. Hace solo cinco a?os, a¨²n era un jugador de Segunda Divisi¨®n en el Caen franc¨¦s. Ahora, junto a Pogba, forma el pico y la pala de Francia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.