Arranca el Real Madrid de Lopetegui: d¨ªa uno despu¨¦s del terremoto

A las 22:38 del pasado 26 de mayo, el Real Madrid alcanz¨® el cl¨ªmax en Kiev. El conjunto blanco reescribi¨® su leyenda en Europa con la conquista de la tercera Champions League consecutiva, la cuarta en cinco a?os. Una haza?a inaudita en el f¨²tbol moderno que coronaba la ¨¦poca m¨¢s triunfal del club en su historia reciente. A las 22:45 del mismo d¨ªa, el estado de euforia empez¨® a apagarse. Cristiano Ronaldo, el referente del madridismo en la ¨²ltima d¨¦cada, el jugador m¨¢s determinante del club despu¨¦s de Alfredo Di St¨¦fano, dej¨® entrever su marcha, confirmada la semana pasada. El terremoto fue completo cuando Zinedine Zidane, el entrenador m¨¢s exitoso en Chamart¨ªn desde Miguel Mu?oz, plant¨® al club cinco d¨ªas despu¨¦s de la final. La repentina dimisi¨®n del t¨¦cnico torn¨® la aparente estabilidad en una incertidumbre nunca vista desde el retorno de Florentino P¨¦rez a la presidencia en 2009.

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Julen Lopetegui, el l¨ªder que llega para compensar el enorme vac¨ªo, dirigi¨® este lunes el primer entrenamiento de una era incierta. Su fichaje fue el primer remedio que encontr¨® el club y supuso un cisma nacional a solo tres d¨ªas del inicio del Mundial de Rusia. Al vasco se le exige a su llegada una reconstrucci¨®n inmediata obligada por las circunstancias. Un escenario de urgencia que era inimaginable hace apenas dos meses, cuando se sentaban las bases para un proyecto de cara a los pr¨®ximos cinco a?os. En Chamart¨ªn afrontaban el reto con la tranquilidad que otorga la hegemon¨ªa forjada en Europa el ¨²ltimo lustro. El nombre imprescindible de aquel plan era Zidane. Pese a las dudas generadas en torno a su figura en invierno, nadie le discut¨ªa como el l¨ªder del equipo, encargado de manejar el relevo a medio plazo de figuras clave como Sergio Ramos, Luka Modric o el propio Cristiano Ronaldo, as¨ª como la proyecci¨®n de los j¨®venes incorporados en los ¨²ltimos a?os.

En la hoja de ruta tampoco se contemplaba la salida inmediata de Cristiano. No escond¨ªan que las relaciones no pasaban por el mejor momento, pero esperaban una soluci¨®n al enredo generado a ra¨ªz de la multa de Hacienda. El escenario sin la estrella portuguesa abre tantas inc¨®gnitas como oportunidades de retoque en cuanto a estilo y esquema se refiere. La ¨²nica certeza a d¨ªa de hoy es que el Madrid pierde al m¨¢ximo goleador de su historia, al sucesor de Di St¨¦fano en la era moderna. La influencia durante su trayectoria lo atestigua. En las nueve temporadas previas a la llegada de la Saeta el Madrid gan¨® el 49 % de los partidos mientras que en los 11 a?os con ¨¦l la cifra ascendi¨® al 68 %. Con CR se pas¨® del 58 al 72 %. El primero conquist¨® ocho Ligas, cinco Copas de Europa y una Copa; el segundo dos Ligas, cuatro Champions y dos Copas. La salida de Di St¨¦fano no supuso un agujero en el palmar¨¦s del Madrid, que estir¨® la racha de la mano de Paco Gento con otra Copa de Europa y cuatro Ligas en el lustro posterior. Est¨¢ por ver cu¨¢l ser¨¢ la repercusi¨®n en las vitrinas de la marcha del portugu¨¦s.

Ramos, su gran apoyo

Miguel Mu?oz, t¨¦cnico del Madrid en la ¨¦poca de Di St¨¦fano, no abandon¨® el banquillo cuando se fue su estrella. El legendario entrenador ejerci¨® de puente hacia la nueva era. Ahora, a falta de Zidane, esa gesti¨®n le corresponde a Lopetegui. El espa?ol no afronta una transici¨®n, sino una reconstrucci¨®n. El momento es delicado. Nunca el club, desde la contrataci¨®n de Bernd Schuster en 2007, se hab¨ªa encontrado en una situaci¨®n similar, sin un referente absoluto en el campo y con un t¨¦cnico sin t¨ªtulos a nivel profesional en su palmar¨¦s. Podr¨ªa decirse, por tanto, que es la primera gran inc¨®gnita dentro de toda la incertidumbre que envuelve al Madrid. No fue la primera opci¨®n del club, pero s¨ª la mejor alternativa y la m¨¢s respaldada por parte del n¨²cleo duro del vestuario, con Ramos a la cabeza.

Al igual que ocurri¨® en la selecci¨®n, el capit¨¢n ser¨¢ el gran apoyo del t¨¦cnico entre la plantilla, donde se presume tambi¨¦n un ascenso de rango de Isco, su gran apuesta en La Roja. Nacho, Carvajal y Asensio, a los que promocion¨® en Las Rozas, o j¨®venes como Ceballos, Llorente y el reci¨¦n incorporado Odriozola, tambi¨¦n celebran su llegada. Casemiro, quien termin¨® de explotar bajo sus ¨®rdenes en el Oporto, es otro de sus conocidos.?

Ahora est¨¢ por ver c¨®mo recompone el puzzle el Madrid y c¨®mo lo ordena Lopetegui. El abanico es amplio: jugar con lo que hay m¨¢s alg¨²n retoque o reordenarlo todo en torno a una nueva estrella.