Tambi¨¦n el patr¨®n Christian Prudhomme sue?a con un Tour de escaladores
Marc Soler, el espa?ol que mejor se acerca al modelo Dumoulin, marca el futuro del Movistar en la ¡®grande boucle¡¯. Vuelven a marcar tendencia los corredores grandes, de hasta 70 kilos
Termina el Tour y en la ¨²ltima contrarreloj los cuatro primeros de la general ocupan los tres primeros y el octavo puesto de la etapa. Ha sido un Tour de rodadores, y los escaladores, sus teloneros, animadores de la afici¨®n frustrados. El mejor espa?ol en la jornada fue el joven debutante Marc Soler (24 a?os), de casi 1,90m y m¨¢s de 70 kilos, que acab¨® noveno.
¡°Ha ganado el Tour el mejor de entre los rodadores, el que mejor, tambi¨¦n, se ha manejado en la monta?a¡±, dice el organizador de la carrera, y dise?ador de sus recorridos, Christian Prudhomme. ¡°Yo tambi¨¦n sue?o con un Tour de escaladores, que se resuelva con duelos en la monta?a, donde la fantas¨ªa le derrota a los vatios, como el a?o Andy Schleck-Contador¡¡±.
Prudhomme sue?a y el ciclismo se resigna. El modelo Indurain vuelve a marcar tendencia: corredores grandes, de hasta 70 kilos, con corazones y pulmones de tal tama?o que el valor absoluto de su consumo de ox¨ªgeno, y los vatios que genera su motor, consecuentemente, es mucho m¨¢s alto que el de los diminutos escaladores, de poco m¨¢s de 50 kilos, como Nairo Quintana. En la monta?a, estos cuentan con la ventaja de sus mayores valores relativos, y Nairo, por ejemplo, alcanza vatios por kilo que pocos pueden so?ar; pero en el llano, donde el enemigo no es la ley de la gravedad sino el viento, al que se derrota con aerodinamismo y potencia, no con ligereza, los rodadores tienen la ventaja de poder pedalear a 50 por hora sin salirse de su zona de confort, mientras que los escaladores deben ir siempre rozando sus l¨ªmites. Aunque dispongan de una capacidad de recuperaci¨®n magn¨ªfica, su cuerpo poco a poco se debilita: la fatiga siempre acaba ganando la batalla del Tour.
Y el Tour han sido nueve d¨ªas de llano planos, planos ¨Csalvo el estr¨¦s a?adido para los cuerpos ligeros, Nairo, Bardet, Landa, de los adoquines de Roubaix--, antes de tocar el primer puerto de los Alpes. Y, despu¨¦s, para rematar, siempre hay una contrarreloj en la que los m¨¢s pesados suelen hacer m¨¢s diferencias sobre los pesos pluma que la que estos, y los aficionados, siempre guiados por la pasi¨®n y el sentimiento, pueden conseguir con su ¨¦pica pasada de moda en las monta?a.
¡°Si no cambian los recorridos del Tour, es muy dif¨ªcil que un escalador modelo Nairo pueda ganarlo¡±, reflexiona Jonathan Castroviejo, ciclista que durante a?os fue la sombra del colombiano en el Movistar, su hombre de confianza, en Tours espectaculares, como los de 2013 y 2015, en los que Nairo termin¨® segundo. ¡°Ni el mejor Nairo creo que podr¨¢ ganar el Tour. Si hay un escalador que pueda romper la ley del Tour ese es Egan Bernal¡±. Despu¨¦s de dejar al Movistar la temporada pasada, Castroviejo, un contrarrelojista que se defiende muy bien en la monta?a, ha trabajado este Tour en el tren Sky, y ha compartido habitaci¨®n con Bernal, el m¨¢s joven del Tour, 21 a?os, el colombiano del futuro.
¡°El futuro no se ve, al menos yo no veo¡±, dice Jos¨¦ Luis Arrieta, director del Movistar de Nairo, que no aventura si Bernal puede ganar o no el Tour. ¡°Lo que s¨ª s¨¦ es que Nairo ha ganado el Giro y la Vuelta, donde ya hay monta?a en la primera semana, y dura, y los que sufren m¨¢s el estr¨¦s y acumulan fatiga son los rodadores, y sus equipos, por mucho que hayan adelgazado para pasar mejor la monta?a¡ All¨ª, en Giro y Vuelta, s¨ª que es posible romper el ciclismo de big data y matem¨¢ticas, en el que se sabe exactamente a cu¨¢ntos vatios se puede ir durante cu¨¢ntos kil¨®metros, y un equipo marca as¨ª el tren. Y solo los escaladores excepcionales pueden romper ese hilo corriendo de instinto. Y Nairo ha sido el que m¨¢s se les ha acercado en los ¨²ltimos a?os¡±.
Prudhomme no ha vivido precisamente el mejor Tour de su existencia. ¡°Ha sido rudo y duro¡±, dice el director de la carrera, el heredero de Jean Marie Leblanc en el siglo XXI, quien no habla tanto del visible descenso de aficionados en las cunetas y, medible, de telespectadores, ni de tantas cr¨®nicas de todo el mundo que han descrito un Tour soso y mon¨®tono, ni siquiera de los pitidos en insultos a los corredores del Sky. ¡°Los cuatro kil¨®metros de Alpe d¡¯Huez fueron horribles. Los insultos los puedo entender, pero no los intentos de agresi¨®n a los corredores, la violencia¡±. No est¨¢, por tanto, Prudhomme, en el mejor estado de ¨¢nimo cuando se le provoca pregunt¨¢ndole por qu¨¦ se empe?a en introducir siempre tanta etapas de llano. ¡°?Ah!¡±, grita indignado, la cara colorada, como al borde de la apoplej¨ªa. ¡°Esto es el Tour, esto es Francia, no es Italia ni Espa?a¡ Y el Tour tiene que pasar por toda Francia. Tiene que ir obligatoriamente a Breta?a, a Normand¨ªa, al norte, donde est¨¢ la mayor afici¨®n¡ Y para dar oportunidades a los escaladores ya buscamos etapas diferentes, muy cortas, y puertos desconocidos¡¡±
O¨ªdo esto, confirmado que el modelo Tour se perpetuar¨¢, todas las miradas del ciclismo espa?ol se dirigen a Marc Soler, el ciclista que m¨¢s se acerca al modelo Indurain-Dumoulin. ?l ya lo sabe y con esa idea en la cabeza ha corrido su primer Tour, que ha terminado en nota ascendente: con su trabajo duro en los Alpes en la segunda semana, en los Pirineos ayud¨® a Nairo a ganar la etapa del col el Portet. Y una vez demostrada su capacidad para pasar la monta?a, el ciclista catal¨¢n grandote pidi¨® permiso a Eusebio Unzue, el patr¨®n del Movistar, para disputar la contrarreloj de Espelette. Termin¨® noveno, y demostr¨® de nuevo, como en la Vuelta pasada, que las tres semanas no se le hacen largas. ¡°Esta experiencia me ha venido muy bien, pero tengo que seguir mejorando, tengo que seguir aprendiendo¡±, dice Soler, quien comenz¨® el a?o ganando la Par¨ªs-Niza. ¡°Poco a poco llegaremos a donde haya que llegar¡±.
Y, por detr¨¢s, Unzue sonr¨ªe.
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