El Milan deja al Bar?a sin picante

Tras un tropiezo ante la Roma cuando se perdi¨® efectivos del primer equipo y un triunfo contra la Juve en la rueda de los penaltis, el Bar?a parec¨ªa decidido a someter a un Milan con una propuesta raqu¨ªtica aunque afinada en lo ofensivo y ejemplar en los defensivo. Fue un duelo de porter¨ªas muy chicas, con bastantes m¨¢s pases que mala intenci¨®n, con un gobierno azulgrana y una resistencia gladiadora de los rossoneri que se gan¨® el mejor de los premios, la victoria, en la ¨²ltima jugada del encuentro. Tambi¨¦n fue un choque afeado por la mercadotecnia y la necesidad de vender porque el Milan utiliz¨® una vestimenta con m¨¢s negro que rojo que imped¨ªa diferenciarla de la primera del Barcelona.

Persisti¨® Valverde en dar minutos a los jugadores del primer plantel porque no se trata tanto de competir en la pretemporada con un equilibrio de equipos sino de que los que van a compartir camerino y campo adquieran automatismos. Pero fue un conjunto a medias porque gobern¨® el bal¨®n sin poner el picante. Y eso que empez¨® con la inspiraci¨®n de Rafinha y Munir, dos zurdos que se entienden ¨Cya se las arreglaron para marcarle a la Roma- y que sobresaltaron a Donnarumma con un pase desde el costado y un giro y remate a la media vuelta de Munir que casi choca los cinco con el poste. No era un aviso sino una realidad que se repiti¨® porque en el primer acto se dio una sucesi¨®n de casis: un centro de Malcom envenenado que cruz¨® el ¨¢rea chica sin encontrar rematador; una pared entre Arthur y el propio Malcom que no se festej¨® por poco; un pase a Alc¨¢cer que Donnarumma le priv¨® a tiempo¡­ Y cuando se encendieron las bombillas, Miranda ¨Cde nuevo vertical y con centros bravos-se la puso a Malcom y su remate lo escupi¨® el palo.

Faltaba ingenio y finura porque el Milan es un orgulloso hijo de Gattuso, un equipo que no regala medio hueco ni media ocasi¨®n. Un f¨²tbol b¨¢sico porque se abrocha en su campo para salir a la contra sin otra aspiraci¨®n que contar con unas pocas ocasiones por encuentro, al menos ante el Barcelona. Y bien que la tuvo Suso porque le peg¨® desde dentro del ¨¢rea tras un contragolpe de cuatro pases, una jugada validada por la pifia en el despeje de Marlon y anulada por el propio central con brillantez porque se impuso entre la pelota y la porter¨ªa con presteza. Pero esa poca gazuza del Milan, ese f¨²tbol primitivo que a buen seguro gana enteros con Caldara e Higua¨ªn, quiz¨¢ sea la condena de Gattuso ahora que ha llegado el exmilanista Leonardo al ¨¢rea deportiva y parece decidido a fichar a Conte.

Con juego y sin remate

Le costaba horrores al Bar?a descascarillar a los rossoneri, pero tambi¨¦n porque no hab¨ªa quien diera el ¨²ltimo pase porque Arthur prefiere participar de la construcci¨®n y Rafinha es m¨¢s de llegar que de componer. Aunque cuando el brasile?o la filtr¨® por dentro, conect¨® con Malcom y su puntera, pero el bal¨®n se le escurri¨® para su desespero. As¨ª, el juego azulgrana era fluido desde la ra¨ªz, con ritmo en el medio pero indefinido en campo ajeno. Lo que no impidi¨® ver versiones seductoras de varios jugadores, con un Semedo en efervescencia desde que arrancara la pretemporada como tambi¨¦n ocurre con Rafinha, un Sergi Roberto que no falla en el eje, un Malcom el¨¦ctrico y un Arthur que tiene arco en vez de pie porque dirige flechas desde lejos como el gol que le hizo a la Juve y que por poco no repite ante el Milan.

Tard¨® Valverde m¨¢s de la costumbre en comenzar con la rueda de cambios de Valverde, la entrada masiva de jugadores del filial. S¨ª que jug¨® Riqui Puig los 45 minutos, con periscopio en las botas, c¨®modo con la pelota en los pies y con todo lo que ello comporta, protegido por el grupo cuando Kessi¨¦ le agarr¨® por el cuello con el bal¨®n en juego y cuando provoc¨® una amarilla de Mauri y se lo recrimin¨® de malas maneras. Tiempo, tambi¨¦n, para ver la inefectiva contra del Milan: un disparo lejano de ?alhanoglu que sirvi¨® para dar la bienvenida al equipo a Ter Stegen; otro dos desde lejos de Suso que el alem¨¢n anul¨® sin problemas. Tampoco los ten¨ªa Donnarumma bajo sus palos, molinillo frente a los disparos de Munir y Malcom con pasmosa facilidad. No le hizo falta siquiera con las intentonas de Riqui Puig, que la mand¨® fuera por dos veces, ni de Munir ni Rafinha, que la estamparon en la mara?a de piernas rivales. Y cuando parec¨ªan citados ya para la rueda de penaltis, una ¨²ltima contra del Milan le lleg¨® a ?alhanoglu en el lateral del ¨¢rea y de ah¨ª a Essien, que se la cedi¨® a Andr¨¦ Silva y sentenci¨® el partido y a las malas definiciones de los azulgrana.