La generaci¨®n del ¡®ch'i¡¯
El mayor equipo de atletismo espa?ol de la historia, 97 deportistas, toma Berl¨ªn para marcar fuerte la impronta de su fuerza en los Campeonatos de Europa
Los chinos los llaman ch¡¯i, pero Jes¨²s Espa?a prefiere denominarlo fiz.
Se puede traducir por esp¨ªritu, aliento, energ¨ªa vital, y tambi¨¦n por motivaci¨®n, determinaci¨®n, moral, deseo y esp¨ªritu de lucha. Los generales antiguos dec¨ªan que un ej¨¦rcito con un ch¡¯i bien aguzado era tres veces m¨¢s importante que la calidad de su armamento en la batalla. Los atletas espa?oles lo saben eso tan bien que lo han elevado a la categor¨ªa de se?al distintiva. ¡°Somos lo que somos porque peleamos por ello m¨¢s que nadie, como antes lo hicieron otros¡±, dice Espa?a, el atleta de 39 a?os que busca su ch¡¯i particular, su est¨ªmulo para la batalla del marat¨®n del domingo 12, en las andanzas de Martin Fiz, el maratoniano vitoriano que lider¨® en los Europeos de Helsinki 94 la primera gran revoluci¨®n del atletismo espa?ol. ¡°Fiz dec¨ªa que compet¨ªa sin afeitarse varios d¨ªas para asustar, para dar la imagen alobada y feroz de uno que en la vida solo pierde el tiempo por cosas importantes, pero yo s¨ª que me afeito¡±, dice el maratoniano de Valdemoro, que ha rele¨ªdo estos d¨ªas los reportajes y las historias que se escribieron en su tiempo sobre Fiz, la inspiraci¨®n.
Espa?a tuvo su gran d¨ªa de gloria ya hace 12 a?os, cuando le gan¨® a Mo Farah en la final de los 5.000m de los Europeos de Gotemburgo, y, desde entonces, su estilo, su esp¨ªritu, es para los chavales de ahora lo que Fiz es para ¨¦l. Y as¨ª se olvidan las historias que no gustan, como la de aquel atleta que poco antes de disputar una final ol¨ªmpica en R¨ªo le dijo a uno de los t¨¦cnicos que si le sal¨ªa lo de bombero en oto?o dejaba el atletismo. Y prefieren o¨ªr otras, tambi¨¦n duras, pero esperanzadoras, como la de Jes¨²s G¨®mez, el campe¨®n de Espa?a de 1.500m que, ayer, mientras medio equipo tomaba el avi¨®n para Berl¨ªn, madrugaba para poner en marcha la cosechadora y empezar a cosechar cebada y trigo en Castellanos de Castro, su pueblo, en Burgos. El mediofondista, hu¨¦rfano en la l¨ªnea sucesoria del 1.500m espa?ol, la aristocracia del atletismo, que se cre¨ªa inagotable de talento y se ha visto s¨²bitamente interrumpida, se qued¨® a 53 cent¨¦simas de la m¨ªnima fijada por la federaci¨®n espa?ola para Berl¨ªn, y por la tarde ley¨® el mensaje que le envi¨® Jorge Gonz¨¢lez Amo, el t¨¦cnico de la distancia en la federaci¨®n, que le recordaba que en 2019 tambi¨¦n habr¨¢ campeonatos, y que ¨¦l estar¨¢, seguro. El 1.500m solo tendr¨¢ en Berl¨ªn un espa?ol, el jovencito Adri¨¢n Ben, que cumpli¨® el s¨¢bado 20 a?os, y que es ambicioso, pero sabe que a¨²n no es su hora.
Los chavales buenos de ahora del atletismo espa?ol, los que van a cada competici¨®n a comerse el mundo y colman de esperanzas y buenas noticias a los aficionados, salvo alguna excepci¨®n, no son fondistas, como antes, sino velocistas y mediofondistas hasta los 800m, saltadores, lanzadores¡ Solo se mantienen de siempre los marchadores. Son ?lvaro de Arriba, Sa¨²l Ord¨®?ez, ?scar Husillos, Lucas B¨²a, Bruno Hortelano, Orlando Ortega, Sergio Fern¨¢ndez, Pablo Torrijos, Nicol¨¢s Quijera, Javier Cienfuegos, Pablo Torrijos, Ana Peleteiro y Mar¨ªa Vicente y todas las mujeres nacidas entre los a?os 90 y los primeros del siglo XXI que ya anuncian que el futuro ser¨¢ suyo. En Berl¨ªn, donde hoy comienzan los Europeos, lo proclamar¨¢n. Y Ruth Beitia, que est¨¢ como jefa de delegaci¨®n espa?ola, los contempla a todos y sonr¨ªe. Ya muchos a?os antes de ser campeona ol¨ªmpica, la saltadora c¨¢ntabra se hac¨ªa notar entre todos por su fiz particular.
Mientras los atletas hablan de esp¨ªritu y escuchan las arengas cotidianas de Bruno Hortelano, un atleta con el fiz y el ch'i y lo que sea integrados en su ADN como muestra su historia de ¨¦xito, accidente, depresi¨®n, superaci¨®n y regreso a¨²n m¨¢s fuerte al mejor nivel mundial, el resto del mundo, los aficionados, los periodistas, los curiosos, cuenta con los dedos y con las calculadoras. El esp¨ªritu y la moral, opinan, tienen una rotundidad f¨ªsica sonora llamada medallas. Necesitan muchas para probar que las palabras, y que la euforia que envuelve a una selecci¨®n de 97 atletas (la mayor de la historia en cualquier competici¨®n internacional, ya un ¨¦xito en s¨ª, tantos atletas con m¨ªnima, y tan j¨®venes), no son humo.
?A cu¨¢ntas llegar¨¢n?
Varios han anunciado que salen a ganar, lo que es toda una se?al, la muestra m¨¢s palpable del valor de su fiz. Son los dos de 800m, De Arriba, el campe¨®n espa?ol, y Ord¨®?ez, plusmarquista nacional y mejormarquista europeo del a?o. Pero tambi¨¦n advierten que en su prueba es m¨¢s dif¨ªcil pasar las semifinales que lograr medalla, y que nadie llore si pasa as¨ª. Tambi¨¦n piensan en la victoria Husillos, en 400m, y Hortelano en el 200m, y ambos, junto a B¨²a, Samuel y Echeverry, para ganar el relevo largo. Orlando Ortega, el subcampe¨®n ol¨ªmpico de R¨ªo en 110m vallas, tambi¨¦n piensa en ganar, y tambi¨¦n Ana Peleteiro, la campeona mundial j¨²nior, en 2012, de triple salto. Y el campe¨®n del mundo de 20km marcha, MIguel ?ngel L¨®pez, ya piensa que es el momento del regreso, y los m¨¢s j¨®venes ?lvaro Mart¨ªn y Diego Garc¨ªa, creen que ya lleg¨® su momento, como Julia Takacs, la marchadora de 50km. Y el triplista Pablo Torrijos, y Sergio Fern¨¢ndez, el gigante navarro de los 400m vallas...
El m¨¢ximo n¨²mero de medallas en unos Europeos son las 15 de M¨²nich 2002.
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