La deriva de Sergio Garc¨ªa
El golfista castellonense no sale de una espiral de malos resultados y malos modos dentro y fuera del campo
La ¨²ltima pataleta de Sergio Garc¨ªa ha dolido especialmente en el golf espa?ol. Durante el pasado PGA, el ¨²ltimo grande del a?o, un periodista le pidi¨® su opini¨®n para un programa televisivo especial sobre la Copa Ryder que se celebra en Par¨ªs del 28 al 30 de septiembre. A la pregunta de qu¨¦ tiene la Ryder como espect¨¢culo deportivo y como gancho para los espectadores, el golfista castellonense respondi¨® ante la c¨¢mara con otro de sus malos modos: ¡°Que lo vean si quieren y si no quieren que no lo vean. Yo qu¨¦ s¨¦, qu¨¦ quieres que te diga¡¡±. Para completar el desplante, El Ni?o se gir¨® y se march¨®. Una actitud que no es nueva ¨²ltimamente en el jugador espa?ol y que hasta la pionera Marta Figueras-Dotti critic¨® en las redes sociales: ¡°A m¨ª me da que algo le pasa a Sergio. C¨®mo puede ser esta actitud cuando lo tiene todo, salud, familia, dinero, trabajo... y mucho m¨¢s. No me cuadra esto, o igual es que realmente no s¨¦ qui¨¦n es...¡±.
El comportamiento de Garc¨ªa, de 38 a?os, escuece en el golf espa?ol por lo que supone que una de sus grandes figuras no refuerce p¨²blicamente a un deporte que necesita mejorar su imagen en la sociedad y atraer a m¨¢s aficionados y practicantes en una ¨¦poca de descenso continuado de licencias. Y porque tampoco ejerci¨® de defensor de la Copa Ryder, una competici¨®n que Seve Ballesteros am¨® y cambi¨® profundamente, y que Chema Olazabal y Miguel ?ngel Jim¨¦nez contribuyeron a cuidar y engrandecer. Tambi¨¦n lo ha hecho Sergio Garc¨ªa, miembro del equipo europeo desde 1999, excepto en 2010 ¡ªcuando pasaba por un mal momento de juego y an¨ªmico y ejerci¨® de vicecapit¨¢n¡ª, cinco veces ganador de la competici¨®n y due?o de unos registros fant¨¢sticos: 19 victorias en sus partidos y 22,5 puntos para Europa frente a Estados Unidos.
Dependiendo de una invitaci¨®n para la Copa Ryder
Las opciones de Sergio Garc¨ªa de clasificarse directamente para la Copa Ryder son muy remotas, y pasan s¨ª o s¨ª por ganar en Dinamarca (del 30 de agosto al 2 de septiembre). Pero ni as¨ª tendr¨ªa garantizado el billete para Par¨ªs. Le servir¨ªa, eso s¨ª, para hacer m¨¦ritos ante Thomas Bj?rn y ayudarle a decidirse por concederle una de las cuatro invitaciones de que dispone. Hoy Ian Poulter, un seguro en la Ryder por su car¨¢cter competitivo, el mejor heredero de Seve, y el canario Rafa Cabrera-Bello parten con m¨¢s n¨²meros por su juego y su confianza.
Seg¨²n los r¨¢nkings, hoy ir¨ªan a la Ryder el italiano Francesco Molinari, los ingleses Justin Rose, Tyrrell Hatton y Tommy Fleetwood, Jon Rahm, el norirland¨¦s Rory McIlroy, el sueco Alex Noren y el dan¨¦s Thornbjorn Olesen. A la espera de cerrar estas dos ¨²ltimas plazas, hay codazos por las invitaciones.
El hartazgo de Garc¨ªa no es solo con la Ryder, pese a que dependa de una invitaci¨®n del capit¨¢n, el dan¨¦s Thomas Bj?rn, para jugar en Le Golf National de Versalles al no estar clasificado directamente tras sus malos resultados de este a?o. Quiz¨¢s es con el golf en general. ¡°No s¨¦ si he perdido la ilusi¨®n¡±, admiti¨® en julio tras no pasar el corte en el Open Brit¨¢nico en Carnoustie, y despu¨¦s de otro paseo airado ante la prensa ¡ª¡°rapidito que me voy a Castell¨®n¡±¡ª. Despu¨¦s llegaron otro dos cortes fallados para elevar a ocho los patinazos de este curso. M¨¢s cortes fallados en un a?o que en los cinco anteriores juntos (siete). Y fuera del fin de semana en los cuatro grandes de la temporada (cinco si se cuenta el ¨²ltimo del ejercicio anterior), una racha negativa in¨¦dita en su trayectoria en los majors, en los que ha sido un ejemplo de regularidad: 77 grandes, 23 top ten.
La deriva del Ni?o es m¨¢s sorprendente si cabe porque llega despu¨¦s de hacer cima en el Masters de 2017, su primer grande tras una larga carrera persigui¨¦ndolo, y del momento de felicidad personal que supusieron su boda y el nacimiento de su primera hija, llamada Azalea como el hoyo 13 de Augusta.
En el Masters cambi¨® la historia de Sergio Garc¨ªa, pero tambi¨¦n ah¨ª comenz¨® a torcerse. Sus cinco bolas al agua en el hoyo 15 este a?o, cuando defend¨ªa la chaqueta verde, le hicieron firmar con 13 golpes el peor hoyo en la historia de Augusta. Entonces ya apareci¨® ese gesto torcido y esas contestaciones ¨¢speras que el castellonense no evita cuando encara a la prensa espa?ola, pero de las que se suele guardar ante la extranjera.
Un palo roto e insultos
Los ¨²ltimos meses han supuesto para Garc¨ªa una espiral de cortes fallados y gestos de rabia y frustraci¨®n: desde tirar los palos (rompi¨® incluso un putter) a insultar a un aficionado en The Players: ¡°?Pero te quieres callar de una puta vez!¡±. Hoy no le acompa?a el juego ni la actitud por mucho que ¨¦l afirme que se entrena m¨¢s que nunca. La cuesta abajo no se detiene. Por primera vez desde que existen los playoffs de la FedEx Cup, en 2007, Sergio Garc¨ªa no se ha clasificado. Hoy es el n¨²mero 25 del mundo, su peor clasificaci¨®n mundial desde agosto de 2012. Y jugar la Ryder ya no est¨¢ en sus manos, sino en los argumentos an¨ªmicos e hist¨®ricos que pueda encontrar Bj?rn para convocarle para una batalla contra Estados Unidos que siempre exige el mejor estado deportivo y mental.
En 2010 ya dio un paso al lado y le comunic¨® al capit¨¢n Colin Montgomerie que no estaba en condiciones de alistarse. Entonces hizo pi?a como vicecapit¨¢n. Hoy la duda se repite. Si no se autodescarta, a Bj?rn le toca decidirse: o confiar en que la magia de la Ryder devuelva al jugador que fue o apostar por sangre nueva.
Frente a la fiabilidad que hoy representan el volc¨¢nico Jon Rahm, convertido con 23 a?os en la figura emergente del golf espa?ol, y Rafael Cabrera-Bello, un currante nato, Sergio Garc¨ªa es hoy una gran inc¨®gnita. La soluci¨®n parece que solo est¨¢ en s¨ª mismo.
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