En los territorios de Chava
La ronda atraviesa Gredos, los pueblos del ciclista que en La Covatilla crey¨® poder superar la depresi¨®n
"Los pueblos se hunden", se lee en una pancarta triste cuando el pelot¨®n atraviesa el Gredos menos tur¨ªstico, con calles empinadas de guijarros humildes y los guiris holandeses las descubren con el paso de la Vuelta y se emocionan, y las comparan con los montes de Flandes y sus adoquines que son la savia de sus cl¨¢sicas. Es el Gredos de Chava Jim¨¦nez, el ciclista m¨¢s de la tierra dura y del granito, a quien recuerda otra pancarta solitaria por su puerto de Pe?a Negra, y poco m¨¢s.
Hace 20 a?os, Chava Jim¨¦nez era Dios. Era el instinto y el genio escalador que sacaba de quicio a los rivales, a Heras, a Escart¨ªn, a los otros escaladores del momento, y as¨ª ayudaba a ganar la Vuelta al Olano de la resistencia y la regularidad, el contrarrelojista que ascend¨ªa las monta?as al paso, y todos los aficionados eran de Chava. Y sal¨ªa a entrenarse desde su casa de El Barraco y por las carreteras estrechas de Gredos, y el sol que blanquea las piedras, le segu¨ªan Lastras, Mancebo, Navas, chavalillos m¨¢s j¨®venes que se har¨ªan profesionales m¨¢s tarde porque Chava era su ¨ªdolo y le admiraban.
El ¨²ltimo puerto que subi¨® Chava en bicicleta fue La Covatilla.
Era la primavera de 2002 y el ciclista intent¨® huir de la depresi¨®n que le hab¨ªa agarrado unos meses antes y no le soltaba. Se fue de excursi¨®n por Gredos con Azucena, su chica, se tumbaba al sol en el prado junto a los r¨ªos r¨¢pidos, y com¨ªa chorizo y alubias, y termin¨® aloj¨¢ndose unos d¨ªas en el hotel que el exciclista Cubino ten¨ªa en B¨¦jar, al pie de una estaci¨®n de esqu¨ª que la Vuelta hab¨ªa anunciado que se ascender¨ªa por primera vez unos meses m¨¢s tarde. Pese a la medicaci¨®n de antidepresivos y los kilos de m¨¢s, Chava sud¨® y sud¨®, pero fue capaz de ascender. Un par de d¨ªas vivi¨® la vida. Goz¨® de un cierto optimismo y hasta pens¨® en volver a ser ciclista de verdad.
"Volver¨¦ a ser El Chava", se prometi¨®, el artista del ciclismo que la ¨²ltima Vuelta, la de 2001, pese a estar enfadado con sus directores del Banesto, gan¨® tres etapas y proclam¨® su genio. Llam¨® a unos cuantos periodistas y habl¨® con ellos en el hotel de Cubino. Y era dif¨ªcil creerle. Parec¨ªa imposible que lograra escapar de la depresi¨®n.
Unos meses m¨¢s tarde, pasadas las Navidades de 2002, se encontr¨® en Canarias, donde intentaba de nuevo sobrevivir, con Marco Pantani, que tambi¨¦n buscaba una esperanza a la que agarrarse. Ambos hablaron de lo mismo, de volver a ser los mejores escaladores de la historia y hasta fantasearon sobre la posibilidad de organizar un equipo juntos, y correr los dos mano a mano.
Chava muri¨® en diciembre de 2003. Dentro de nada har¨¢ 15 a?os. Ten¨ªa 32. Un chaval. Pantani muri¨® dos meses m¨¢s tarde.
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